Los 40 son los nuevos 30. Y los 70 los nuevos 60, quizás por eso no sorprenda que se empiece a plantear la jubilación a los 70, un debate que se empieza a poner encima de la mesa en diferentes países de Europa, incluyendo algunos tan solventes como la propia Alemania.
La principal razón es que el mantenimiento del sistema de pensiones cada vez consume más recursos públicos y no se sostiene por las propias aportaciones de los trabajadores. La razón fundamenta es que la esperanza de vida a aumentado de forma importante en los últimos 50 años. Esto supone que cuando alguien accede a la jubilación lo hace durante muchos años.
Este es el planteamiento de la patronal alemana. De momento el gobierno alemán no está por la labor, pero se empieza a plantear para que cuando se tome la decisión haya una parte de la población que ya lo asuma como algo inevitable.
Alemania no es España. Hay realidades diferentes. Empezando por un sector industrial muy fuerte, con altos salarios que generan también altas pensiones. Y su curva demográfica va algo más adelantada a la nuestra, es decir, la generación del baby-boom, empieza a jubilarse en Alemania en unos pocos años. En España este pico de natalidad se dio unos cuantos años más tarde.
También tiene un alto nivel de pensionistas que siguen trabajando, al menos parcialmente, después de llegada la edad de la jubilación. Es otra de las alternativas que aliviaría, al menos en parte, la carga del sistema de pensiones.
Por último, los autónomos en Alemania no tienen derecho a pensión. Esto hace que este colectivo alargue significativamente mucho más tiempo su retiro. Incorporar a este colectivo al sistema de pensiones también ayudaría a generar más ingresos.
Lo cierto es que de aplicarse estas medidas sería muy complicado que no acaben extendiéndose a otros países de la UE, entre ellos España. No será inminente, pero a medio plazo no será extraño ver una nueva reforma que alargue los plazos de jubilación de forma progresiva.
