Si
hay
un
recurso
que
domina
el
panorama
geopolítico
de
la
actualidad,
ese
es
el
de
las
tierras
raras.
Son
esenciales
para
multitud
de
campos
tecnológicos
entre
los
que
se
encuentran
los
vehículos
eléctricos,
elementos
de
sistema
de
energías
renovables
y
el
mundo
tecnológico
en
general,
y
China
domina
tanto
su
minería
como
su
producción.
El
resto
del
mundo
busca
un
nuevo
‘El
Dorado’
de
tierras
raras
que
poder
explotar,
y
resulta
que
en
España
hay
un
yacimiento
muy
goloso.
Está
en
Ciudad
Real,
pero
no
será
tan
sencillo
extraer
sus
recursos.
Tengo
tierras
(raras).
En
España
se
estima
que
existen
varios
yacimientos
de
tierras
raras.
Monte
Galiñeiro
en
Galicia
es
uno
de
ellos,
en
Gran
Canaria
también
se
estima
que
hay
grandes
cantidades,
en
Cádiz
y
Almería
también
hay
depósitos
y
más
de
lo
mismo
entre
Salamanca
y
Zamora.
Otro
importante
yacimiento
está
en
Campo
de
Montiel,
en
Ciudad
Real,
y
algo
que
prácticamente
todos
tienen
en
común
es
que
su
extracción
parece
complicada.
No
tanto
por
la
cuestión
técnica
(extraer
las
tierras
raras
no
es
un
problema,
tampoco
su
producción),
sino
por
la
contrapartida
medioambiental.
Se
trata
de
una
actividad
potencialmente
contaminante
que
en
Europa
está
muy
regulara
(por
eso
China
se
fue
haciendo
con
todo
el
control)
y
que
se
encuentra
con
un
inconveniente
añadido:
los
yacimientos
españoles
suelen
estar
cerca
de
zonas
de
interés
medioambiental.
Matamulas.
Aunque
estos
últimos
años
se
ha
evidenciado
que
las
tierras
raras
son
un
arma
arrojadiza
en
el
escenario
geopolítico
mundial,
realmente
se
lleva
años
buscando
la
independencia
de
China.
En
2015,
la
empresa
española
Quantum
Minería
empezó
a
estudiar
los
terrenos
en
la
comarca
manchega
de
Campo
de
Montiel,
donde
se
encuentran
municipios
como
Valdepeñas
o
Torrenueva.
En
general,
la
zona
de
Mulas,
Matamulas
y
Rematamulas.
Es
Torrenueva
el
pueblo
que
está
justo
al
lado
del
gran
yacimiento
minero
que
buscaba
explotar
Quantum
Minería
y
que,
según
sus
estudios,
está
hasta
arriba
de
monacita.
Bajo
este
término
tenemos
elementos
y
minerales
como
el
cerio,
neodimio,
torio
o
lantano
y
no
es
muy
común
en
Europa.
A
la
carga.
En
un
reciente
vídeo
(aunque,
como
decimos,
esto
viene
de
largo),
Quantum
Mineria
afirma
que
la
producción
de
monacita
de
Campo
de
Montiel
puede
ser
de
2.100
toneladas
anuales,
cifra
que
cubriría
un
tercio
de
las
necesidades
de
consumo
europeo
de
estos
elementos
con
los
que
se
podrían
construir
350.000
coches
eléctricos
o
10.000
generadores
eólicos.
Hay
un
problema:
esas
tierras
raras
están
bajo
grandes
extensiones
de
cultivo,
principalmente
de
cereal.
El
plan
de
la
empresa
es
retirar
temporalmente
la
capa
vegetal
de
medio
metro
que,
afirman,
conservarán
con
cuidado
para,
una
vez
terminado
el
proceso
de
minería,
restaurarla
y
dejarla
como
estaba.
Las
retroexcavadoras
retiran
la
capa
de
tierra
que
contiene
la
monacita
y
todo
ello
se
lleva
a
una
planta
en
la
que
se
criba
lo
interesante
de
lo
que
no.
Esto
se
hace
sin
utilizar
sustancias
químicas
contaminantes
y,
una
vez
la
monacita
esté
por
un
lado
y
la
tierra
sin
interés
por
otro,
la
devuelven
al
terreno
y
colocan
el
cultivo
previamente
retirado.
La
maquinaria
trabaja
por
sectores
de
una
hectárea,
sin
interrumpir
la
agricultura
colindante
y
afirman
que,
una
vez
restaurado
el
terreno,
se
puede
volver
a
cultivar
“en
mejores
condiciones
que
las
originales”.
Críticas.
Complementan
su
alegato
afirmando
que
crearían
industria,
ayudarían
a
repoblar
la
zona,
atraerían
puestos
de
trabajo
y
fomentarían
una
mejora
de
condiciones
para
las
actividades
agrícolas
y
ganaderas
tradicionales.
No
es
algo
que
haya
convencido
a
los
vecinos
o
a
organizaciones
ecologistas.
En
2016,
Ecologistas
en
Acción
alegó
que
el
impacto
medioambiental
en
las
27.500
hectáreas
en
las
que
se
proyectaba
trabajar
sería
severo.
Preocupación.
Entre
otras
cuestiones,
preocupaba
el
agua.
Desde
la
organización,
afirmaron
que
se
utilizarían
entre
310.000
y
500.000
metros
cúbicos
de
agua
al
año,
que
habría
que
multiplicar
por
diez
años
de
actividad
minera
para
cubrir
todas
las
hectáreas
estimadas.
No
era
algo
lógico
en
una
región
en
la
que
no
son
raros
los
problemas
de
abastecimiento
de
agua
en
sequías,
con
acuíferos
sobreexplotados
y
una
intensa
actividad
agricultora
base
de
la
economía
en
la
zona.
Frenazo.
A
esto
hay
que
sumar
que
en
la
zona
hay
dos
Zepas
(Zonas
de
Especial
Protección
para
las
Aves)
y
es
un
lugar
de
presencia
del
lince.
Con
todo
esto
en
mente,
y
tras
dos
años
de
lucha
social,
el
gobierno
de
la
CLM
dio
carpetazo
al
asunto
en
2017.
Vuelta
a
la
carga.
Durante
los
últimos
años,
en
diferentes
foros
se
ha
seguido
defendiendo
la
idoneidad
de
la
zona
como
enclave
estratégico
para
que
España
-y
Europa-
dejen
de
depender
tanto
de
la
importación
de
elementos
de
tierras
raras
de
China,
argumentando
que
es
clave
para
la
descarbonización
y
la
transición
energética,
pero
también
defendiendo
el
respeto
medioambiental
de
la
actividad.
Fue
a
comienzos
de
2024
cuando
Quantum
Minería
volvió
a
solicitar
permisos
para
llevar
a
cabo
un
proyecto
de
investigación
para
cuantificar
la
cantidad
de
tierras
raras
en
Campo
de
Montiel,
aludiendo
al
“elevado
riesgo
de
sufrir
interrupciones
en
el
suministro”
debido
a
los
movimientos
estratégicos
de
China
de
los
meses
anteriores.

Quantum
afirma
que
su
proceso
es
respetuoso
con
los
cultivos
existentes
Minas
abandonadas.
Ante
este
nuevo
intento,
Ecologistas
en
Acción
volvió
a
reaccionar,
pero
también
propuso
una
solución.
Joan
Evans,
responsable
de
minería
en
la
organización,
apuntó
que
se
podrían
volver
a
explotar
las
minas
abandonadas
que
ya
hay
en
España,
en
cuyas
escombreras
hay
“cantidades
muy
importantes”
de
tierras
raras.
Ante
el
resurgido
interés
de
Quantum,
tanto
vecinos
como
la
Diputación
de
Ciudad
Real
y
la
plataforma
‘Sí
a
la
Tierra
Viva’
se
volvieron
a
oponer
a
la
concesión
de
permisos.
Ante
este
nuevo
rechazo,
Javier
Merino,
presidente
de
Quantum
Mineria,
afirmó
que
su
actividad
sería
“totalmente
compatible
con
las
actividades
tradicionales
de
la
zona”
y
que
el
clima
de
rechazo
se
debe
a
la
propagación
de
“noticias
falsas
con
fotografías
de
explotaciones
mineras
que
no
tienen
nada
que
ver
con
nuestro
proyecto”.
“La
más
ecológica
del
mundo”.
Como
espaldarazo
para
las
actividades
de
Quantum,
el
secretario
general
de
Primigea
-la
Confederación
Española
de
las
Industrias
de
las
Materias
Primas
Minerales-
afirmó
recientemente
que
“se
está
dejando
pasar
una
oportunidad”.
Considera,
además,
que
la
explotación
sería
“la
más
sencilla
y
ecológica
del
mundo”
debido
a
los
procesos
de
movimiento
de
tierras
y
restauración
que
comentamos
hace
unos
párrafos.
Por
su
parte,
Teresa
Llorens
Golzález,
comentó
a
20minutos
que
“la
minería
actual
es
muy
diferente
a
la
que
se
realizaba
en
el
siglo
pasado”,
aludiendo
a
la
restrictiva
normativa
minera
y
ambiental
en
España
que
no
permitiría
daños
al
medio
ambiente.
Pólvora
y
Seprona.
La
situación
se
ha
enquistado
y
el
punto
culminante
llegó
el
pasado
mes
de
diciembre.
‘Sí
a
la
Tierra
Viva’
compartió
la
denuncia
que
el
Servicio
de
Protección
de
la
Naturaleza
de
la
Guardia
Civil
había
elevado
contra
Quantum
Minería
por
realizar
supuestas
actividades
ilegales
al
buscar
recursos
sin
autorización.
Desde
Quantum
volvieron
a
insistir
en
que
la
plataforma
ecologista
tergiversa
la
realidad
para
manchar
la
imagen
de
la
empresa
y
su
actividad.
Recientemente,
el
ayuntamiento
de
Torrenueva
volvió
a
realizar
una
mesa
redonda
con
la
participación
de
vecinos,
asociaciones
y
colectivos
para
debatir
sobre
estas
acciones,
y
una
de
las
bodegas
de
la
región
también
se
sumó
a
ese
rechazo
de
un
proyecto
del
que
aún
no
hemos
visto
los
últimos
capítulos.
Imágenes
|
Xataka,
Quantum
Mineria,
Tom
Fisk
En
Xataka
|
España
tiene
la
mina
de
oro
más
grande
de
Europa.
El
problema
es
que
aún
no
la
hemos
abierto