Las
redes
sociales
son
algo
omnipresentes
en
nuestra
vida…
y
viceversa:
compartir
fotos
de
nuestro
ámbito
privado
parece
un
gesto
natural,
incluso
entrañable
cuando
se
trata
de
nuestros
hijos.
Sin
embargo,
incluso
un
acto
tan
inocente
como
ese
puede
abrir
la
puerta
a
serias
amenazas
para
nuestra
privacidad
y
seguridad,
así
como
para
el
bienestar
de
los
menores.
Por
ello,
la
Policía
Nacional,
en
colaboración
con
la
fundaciónSOL,
acaba
de
lanzar
una
campaña
de
concienciación
para
alertar
sobre
los
riesgos
del
sharenting.
¿Qué
es
el
sharenting?
El
término
sharenting
nace
de
la
combinación
en
inglés
de
share
(compartir)
y
parenting
(paternidad),
y
hace
referencia
a
la
práctica,
cada
vez
más
habitual,
de
que
los
padres
compartan
fotos,
vídeos
o
información
personal
de
sus
hijos
en
redes
sociales.
Y
es
que
un
repentino
deseo
de
compartir
momentos
familiares
puede
terminar
generando
una
huella
digital
permanente
al
que
los
menores
no
han
dado
consentimiento
y
que,
además,
puede
ponerlos
en
peligro.
Datos
alarmantes
A
pesar
de
la
creciente
preocupación
por
la
protección
digital
de
la
infancia,
los
datos
revelan
una
preocupante
realidad:
-
El
89%
de
los
padres
publica
imágenes
de
sus
hijos
al
menos
una
vez
al
mes
en
redes
sociales. -
El
23%
de
los
niños
ya
tiene
presencia
en
Internet
incluso
antes
de
nacer,
gracias
a
la
publicación
de
ecografías
por
parte
de
sus
progenitores.
Este
porcentaje
se
eleva
al
81%
antes
de
los
seis
meses
de
vida. -
El
72%
del
material
incautado
a
pedófilos
consiste
en
imágenes
no
sexualizadas
de
menores,
captadas
en
contextos
cotidianos
y
subidas
a
la
red
por
sus
propias
familias.
Estas
cifras
evidencian
que
el
sharenting
no
es
solo
una
cuestión
de
estilo
de
crianza
digital,
sino
una
problemática
que
exige
una
reflexión
profunda
sobre
la
seguridad
de
los
menores.
Claudia
Caso,
directora
de
la
fundaciónSOL,
advierte:
«Nos
preocupa
tanto
lo
que
ven
los
menores
en
Internet
como
lo
que
Internet
ve
de
ellos».
Los
peligros
invisibles
La
sobreexposición
infantil
en
Internet
acarrea
múltiples
riesgos:
-
Pérdida
de
privacidad:
Los
menores
no
han
dado
su
consentimiento
para
que
su
imagen
y
datos
circulen
por
la
Red. -
Vergüenza
y
malestar
emocional:
Un
42%
de
los
menores
afirma
sentirse
incómodo
o
avergonzado
por
lo
que
sus
padres
publican
sobre
ellos. -
Ciberacoso
y
burlas:
Imágenes
compartidas
inocentemente
pueden
derivar
en
memes
o
bromas
crueles. -
Creación
de
perfiles
falsos:
Las
fotos
pueden
ser
usadas
por
terceros
para
suplantar
identidades. -
Explotación
de
imágenes:
Algunas
imágenes
terminan
siendo
manipuladas
mediante
IA
para
generar
contenido
pedófilo.
Beatriz
Izquierdo,
criminóloga
y
asesora
de
la
fundaciónSOL,
lo
resume
con
contundencia:
«La
mejor
imagen
de
un
menor
en
la
red
es
aquella
que
no
se
comparte».
Recomendaciones
para
un
uso
consciente
de
redes
sociales
La
campaña
ofrece
una
batería
de
consejos
claros
y
accesibles
para
padres,
madres
y
cuidadores:
-
Reflexionar
antes
de
publicar,
especialmente
en
vacaciones
o
fechas
señaladas. -
Evitar
imágenes
con
uniformes
escolares
o
que
muestren
(o
meramente
dejen
entrever)
información
personal
o
localizaciones. -
Respetar
la
privacidad
de
otros
menores
en
eventos
escolares
o
familiares. -
Pedir
a
familiares
y
amigos
que
no
compartan
imágenes
de
los
hijos. -
No
normalizar
el
sharenting:
cada «like»
refuerza
una
práctica
potencialmente
dañina. -
Recordar
que
no
existe
el
sharenting
seguro:
una
vez
publicada
una
imagen,
se
pierde
el
control
sobre
ella.
Responsabilidad
legal
y
ética
En
España,
compartir
imágenes
de
los
hijos
es
legal
siempre
que
no
se
vulneren
derechos
fundamentales
como
la
intimidad
o
la
dignidad.
No
obstante,
como
recuerda
Francisco
Pérez
Bes,
asesor
de
fundaciónSOL
y
miembro
de
la
AEPD,
los
progenitores
deben
actuar
en
el
interés
superior
del
menor
y
ser
conscientes
de
su
responsabilidad
digital.
Vía
|
Ministerio
del
Interior
Imagen
|
Marcos
Merino
mediante
IA
En
Genbeta
|
La
industria
XXX
carga
contra
los ‘pajaportes’
de
los
gobiernos.
Recuerdan
que
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