‘La isla de las tentaciones 5’ cambia de día y levanta el share de Telecinco… con la audiencia más baja de la temporada

0
61

Os guste más o menos, es apasionante ver el declive de Telecinco en directo. Es como presenciar la caída de la Antigua Roma a tiempo real: lo que uno creía como inamovible, cae por su propio peso. Este año ha sido la confirmación de que los cotilleos no le importan a nadie en un mundo post-Covid: ni ‘Pesadilla en el paraíso’ ni ‘Secret story’ ni ‘Supervivientes’ han funcionado al nivel habitual, y ‘Sálvame’ sigue hundida por las tardes de Antena 3. Su última esperanza era ‘La isla de las tentaciones’y no está siendo todo lo espectacular que pretendían que fuera.

La isla de las tentaciones 5: la tercera gala nos dejó un río de lágrimas, Laura en modo vendetta y los primeros solteros eliminados

Y se hundía, se hundía

En solo tres episodios, el programa ha bajado 4 puntos de share, y parece que aún no ha tocado fondo: un 16% que se convierte en 1.405.000 espectadores. Más personas que la semana pasada, pero menos porcentaje. Es cierto que viene lastrada por el resumen de ‘Pesadilla en el paraíso’, que un 9,9% sigue en racha negativa, pero aún así el resto de sus competidores le pisan los talones.

Por un lado, Antena 3, que sigue con ‘El hormiguero’ inamovible (18,3%) como el único programa que a estas alturas supera holgadamente los dos millones de televisores encendidos. La película que emitió después, ‘La tribu’, enganchó al 13,1% del público y tan solo a 250.000 personas menos que Telecinco. Si consigue esto con una película no muy conocida, es hora de que en Mediaset pongan sus barbas a remojar.

Por otro, TVE ve cómo sus ‘Dúos increíbles’ pierden un 2,3% y se quedan en un digno 10,4%. La estrategia de Telecinco para debilitar a sus rivales a costa de sacrificar su reality de granjeros estrella parece que ha funcionado, pero sin tirar cohetes. Lejos quedan los increíbles datos de la segunda edición de ‘La isla de las tentaciones’, que no bajaron del 25% y los tres millones de espectadores casi nunca. Una vez más, la cadena demuestra que lo poco gusta… y lo mucho cansa.