Puede
que
Jijona
sea
la
primera
localidad
que
nos
venga
a
la
mente
cuando
pensemos
en
Navidad
y
Alicante,
pero
muy
cerca
se
sitúa
otra
ciudad
donde
estas
fiestas
se
viven,
y
se
despiden,
a
lo
grande.
Hablamos
de
Alcoy,
una
histórica
villa
a
apenas
55
kilómetros
de
la
capital
provincial
que
puede
presumir
de
acoger
la
considerada
cabalgata
de
Reyes
más
antigua
de
España,
seguida
de
cerca
por
las
de
Igualada
y
San
Vicente
dels
Horts.
Declarada
Fiesta
de
Interés
Turístico
Nacional
en
2001,
la
Cabalgata
de
Reyes
Magos
de
Alcoy
fija
sus
inicios
en
1885
y
lleva
celebrándose
ininterrumpidamente
cada
año
desde
entonces,
aunque
sus
orígenes
se
remontan
incluso
a
fechas
anteriores,
apareciendo
una
primera
mención
en
la
prensa
local
en
1866.
Las
fuentes
históricas
vinculan
sus
inicios
a
la
costumbre
aún
más
antigua
de
sacar
a
pasear
por
las
calles
la
imagen
de
un
personaje
popular
local,
el
Tío
Píam,
al
que
acompañaban
los
niños
cantando
villancicos
antes
de
la
Epifanía.
Fuera
como
fuese
aquella
primera
celebración,
la
Cabalgata
de
Reyes
alcoyana
llega
fiel
a
su
cita
con
la
tradición
cada
año
poniendo
el
colofón
a
unas
fiestas
navideñas
que
se
viven
por
todo
lo
alto
en
la
ciudad,
cuyos
festejos
arrancan
con
el
concurso
que
lanza
el
Ayuntamiento
para
elegir
el
cartel
anunciador
de
la
llegada
de
los
Reyes.
Aunque
las
navidades
en
sí
mismas,
en
Alcoy,
empiezan
con
las
primeras
representaciones
del
Betlem
de
Tirisiti,
un
adorable
teatro
popular
de
marionetas
de
varillas
que
enlaza
con
el
costumbrismo
local.
Además
de
todos
los
actos
y
actividades
que
se
suceden
en
la
ciudad
y
municipio
durante
todo
el
mes
de
diciembre
y
primeros
días
de
enero,
otro
de
los
actos
históricos
que
preparan
la
llegada
de
los
Reyes
es
la
cabalgata
infantil
de
las
Pastoretes,
donde
los
más
pequeños,
ataviados
como
pastores,
desfilan
con
carros
y
rebaños
exhibiendo
bailes
tradicionales
y
repartiendo
caramelos.

Desde
1996
se
celebra
otro
acto
muy
esperado,
en
la
víspera
de
la
Cabalgata,
el
Pregó
del
Tío
Piam,
quien
proclama
la
llegada
del
Embajador
Real,
el
cual
recorre
las
calles
de
la
ciudad
acompañado
de
un
grupo
de
hombres
y
mujeres,
con
algunos
personajes
del
Betlem
de
Tirisiti,
anunciando
la
inminente
llegada
de
Sus
Majestades.
Y
aún
tiene
que
acontecer
otra
celebración
más
antes
de
esa
llegada,
el
Bando
Real
liderado
por
el
emisario
de
los
Reyes
que,
acompañado
de
una
comitiva,
declama
por
las
calles
una
pieza
literaria
de
versos
escritos
en
valenciano
que
también
se
reparten
en
papel.
Y
ya,
al
caer
la
tarde
del
día
5
de
enero,
Melchor,
Gaspar
y
Baltasar
hacen
su
majestuosa
entrada
en
Alcoy
montados
sobre
sus
camellos,
siguiendo
el
orden
tradicional
con
el
Rei
Negre
en
el
centro,
y
acompañados
de
una
nutrida
y
vistosa
comitiva.
El
desfile
lo
componen
de
decenas
de
músicos,
antorcheros,
bailarines,
pastores
y
demás
personajes,
con
pajes
que
incluso
cargan
con
escaleras
para
llevar
regalos
a
los
niños
que
presencian
la
fiesta
con
ilusión
desde
sus
balcones.
Todo
culmina
con
la
Adoración
al
Niño
Jesús
en
el
Nacimiento
de
la
Plaza
de
España,
coronado
con
un
espectáculo
pirotécnico
y
la
interpretación
de
El
Mesías
de
Händel.

Siempre
es
buen
momento
para
visitar
Alcoy
Aunque
no
puedas
presenciar
en
vivo
y
directo
la
magia
de
la
Cabalgata
y
la
Navidad
de
Alcoy,
cualquier
momento
del
año
es
bueno
para
una
escapada
a
esta
histórica
ciudad
alicantina,
con
su
clima
amable
en
invierno,
un
entorno
natural
espectacular
y
un
patrimonio
histórico
artístico
y
cultural
que
sorprende
al
visitante
primerizo.
De
hecho,
puedes
conocer
más
la
Navidad
alcoyana
todo
el
año
gracias
al
espacio
expositivo
del
Casal
del
Nadal,
en
la
antigua
capilla
de
la
Virgen
de
los
Desamparados,
un
pequeño
museo
donde
aparecen
representados
los
principales
personajes
y
actos
de
las
fiestas,
aguardando
el
arranque
de
las
siguientes.

Otras
visitas
imprescindibles
en
la
ciudad
son
museos
como
los
de
la
Ciencia,
la
Fiesta,
el
de
Arte
Moderno,
el
Arqueológico
Camilo
Visedo,
el
de
Bomberos
o
el
Explora
e
Isurus,
que
incluye
una
exposición
de
Paleontología.
Por
supuesto,
la
propia
ciudad
con
sus
calles,
plazas,
iglesias,
parques
y
entorno
ya
se
merecen
buenos
paseos
con
calma,
pudiendo
emprender
diversas
rutas
temáticas
y
disfrutar
también
de
su
riquísima
gastronomía,
con
especialidades
como
la
borreta
alcoyana,
la
pericana
o
su
tentadora
repostería,
que
va
más
allá
de
los
navideños
turrones
y
peladillas.
Para
los
amantes
del
turismo
activo
y
la
naturaleza,
Alcoy
es
otra
joya
por
descubrir
gracias
a
su
privilegiado
entorno.
Situado
en
un
valle
rodeado
de
sierras
donde
confluyen
las
aguas
de
los
ríos
Riquer,
Benisaidó
y
Molinar,
afluentes
del
Serpis,
los
puentes
perfilan
su
entorno
en
un
paisaje
montañoso
incluido
en
los
parques
de
la
Sierra
de
Mariola
y
del
Carrascal
de
la
Fuente
Roja.
Imágenes
|
Alcoy
Turismo
–
Betlem
de
Tirisiti
En
DAP
|
Arrop
i
tallaetes,
el
tradicional
“dulce
ácido”
de
origen
valenciano
que
probablemente
no
conocías