SpaceX
se
encuentra
en
plena
escalada
dialéctica
contra
la
Administración
Federal
de
Aviación
(FAA)
por
el
retraso
en
la
licencia
de
vuelo
de
Starship.
Uno
de
los
argumentos
que
esgrime
la
compañía
de
Elon
Musk
es
la
importancia
estratégica
de
su
cohete
frente
al
avance
de
China
en
el
espacio.
El
retraso
de
Starship «amenaza
directamente
la
posición
de
Estados
Unidos
como
líder
del
espacio»,
dice
una
extensa
carta
abierta
de
SpaceX.
La
carta
menciona
la
importancia
de
acelerar
el
desarrollo
de
Starship
para
cumplir
con
el
programa
Artemis
de
la
NASA:
el
regreso
de
Estados
Unidos
a
la
Luna
en
plena
carrera
espacial
contra
China,
y
la
antesala
de
la
conquista
de
Marte.
La
carta
no
menciona
otros
intereses
estratégicos
para
Estados
Unidos,
pero
los
hay.
El
Pentágono
ha
mantenido
conversaciones
con
SpaceX
para
alquilar
una
Starship
en
posibles
misiones
de
transporte
militar,
aprovechando
que
el
cohete
está
diseñado
para
volar
de
un
punto
a
otro
de
la
Tierra
en
pocos
minutos.
Con
una
capacidad
de
carga
de
más
de
100
toneladas,
Starship
marcará
también
un
antes
y
un
después
en
el
despliegue
de
constelaciones
de
satélites,
y
se
usará
tanto
para
ampliar
el
servicio
de
Starlink
como
para
escalar
Starshield,
la
versión
espía
de
Starlink
para
la
inteligencia
estadounidense.
Las
Starship
chinas
Gracias
a
las
inversiones
públicas
y
una
regulación
más
laxa
que
la
de
Estados
Unidos,
China
es
el
país
que
más
cohetes
reutilizables
está
desarrollando.
Algunos
están
directamente
inspirados
en
Starship;
otros
en
el
Falcon
9
de
SpaceX,
pero
con
elementos
de
Starship,
como
el
fuselaje
de
acero
inoxidable,
los
motores
de
metano
y
las
etapas
superiores
reutilizables.
El
proyecto
más
importante
es
el
Larga
Marcha
9
(CZ-9),
un
gigantesco
cohete
estatal
bajo
desarrollo
en
la
Corporación
de
Ciencia
y
Tecnología
Aeroespacial
de
China
(CASC).
Tiene
un
diseño
similar
a
Starship,
de
30
motores
en
su
primera
etapa,
y
está
previsto
que
coloque
100
toneladas
en
órbita
baja
antes
de
aterrizar.
Sin
embargo,
aún
quedan
años
para
verlo
en
acción.
Su
vuelo
inaugural
está
programado
para
2033,
cuando
se
empezará
a
usar
para
el
lanzamiento
de
telescopios
espaciales,
la
base
lunar
china
y
otras
potenciales
aplicaciones,
como
vuelos
tripulados
a
Marte.
No
será
el
cohete
que
lleve
a
los
primeros
astronautas
chinos
a
la
Luna:
esa
responsabilidad
recaerá
sobre
el
CZ-10.
En
la
industria
privada
china,
son
varias
las
empresas
que
buscan
tener
pronto
su
propia
Starship.
La
que
más
cerca
está
de
conseguirlo
es
LandSpace.
Su
cohete
Zhuque
3
es
más
pequeño
que
una
Starship
y
tiene
una
capacidad
de
carga
más
parecida
a
la
del
Falcon
9
(20
toneladas),
pero
también
cuenta
con
dos
etapas
de
acero
inoxidable
alimentadas
por
metano
y
oxígeno
líquido.
Hace
unos
días,
la
empresa
china
LandSpace
completó
el
segundo
vuelo
de
prueba
de
un
prototipo
a
escala
de
Zhuque
3.
El
cohete
alcanzó
10
km
de
altitud
y
reencendió
sus
motores
para
aterrizar
con
precisión,
demostrando
técnicas
de
reencendido
y
reutilización
similares
a
las
de
SpaceX.
La
empresa
Deep
Blue
Aerospace
también
ha
realizado
esta
semana
una
prueba
parecida
con
un
prototipo
de
su
cohete
Nebula.
Todo
iba
bien,
pero
el
cohete
de
la
prueba
VTVL
(despegue
y
aterrizaje
vertical)
falló
en
el
aterrizaje.
Deep
Blue
Aerospace
volverá
a
intentarlo
en
noviembre.
SpaceX
vs.
FAA
En
casa,
SpaceX
está
más
preocupada
por
la
burocracia
que
por
la
competencia
china.
Además
de
retrasar
el
quinto
lanzamiento
de
Starship
a
finales
de
noviembre
para
analizar
los
cambios
propuestos
por
SpaceX
(fundamentalmente,
cazar
el
propulsor
Super
Heavy
al
vuelo
con
los
brazos
mecánicos
de
la
torre
de
lanzamiento),
la
FAA
ha
propuesto
multar
a
SpaceX
por
incumplir
las
normas.
En
concreto,
propuso
una
multa
de
633.009
dólares
por
dos
supuestas
faltas
cometidas
durante
lanzamientos
del
Falcon
9:
no
haber
completado
un
proceso
de
verificación
dos
horas
antes
de
un
lanzamiento
(T-2
en
la
cuenta
atrás)
y
haber
utilizado
un
tanque
de
combustible
no
aprobado.
SpaceX
no
acepta
las
faltas.
Se
excusa
en
que
la
encuesta
de
verificación
en
T-2
no
es
obligatoria,
y
que
el
tanque
de
combustible
no
es
nuevo,
sino
que
ha
sido
movido
a
una
ubicación
más
segura,
lejos
de
las
zonas
públicas.
Elon
Musk
dijo
que
SpaceX
demandaría
a
la
FAA
por
extralimitación
regulatoria.
Musk,
quien
ha
venido
haciendo
campaña
contra
el
gobierno
de
Biden
y
la
carrera
por
la
presidencia
de
Kamala
Harris,
presiona
desde
su
cuenta
de
X
de
200
millones
de
seguidores
para
que
reduzcan
la
burocracia
de
los
lanzamientos
de
Starship.
El
objetivo,
dice:
enviar
cinco
Starship
no
tripuladas
a
Marte
en
dos
años
para
intentar
el
primer
vuelo
tripulado
en
la
siguiente
ventana
de
transferencia
entre
ambos
planetas
dos
años
más
tarde.
China,
mientras
tanto,
no
descansa.
Ya
ha
desafiado
a
la
NASA
con
lanzar
en
2028
una
misión
robótica
para
recoger
muestras
de
Marte.
La
NASA
tiene
al
rover
Perseverance
seleccionando
rocas
en
el
planeta
rojo,
pero
dejó
de
tener
un
plan
para
ir
a
buscarlas,
por
lo
que
ha
pedido
ayuda
al
sector
privado.
SpaceX
es
una
de
las
candidatas
y
se
ha
ofrecido
a
buscar
las
muestras
con
Starship.
Imágenes
|
SpaceX,
Shujianyang
(CC0
1.0),
LandSpace
En
Xataka
|
La
NASA
se
había
marcado
dos
grandes
objetivos
a
corto
plazo.
China
amenaza
con
derrotarla
en
los
dos