Será en el próximo mes de julio, según una exclusiva publicada por la agencia de prensa Reuters, cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) declare por primera vez al aspartamo, uno de los edulcorantes más utilizados del mundo, como «posible cancerígeno».
Presente en productos de todo tipo como sustitutivo del azúcar, el aspartamo se encuentra en miles de alimentos tan cotidianos como podrían ser los refrescos o los chicles sin azúcar y que dentro de unos días, según la citada fuente, será considerado como «posiblemente cancerígeno para el ser humano», según el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer, la ‘rama’ de la OMS encargada de la investigación sobre el cáncer.
El debate, más allá del dictamen de este organismo, está en que no se ha evaluado la cantidad del producto que la persona podría consumir sin peligro, pues esa valoración procede de otros organismo y comités de expertos. Incluidos los de la propia OMS y de la Organización de las Naciones Unidas, llamado JEFCA, y que reúne a especialistas de aditivos alimentarios de ambas organizaciones.
El problema añadido, según informa Reuters, es que algunas decisiones del CIIC tomadas en el pasado han recibido críticas por considerarse alarmistas, como sugirió al, entre otros, considerar «probablemente cancerígeno» a la carne roja, al trabajo nocturno e incluso al uso de los teléfonos móviles.
Según Reuters, distintas organizaciones ya se han pronunciado sobre la ineficiencia de los criterios de la IARC (las siglas en inglés del CIIC), donde no se está teniendo en cuenta —según distintas entidades— que el aspartamo está autorizado en todo el mundo, donde se han examinado sus pruebas y que lleva utilizándose durante décadas en alimentos y bebidas, a pesar de que la IARC afirma —todo según Reuters— nada menos que 1.300 estudios para llegar a la conclusión de que el aspartamo es «potencialmente cancerígeno».
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Aun así, el toque de atención que el CIIC o IARC dará sobre el aspartamo, de nuevo en las palabras de Reuters, servirá para motivar más investigación en torno a este edulcorante y sobre la seguridad en general de este tipo de sustitutivos.
Imágenes | iStock Melih Evren Burus
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