‘Jungla de Cristal’ (‘Die Hard’): así se hizo la que aún hoy es la mejor película de acción de la historia

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1978. En el primer tratamiento de ‘Die Hard’ enviado a Fox, John McClane moría, pero tampoco se llamaba John McClane. En aquellos tiempos, diez años antes del estreno de la película, la novela de Roderick Thorp, aún sin publicar, también tenía un título diferente.

Su agencia, Raines & Raine, envió el manuscrito de ‘Nothing Lasts Forever’ al estudio. Su protagonista se llamaba Joe Leland, un policía retirado del departamento de Nueva York, viudo y con muy malas pulgas, que acudía a visitar a su hija durante la celebración de la fiesta de navidad de su empresa.

El resto se parece bastante a lo que todos conocemos: un montón de terroristas con rehenes en un rascacielos californiano.

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En busca del mítico John McClane

McClane, perdón, Leland, acabará con los malos uno por uno, hasta lanzar por los aires al malvado de la función, Anton “Little Tony” Gruber… que caía al vacío junto a la hija del héroe, que también caía muerto de un último disparo. Menudo alegrón, ¿verdad? El primer analista de Fox contestó con un “NO RECOMENDADO” a los mandamases del estudio, clamando al cielo por el contenido violento, catastrofista y pesimista de la historia.

Thorpe no se vino abajo, de hecho diez años antes ya había debutado en Hollywood con ‘El Detective’, thriller al servicio de Frank Sinatra. ¿Sabéis quién era el personaje que interpretaba “la voz”? Efectivamente, John Leland.

1985. Bruce «Bruno» Willis ha dejado de trabajar en uno de los bares de moda en Nueva York y ha se encuentra en plena conquista catódica de los Estados Unidos: ‘Luz de Luna’ es un éxito descomunal de audiencias monumentales y ha rodado dos irregulares películas con Blake Edwards que, a pesar del éxito de la simpática ‘Cita a ciegas’, fracasó estrepitosamente con ‘Asesinato en Beverly Hills’, una de esas películas que en teoría lo tenía todo y en realidad no tenía nada más que sopor.

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Por otro lado, Don Arnold Schwarzenegger arrasaba con ‘Commando’, confirmándose como el héroe de acción más grande de la historia del cine. Con el proyecto de la adaptación de la novela de Thorpe a punto, Arnold se interesó en el proyecto, que iniciaba su pre-producción con Schwarzenegger a medio camino entre ‘Depredador’ y ‘Perseguido‘, y les había advertido a través de su agente, que estaba más que interesado en ser el héroe de ‘Jungla de Cristal’.

«Arnold tiene cinco películas cerradas, y esta sería la sexta«. No importó. Nadie esperó al protagonista de ‘Terminator 2’. A veces los ejecutivos, al menos los de los ochenta, los que aprobaban películas como ‘Robocop‘ para los grandes estudios, aportaban sentido común aunque fueran pasados de revoluciones.

En Fox alguien se encargó de unos últimos recordatorios antes de dar luz verde al proyecto: nada de héroe de la tercera edad (el héroe original tenía 65 años) y nada de padre coraje. John McClane era un divorciado insoportable cínico que no podría mantener una familia unida ni aunque fuera el mayor propósito de año nuevo que nunca hubiera hecho.

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¿’Jungla de Cristal’ con Richard Gere? Pudo pasar

1987. Con la película en pleno proceso de gestación, dos nombres realmente alocados salieron a escena: Paul Verhoeven, que venía de ser el éxito más violento y fresco de la historia de Hollywood hasta entonces, era el nombre que sonaba tras las cámaras. Si ya era una apuesta arriesgada (y mágica, no nos vamos a engañar), el héroe que se traían entre manos no lo era menos: Richard Gere.

Como lo que se pretendía era humanizar al héroe, los músculos de Arnold Schwarzenegger resultaron tan inútiles como colocar al héroe apuesto y varonil de ‘Oficial y Caballero’ tampoco era una opción: necesitaban al vecino de al lado, algo donde tampoco terminaba de encajar otro intérprete tanteado para la producción, ni más ni menos que Al Pacino.

Y en esas, alguien recayó en el tipo ese que estaba interpretando al personaje más cínico de la tele y seduciendo a todos los telespectadores del mundo. Ah, antes de ser McClane, el personaje se llamaba Ford, pero John Ford sonaba demasiado icónico, ¿verdad?

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«Shane Black creó Die Hard»

Shane Black escribió el guión de ‘The Last Boy Scout’, pero el título original era ‘Die Hard’. ‘The Last Boy Scout’ se llamó primero ‘Die Hard’, y ‘Die Hard’ se había titulado antes ‘Nothing Lasts Forever’… Confía en mí. Shane creó Die Hard”. Esa brabuconada la asegura, entre risas, Steve E. De Souza, guionista de ‘Jungla de Cristal’ (junto a Jeb Stuart) tal y como la conocemos.

Joel Silver llamó al guionista Shane Black (entonces famoso por el extraordinario éxito de su primer guión, ‘Arma Letal’) y le dijo que necesitaba usar el título de un guión de otra película que Shane ya tenía en marcha. Así que Shane Black, que necesitaba sacar adelante su proyecto, lo hizo y le dio a Silver el título de ‘Die Hard’ con el que había bautizado lo que sería en su momento el guión mejor pagado de la historia del cine: ‘El último boy scout’.

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Durante ese periodo, el destino había devuelto a escena al futuro gobernador de California para aconsejar una última parte importante al productor Silver: John McTiernan era el hombre adecuado para rodar ‘Depredador’. Vaya si lo fue. Tanto, que también se encargaría de ‘Jungla de Cristal’.

¡ACCIÓN!

Alan Rickman llevaba más de una década en producciones teatrales y televisivas, y entró en pánico cuando llegó la posibilidad de formar parte de un maldito blockbuster, de una peli de acción ruidosa llena de sangre y sudor, pero donde no precisamente por los duelos a espada shakesperianos a los que estaba acostumbrado.

Afortunadamente para todos, subió a bordo cuando comprendió que esa sensibilidad clásica que aporta al villano de la función, Hans Gruber, sería una de las cimas de los villanos del cine no ya de acción, si no clásico. ¿Sabéis lo más flipante de todo? Era su primera película.

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Ahora solo faltaba pulir un par de detalles, principalmente uno que no gustaba a McTiernan: los malos de la función no podían ser terroristas, porque era algo demasiado pobre.

¿Terrorismo?, eso es imposible. Simplemente no puede ser así. ¿Hay alguna manera de que podamos convertir esto en un robo? A todo el mundo le gustan los ladrones. Son buenos chicos malos. Son chicos malos divertidos. Hay un cambio básico en la dinámica. El terrorismo siempre ha sido algo que nos hace sentir tristes”.

En el guión original, los malos eran japoneses, otro detalle que no era del gusto de McTiernan, que dijo: «Rotundamente no. Están comprando todo Hollywood. No vamos a hacer de ellos los enemigos ahora. Que sean alemanes, todos odian a los alemanes«.

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También en ese tratamiento inicial, la historia se desarrollaba a lo largo de tres días, pero McTiernan prefería que tuviera lugar durante una sola noche por, atención, ‘El sueño de una noche de verano’ de William Shakespeare, quién sabe si haciendo más fácil el tránsito de las tablas al blockbuster del único personaje a la altura de McClane: Hans Gruber.

Un western en la actualidad

El lujo de filmar a lo grande explosiones reales, contar con efectos especiales extraordinarios y un nivel de protecnia sin igual, el empleo de la violencia más realista posible y una estupenda banda sonora del desaparecido Michael Kamen hicieron que ‘Jungla de Cristal’ se convirtiera en el mejor ejemplo de western clásico de mi generación en la actualidad.

Una obra maestra rotunda que mezclaba de manera ejemplar el cachondeo con el dolor, y que sentó las bases del cine de acción de la edad de oro creando un subgénero conocido como «Una jungla de cristal en…» tan trillado que, cuenta uno de los entrevistados en el indispensable ensayo ‘Die Hard: An Oral History’, pasados unos cuantos años y un sinfín de ejemplos, un ejecutivo envió un correo a un estudio con una propuesta perfecta para un blockbuster de acción: una jungla de cristal en un edificio.

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James Cameron: «Die Hard es la mejor película de acción jamás realizada»

Si con mis palabras no tenéis suficiente, os lo puede contar James Cameron con las suyas. Sí, ese James Cameron. Coincidiendo con el 30º aniversario de ‘Jungla de cristal’, el autor de ‘Terminator’ o ‘Avatar’ dice lo siguiente:

«Die Hard es LA PELÍCULA DE ACCIÓN MÁS GRANDE de los 80, y podría decirse que es la mejor película de acción jamás realizada. Nunca envejece. Es la última película masculina. La gran obra sobre el chico subestimado que supera a los villanos super-inteligentes, el hombre común contra los profesionales, el concepto clásico de ‘escogiste al hombre equivocado con el que meterse’, el marido protector, el héroe abrumado hablando consigo mismo porque cree que está a punto de morir. Marca todas las casillas de la psique masculina. Ahora y para siempre, un clásico«.