La crisis sanitaria revitaliza el comercio de barrio

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Una de las buenas noticias que nos ha traído la crisis sanitaria es la revitalización del comercio de barrio, de proximidad. El consumidor percibe que es más seguro ir a comprar a tiendas pequeñas donde sabe que no se van a producir aglomeraciones, donde el aforo es más reducido y si hay cola se espera en la calle al aire libre a que llegue nuestro turno.

Especialmente triunfa todo aquello que es más complicado de adquirir por Internet. Mientras que unos zapatos o una camisa, nos podemos arriesgar y comprarlos en una tienda online, carne, pescado, embutidos, etc. preferimos ver lo que vamos a comprar. Esto lo podemos llevar a la compra diaria, es más cómo comprar en el supermercado o el mercado del barrio que acudir a un gran hipermercado, tener que desplazarse en coche, aparcar, llegar a un lugar donde posiblemente encontremos aglomeraciones.

Más de la mitad de los españoles ha empezado a comprar en comercio local en el confinamiento

Pero es algo que ya había empezado antes de esta pandemia. Hemos visto como grandes gigantes del comercio buscaban acercarse al consumidor con un modelo de venta más próximo, con locales más pequeños. No es la primera gran cadena que abre tiendas de barrio, El Corte Inglés – Opencor, Decathlon, Carrefour o incluso algunas grades de la venta por Internet como Amazon abren tiendas temporales para campañas concretas como el Black Friday.

Sería un error que estos comercios de barrio solo pensaran en facturar sin preocuparse de intentar fidelizar al mayor número posible de clientes. Es una oportunidad para garantizar su futuro a medio plazo. Muchos de sus clientes son nuevos, necesitan ganarse su confianza y, sobre todo, ponérselo mucho más fácil que Internet o las grandes superficies para que puedan realizar sus compras. Y además ahorren tiempo, eso que siempre nos falta especialemente en las grandes ciudades.

Especialmente ahora que llega la campaña de Navidad, donde los grandes van a echar el resto para intentar salvar el año. Los más pequeños tienen que buscar su ventana de oportunidad para vender, para recomendar a sus clientes y lograr que puedan anticipar sus compras sin ningún problema, sabiendo que si se trata de un regalo y no acertaron podrán devolverlo sin inconvenientes.

Y hay que tener en cuenta que este año las campañas de Black Friday o rebajas, donde habitualmente se producen grandes aglomeraciones, juegan a favor del pequeño comercio. La realidad es que tienen buenas cartas, ahora tienen que saber jugar sus bazas para ganar la partida.