La posible alianza del Gobierno y el PRO inquieta a los exsocios de JxC: hay dudas sobre el plan libertario

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La señal de que Javier Milei explora, una vez más, una alianza con el PRO desató un fin de semana cargado de especulaciones no solo dentro del partido amarillo, donde todavía hay grandes dudas sobre la naturaleza del posible acuerdo con el Ejecutivo. Sus exsocios de Juntos por el Cambio ven, además de un “sinceramiento”, la posibilidad de que el oficialismo reencauce algún tipo de diálogo con la oposición en el Congreso tras fracaso de la Ley Ómnibus, pero persisten las dudas sobre las verdaderas intenciones libertarias. De acuerdo a cómo se mueva el Gobierno, para la Unión Cívica Radical, en tanto, implica nuevos riesgos de quiebre.

Si algo quedó claro durante el tratamiento y posterior naufragio del paquete de reformas en Diputados, es que La Libertad Avanza, además de estar en clara minoría en ambas cámaras parlamentarias, tiene serios inconvenientes a la hora de negociar un proyecto con el resto de los bloques. El PRO tiene 37 diputados, el oficialismo tiene 38. Un interbloque podría sumar 75 miembros, pero en la bancada amarilla ya advirtieron que no todos estarían dispuestos a formar parte, que existen condiciones y que, en cualquier caso, falta mucha discusión previa, incluida una charla entre Mauricio Macri y Milei, que este martes regresa a la Argentina.

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Para empezar, en el PRO no olvidan que en diciembre todo parecía cerrado para que su jefe bloque en Diputados, Cristian Ritondo, fuera el presidente de la Cámara Baja y finalmente Milei eligió al riojano Martín Menem. Varios legisladores tomaron nota en las últimas horas que desde Casa Rosada otra vez hicieron trascender que no habría “co-gobierno”, ni una reconfiguración de Gabinete, ni se compartirá demasiado poder de decisión.

El jefe de bloque del PRO en Diputados, Cristian Ritondo (Foto: NA).
El jefe de bloque del PRO en Diputados, Cristian Ritondo (Foto: NA).

En otras palabras, el escenario está abierto, y con la misma cautela y recelo que manifestaban en buena parte del PRO, observaban sus exsocios de JxC, como la UCR, que tiene un bloque de 34 diputados, o en bloques dialoguistas como Hacemos Coalición Federal, que tiene 23, comandados por Miguel Pichetto.

“Hay un cambio de configuración del arco político. El PRO está más cómodo con Milei, lo sabemos desde la campaña. Celebramos que se junte con La Libertad Avanza porque ordena en términos ideológicos y da la chance de construir una oposición fuerte, que no sea el kirchnerismo. Hay un centro intenso, el radicalismo, el peronismo no kirchnerista, la Coalición Cívica, el socialismo, hay mucho”, planteaba en las últimas horas un importante dirigente radical, del ala más dura con el Gobierno.

Vale recordar, el Gobierno de Milei también tiene un miembro radical: el ministro de Defensa, Luis Petri, quien, según indicaron fuentes partidarias y parlamentarias, viene acelerando en los últimos días contactos con dirigentes y legisladores nacionales que respaldaron la Ley Ómnibus en Diputados.

En las últimas horas, luego de que el Ejecutivo -empezando por Patricia Bullrich- anunciara su intención de llegar a un acuerdo con el PRO, Petri publicó un mensaje para sus correligionarios. “El radicalismo tiene que ser parte del cambio que está transformando a la Argentina, no puede quedar abrazado al kirchnerismo que la llevó a la miseria. Es progreso o decadencia. Cómo dijo Alem ‘Los hombres de bien deben unirse’”, escribió en su cuenta de X.

El jefe de bloque de la UCR en Diputados, Rodrigo de Loredo, en su intervención en una de las sesiones por la Ley Ómnibus (Foto: NA).
El jefe de bloque de la UCR en Diputados, Rodrigo de Loredo, en su intervención en una de las sesiones por la Ley Ómnibus (Foto: NA).

“Todo depende del Gobierno. Si hay una posición clara, una convocatoria seria a construir algo, bueno, a varios radicales que tuvimos una posición muy cooperativa nos interpelaría mucho. Pero somos bastante escépticos de que sean capaces de construir un acuerdo prolongado, de sostener una mayoría parlamentaria. El antecedente es malo. Si las reglas de juego son: listas negras de diputados, cero poder de decisión para los aliados, o vivir en riesgo de crisis de gobernabilidad como con el DNU, entonces no hay forma”, señalaba este fin de semana uno de los diputados que participaron de los contactos.

Ahora bien, más allá del escepticismo, los distintos sectores de la UCR veían en el potencial acuerdo entre el Gobierno y el PRO, una buena señal para intentar retomar el diálogo en el Congreso, luego de que Milei pareciera cortar todos los puentes con la oposición la semana pasada, cuando fracasó el tratamiento de la Ley Ómnibus.

“Con 70 diputados seguís sin poder hacer nada. Pero La Libertad Avanza necesita del PRO, tanto cuantitativamente como cualitativamente. Cualquier diputado del PRO es muy superior en capacidad a los del oficialismo, quedó claro las últimas semanas”, opinaba otro diputado radical, que recordaba que el bloque amarillo no solo mantuvo unidad en la votación -algo que no lograron los libertarios-, sino que trabajaron y defendieron el proyecto más que los propios legisladores oficialistas.

El jefe del bloque de Hacemo Coalición Federal en Diputados, Miguel Pichetto (REUTERS/Agustin Marcarian).
El jefe del bloque de Hacemo Coalición Federal en Diputados, Miguel Pichetto (REUTERS/Agustin Marcarian).

La misma lectura tenían en HCF, un espacio heterogéneo que integran ex JxC vinculados a gobernadores provinciales, la Coalición Cívica, el socialismo y el peronismo cordobés. En el bloque que conduce Pichetto interpretaban la señal del Gobierno libertario con el PRO como un reconocimiento de su debilidad parlamentaria, pero sobre todo un intento por recomponer el escenario en el Congreso y una búsqueda de “gobernabilidad”.

“Es importante hacerlo y no romper con algunos sectores que eran aliados y con los que se tenían matices y diferencias, que no debían haber sido resueltas en el plano de la controversia. Nuestro país necesita tranquilidad con un camino de paz, el Gobierno debe construir y consolidar una mayoría en ambas cámaras para poder gobernar. Si se rompen los puentes es difícil construir esa mayoría”, dijo Pichetto este fin de semana en una entrevista radial.