Hay carreteras que tienen un sabor especial. Ahí está la Transfăgărășan, en Rumanía, que sólo por el nombre ya merece una visita. Y en Noruega tienen algo parecido, sólo que mucho más loco todavía: se trata de la carretera Lysevegen, que une la población de Lysebotn con… el mundo a través de la montaña Kjerag. La particularidad de esta carretera está en su inmensa pendiente.
El fiordo de Lyse se encuentra en el municipio de Forsand, en el condado de Rogaland. Y para comprender la necesidad de esta carretera en la zona, y sus particularidades, basta con atender al nombre de la población: Lysebotn. De botn, que suena parecido a bottom, y Lyse, que es el nombre del fiordo. O sea, que Lysebotn está allí donde se acaba Lyse: en el culo del mundo.
Tanto es así, que hasta que alguien construyó la carretera, la única vía de acceso a Lysebotn era por mar. No estamos hablando de tiempos tan remotos. La carretera de Lysebotn, en noruego la Lysevegen (que suena a «vía de Lyse»), se abrió en 1984, porque de alguna forma había que llegar hasta la central hidroeléctrica de Tjodan, que se estaba construyendo en aquel momento.
La central hidroléctrica de Tjodan entró en funcionamiento para aprovechar los saltos de agua de 896 metros que hay en la zona, y se sumó así a la central hidroeléctrica de Lysebotn con sus saltos de 620 metros. Y la carretera ya se quedó para sus usos convencionales.
Aunque eso, traducido según las características de la Lysevegen, suponga cualquier cosa menos algo convencional.
La Lysevegen, o carretera de Lysebotn, en datos
- Nombre oficial: FV500 – Lysevegen
- 29 kilómetros de longitud
- 27 horquillas
- 9,4% de pendiente, como promedio
- 950 metros en su punto de altura máximo
Por cierto, que una de las horquillas más locas de esta carretera se encuentra dentro de un angosto túnel de más de un kilómetro de longitud. Pasa y diviértete, gracias a Google Street View.
En lo alto de la carretera de Lysebotn se encuentra el mirador de Øygardstøl, donde los 100.000 turistas que visitan la zona cada año cuentan con un amplio aparcamiento, un restaurante y un centro de información turística. Lógicamente, las excursiones a pie centran el interés de los visitantes, pero la carretera en sí misma también es un lugar icónico de la zona.
[embedded content]
La carretera de Lysebotn es transitable normalmente desde el mes de mayo hasta que en octubre o noviembre el hielo y la nieve cubren la zona. Luego queda medio año por delante en el que si quieres llegar a ese lugar te puede tocar darle a los remos o calzarte unas raquetas. Muy loco todo.