[embedded content]
Tras varios meses de lucha, la obra social SIPSSA sigue poniendo trabas en la cobertura médica de Azul, una nena de un año y medio que tiene Síndrome de Williams.
El primer desafío para los papás fue conseguir un trabajo formal que le permitiera acceder al servicio que la nena requería.
Cuando lo lograron, hicieron el trámite de afiliación y se dieron con la triste noticia de que su hija había sido rechazada porque necesitaba un tratamiento especial por su enfermedad.
La familia no se quedó de brazos cruzados. Volvieron a insistir e iniciaron un proceso que llevó varios meses de trámites y de intervención de un abogado que defiende los derechos de Azul.
Hace unos días SIPSSA llamó a los padres aceptando finalmente la afiliación de la niña pero fijando una cuota mensual mucho más alta de lo que pagan otras familias.
¿Por qué esa diferencia?
Marcela, la mamá de Azul, señaló que SIPSSA quiere cobrarles 19 mil pesos por la cobertura de su marido y de la pequeña, un monto muy alejado de lo que suelen cobrar en otros casos.
«Yo llamé a la obra social y pregunté cuales serían los costos para una familia sin discapacidad y nada que ver con lo que me quieren cobrar a mi. Lo que hacen es un delito. Ella no debería pagar nada porque hay una ley que la ampara», aseguró Marcela a Radio Comunicar.
La familia presentó una denuncia ante el INADI por discriminación.
La Ley Nacional 24.901 sobre prestaciones por discapacidad, establece que las personas con discapacidad tienen derecho a recibir prestaciones para garantizar su bienestar y su inclusión y que las obras sociales y prepagas deben cubrir esas prestaciones.