El presidente del consejo de vigilancia del Grupo Volkswagen, Hans Dieter Pötsch, ha conseguido dar carpetazo al litigio que le unía al Dieselgate. La Fiscalía de Stuttgart ha retirado los cargos a cambio de un pago de 1,5 millones de euros. También se han retirado los cargos contra el ex CEO de la firma, Matthias Müller.
En mayo de 2017, la Fiscalía alemana inició una investigación en el marco del Dieselgate para averiguar si la cúpula de Volkswagen ocultó intencionadamente al mercado financiero en 2015 el alcance del escándalo para evitar pérdidas accionariales y un consecuente daño a su cotización.
Muchas nubes en el horizonte cinco años después
Según detalla Reuters, un portavoz de Porsche dijo que la empresa acogió con satisfacción el acuerdo y reiteró que Pötsch -que también preside la junta ejecutiva de Porsche- y Müller no habían violado las reglas de divulgación.
Será Volkswagen quien pague los 1,5 millones de euros de Pötsch para cerrar el caso, mientras que Müller no tendrá que pagar nada.
Lo cierto es que es la segunda vez que Pötsch llega a un acuerdo con la Justicia alemana, pues en mayo acordó pagar junto al actual presidente del grupo, Herbert Diess, 4,5 millones de euros para poner fin al caso penal en un tribunal de Braunschweig (Alemania).
De acuerdo a la Fiscalía de Brunswick, los ejecutivos de las compañías que cotizan en bolsa están obligados a anunciar públicamente eventos relacionados con los precios, como riesgos financieros significativos, tan pronto como se den a conocer, de forma que los accionistas puedan reaccionar a la situación de la empresa.
Algo que según la acusación, Volkswagen no hizo en el momento oportuno para no verse perjudicado en bolsa, llevando a cabo el anuncio «demasiado tarde».
No obstante, la investigación en torno al que fuera presidente del consorcio alemán, Martin Winterkorn, sigue en pie. Se le acusa de haber estado al tanto de las manipulaciones desde 2015 pero no impidió la venta de los vehículos Audi y Volkswagen afectados a partir de entonces.
Por otro lado, hace menos de un mes la Fiscalía de Múnich presentó cargos contra tres antiguos miembros de la junta ejecutiva de Audi y contra un exgerente por el escándalo Dieselgate. Los cuatro »están acusados de fraude, certificación falsa indirecta y publicidad criminal».
Volkswagen reconoció que cuando estalló el escándalo, alrededor de 11 millones de vehículos en todo el mundo estaban equipados con el software ilegal.
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