Febrero de 1980. El título principal en la tapa del Paralelo 31, el periódico de Hugo D´olivo, empieza a movilizar al pueblo.
«Confirmado: Palito Ortega, con un show espectacular, actuará en la 12° Fiesta Provincial de la Vendimia», dice con letras mayúsculas al lado de una foto de uno de los cantantes más importantes de la historia musical del país.
La fiesta estaba anunciada para el 8 de marzo, pero se hizo el 15 y se acopló al 102° Aniversario de la ciudad.
Las ediciones previas se venían haciendo en la cancha de fútbol del Bochas Sport Club, pero para 1980, la comisión organizadora decidió ir al Polideportivo Municipal, una medida cuestionada por la menor cantidad de ubicaciones disponibles y la mayor distancia desde el epicentro del desfile al lugar donde se armó el escenario.
Dicen las crónicas de esa época que un par de meses antes se empezó a trabajar para acondicionar el playón del «Poli» pensando en la gran fiesta.
La ciudad estaba esperando al «Rey» y la previa se vivió con gran expectativa.
Llegado el 15 de marzo se hicieron los actos oficiales por el cumpleaños de Colonia Caroya y a la noche, los festejos.
Comenzó con la bendición de frutos, desfile de carrozas y el paso de la comparsa «Arco Iris». Después, todos al Polideportivo.
Las entradas costaban 15 mil pesos para mayores y 5 mil para los menores. Se aclaraba que no habría preferenciales (hoy llamado VIP).
Además de Palito Ortega, la programación de la 12° Fiesta de la Vendimia anunciaba a «Buby Belly su órgano viajero», a «Los del Camino Real» y a Sergio Rigoni, el caroyense que en esa época era nuestro Abel Pintos.
La elección de la Reina fue algo inolvidable para todas las postulantes: Palito Ortega hizo de «consorte», presentaba a las chicas y las acompañaba a su lugar del escenario.
Una de las postulantes fue Lucía Rossi -Reina de Colonia Caroya- lo recuerda con mucha emoción: «Fue un gesto muy humilde, nos acompañaba a todas y a cada una nos decía algo lindo sobre nuestros ojos, la simpatía. Él estaba con el locutor en esa parte. Creo que después él actuó, pero antes estuvo en el escenario con nosotras».
«Palito» se apropió del show en gran parte de la fiesta, siempre vestido de pantalón blanco, camisa clara con bastones finitos de otro color y saco blanco que luego dejó a un costado. En el cuello, un pañuelo.
Hugo D´olivo publica una semana después que entraron esa noche cerca de 2500 personas. Muchos quedaron viendo el espectáculo trepados al alambrado que separaba al Polideportivo de la calle 40, por donde pasa la acequia con agua que se llevó más de un calzado de quienes estaban allí.
Fue una revolución para la ciudad porque Ortega era en ese momento el número uno de la canción, no solo nacional, sino latinoamericana.
Para 1980 había presentado el disco N° 34 de su carrera, titulado «Autoretrato», que tenía entre sus temas a «Me gusta el mar, soy navegante». Igualmente, ya muchas de sus canciones eran hits, como «Un muchacho como yo», «Decí porqué no querés», «Viva la vida», «Muchacho que vas cantando», «Despeinada», «Vos sos un caradura», «La felicidad», «Vivir con alegría», «Lo mismo que a Usted», «Corazón contento», «Me quieres engañar igual que a un niño», «Se parece a mi mamá» y «Yo tengo fe», clásicos reunidos en un disco de 1977 celebrando los 15 años de música. Todos aún se escuchan.
A 40 años de esa fiesta, aún hay caroyenses que recuerdan lo que se vivió esa noche en el pueblo (Colonia Caroya pasó a ser ciudad en 1982).
«Era un honor estar en la fiesta, toda la comunidad trabajaba en alguna parte de la organización. A nosotros, con el club de Tronco Pozo, nos tocó armar el catering para las delegaciones de autoridades que vinieron de Buenos Aires y para las reinas. Otros estaban con las carrozas, que eran bellísimas», trae a la memoria Analía Prosdócimo.
La Reina Provincial de ese año fue Mónica Andrada, una jovencita de apenas 15 años oriunda de San Marcos Sierras.
Fotos y recortes periodísticos del Archivo Histórico de Colonia Caroya, coordinado por Andrea Puccio.