Si pensábamos que el final de la temporada 3 de ‘Succession’ era ese momento en el que la serie consigue su propia «boda roja», no estábamos preparados para lo que pasa en ‘La boda de Connor’, el tercer episodio de la temporada 4 y final de la excelente serie de HBO.
Por supuesto, a partir de aquí spoilers… o sea, no sigáis adelante.
Tras el desolador final del episodio de la semana pasada, los chicos se preparan para ir a la boda de Connor (Alan Ruck), mientras que Logan (Brian Cox) parte en avión para cerrar el trato con Matsson. Sin embargo, pronto se torcerán todas las cosas en lo que nos enteramos que el patriarca ha colapsado.
De esta manera, gran parte del episodio transcurre con Kendall (Jeremy Strong), Shiv (Sarah Snook) y Roman (Kieran Culkin) desolados en lo que reciben la noticia, intentando decir por teléfono unas últimas palabras para su padre… que, finalmente, fallece.
Un acontecimiento que lo cambia todo en la serie (aunque, bueno, por algo se llama ‘Succession’) y cuyas consecuencias veremos a partir de la semana que viene, tal como destaca el último tráiler. Nosotros estamos todavía en shock… pero ya sabemos cómo se fraguó ese momento.
Una bomba soltada por zoom
«Pensé que iban a hablar de protocolos Covid», declara Sarah Snook en una entrevista a Rolling Stone. La actriz, que interpreta a Shiv, afirma que no se esperaba que en la reunión por Zoom con el resto de reparto, Jesse Armstrong soltara tamaña «granada de revelación»:
«Pensé ‘Guau, ese es un gran giro. Es asombroso por parte de Jesse’ De algún modo, era largamente esperado. La premisa del primer episodio era que él estaba a punto de colapsar. Y hubo momentos en la temporada 3 en ese sentido, en el episodio con Adrian Brody y Jeremy [Strong] en la isla. Siempre ha habido un aire enfermizo en él a pesar de su vigor robusto. Así que la primera pregunta que tuve fue ‘¿quién toma el mando?'»
La actriz además desvela que el proceso de conocer la revelación hasta que finalmente se grabó fue toda una odisea.
«No sabíamos cómo iba a ocurrir, cual sería la naturaleza de su muerte y cómo. Y el genio de Jesse es que, incluso en la muerte, Logan es inaccesible. Es inalcanzable, intocable, está a mano, todavía, para los hermanos. Hay una cualidad irreal en ello porque no estamos ahí y no podíamos hablarle realmente.»
No solo leyendo los guiones, sino también haciendo esa monumental escena en la que los hermanos se van enterando y reaccionan a las noticias que les llegan desde el avión. Una secuencia cuyo rodaje incluyó una sola toma de media hora de duración y otras versiones de diez minutos:
«Que recuerde, solo hicimos una toma de 30 minutos. La cosa era, grabamos cada pieza de ella en los dos días anteriores. Así que grabamos versiones de eso en una marca de diez minutos y reseteábamos. Adoro cómo lo hace Mark, porque no está en el guion pero realmente ayuda a cómo un actor se ocupa del trabajo: cuando Kendall se va a hacer una llamada a la cubierta hay una cámara dentro con Kieran y yo simplemente viviendo la cronología de qué está pasando en lo que hace la llamada. En ese espacio, tenemos que improvisar. Lo que es genial sobre ello es que no te tienes que preocupar sobre si se va a usar o no y lo que sale al final es una comprensión de real de lo que fluye para la próxima vez que estés en escena interpretando sobre el guion».
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