Dedicada en los últimas décadas a preservar la institución que encabeza y lograr que sortee los escándalos financieros y sexuales, y hasta acusaciones por racismo, la reina Isabel II, de 96 años, celebra estos días sus 70 años de reinado en medio de las dudas sobre una posible sucesión debido a sus problemas de salud y pedidos de algunos detractores para abolir la monarquía británica.
La monarca, que está celebrando este año el Jubileo de Platino, tiene problemas de movilidad, por lo que tuvo que saltarse algunos de los eventos más importantes, como la apertura Estatal del Parlamento, donde estuvo ausente por primera vez en más de 50 años.
Su reciente ausencia en el evento, en el que fue reemplazada por su heredero, el príncipe Carlos, plantea dudas sobre si se pondrá en vigencia la Ley de Regencia, promulgada oficialmente en 1937, que especifica quién reemplaza a un monarca cuando no puede cumplir con sus funciones.
Según el biógrafo real Clive Irving, la reina Isabel probablemente lo hará después del Jubileo de Platino y nombrará a Carlos como rey.
A principios de este año, la monarca declaró su «sincero deseo» de que Camilla Parker Bowles, esposa del príncipe, fuera nombrada reina consorte una vez que Carlos ascendiera al trono.
La sucesión de la corona, la prueba mayor
Para algunos historiadores y expertos reales, la monarquía debe afrontar la sucesión de la corona como su mayor prueba en más de medio siglo.
Según Catherine Haddon, historiadora del Instituto of Goverment de Londres, experta sobre los cambios de gobiernos, la Constitución y el papel de los ministros en el Reino Unido, para la mayoría de las personas la reina es la única monarca que los ciudadanos recuerdan.
Haddon sostiene que cuando el príncipe Carlos la suceda, tendrá que demostrar que la monarquía todavía merece su papel en el corazón de la Constitución del Reino Unido y cree que el hijo de la reina no heredará los altos índices de aprobación pública que tiene su madre.
Para otros expertos, el futuro de la monarquía británica pertenece al príncipe Guillermo, segundo en la línea del trono, y su esposa Kate Middleton.
Las encuestas muestran que la mayoría de los británicos apoya a la monarquía y, aunque su padre tiene menos popularidad, Guillermo y Kate son los miembros de la realeza más queridos después de la reina.
A su vez, la historiadora Sarah Gristwood dice que debido a la edad del príncipe Carlos, de 73 años, y de su esposa, de 74, existe la sensación de que a largo plazo el futuro de la monarquía británica está puesto en ambos jóvenes.
Críticas a la monarquía
La monarquía también tiene sus detractores y, a propósito de las celebraciones, algunos activistas están pidiendo abolirla.
Graham Smith, director del movimiento Republic, admite que es «el momento adecuado para plantear el tema y hacer que la gente debata el futuro de la monarquía».
«No hay ninguna expectativa de que la monarquía sea abolida mientras la reina esté en el trono porque goza de un fuerte apoyo popular», dijo a la BBC.
«Setenta años de una persona como jefe de Estado no es una gran idea. No es saludable para una democracia y este es probablemente el último gran evento del reinado de la reina y debemos comenzar a pensar en lo que sucederá a continuación», apuntó.
«Setenta años de una persona como jefe de Estado no es una gran idea. No es saludable para una democracia»Graham Smith, director del movimiento Republic
Apoyo popular, pese a los escándalos
De todas formas, la institución sigue gozando de un amplio apoyo, según las encuestas más recientes, a pesar de los últimos escándalos reales que involucraron al príncipe Andrés, de 61 años, hijo de la reina, que fue acusado de agresiones sexuales en en la mansión de Jeffrey Epstein, el financista que murió en una cárcel de Nueva York mientras esperaba juicio por tráfico sexual de menores y otros delitos.
También impactaron en la corona las acusaciones públicas de racismo realizadas por la actriz estadounidense Meghan Markle, esposa del príncipe Harry, mientras que aún resuena en la memoria la conmoción que representó la muerte de su madre, Lady Di, en un accidente automovilístico en París en 1997, un año después de divorciarse del príncipe Carlo, y que despertó incluso numerosas especulaciones e investigaciones oficiales.
De acuerdo a una encuesta de la consultora YouGov, los británicos ven a la reina bajo una luz muy favorable y tienden a apoyar la institución de la monarquía en general.
El sondeo muestra que seis de cada 10 británicos (62%) piensan que Reino Unido debería continuar teniendo una monarquía en el futuro y solo el 22% indica que el país debería pasar a tener un jefe de Estado electo en su lugar.
Los británicos también son más propensos a pensar que el príncipe Guillermo será un mejor rey que su padre, en particular los jóvenes.
A la vez, las encuestas también revelan que la mayoría de los británicos creen que la reina ha hecho bien su trabajo.
La monarca logró que la familia real británica sea además, una de las instituciones más reconocidas en el mundo y según la consultora Statista, es la quinta marca corporativa más grande y conocida a nivel mundial, solo por detrás de Facebook, Amazon, Google y Apple, e incluso por delante de gigantes como Disney, Nike, Coca-Cola o Microsoft.
Una figura emblemática
Desde el comienzo de su reinado, si bien no está involucrada en la actividad política, Isabell II representa al pueblo británico en el ámbito institucional y desempeña un papel importante como una figura emblemática tradicional.
Es conocida por tomarse en serio los temas gubernamentales y políticos, además de sus deberes ceremoniales y se le atribuye a su vez la modernización de muchos aspectos de la monarquía. De hecho, desde que se convirtió en monarca, promovió grandes cambios culturales dentro de la institución.
Uno de ellos fue con su propia coronación el 2 de junio de 1953, 16 meses después de la muerte de su padre el rey Jorge VI, de 56 años, al permitir que el evento en la Abadía de Westminster fuera transmitido en vivo por televisión por primera vez.
Fue un acontecimiento revolucionario, ya que antes sólo las clases altas tenían acceso a este a este tipo de eventos.
La decisión de permitir la entrada de las cámaras para su coronación fue muy controvertida y el gobierno británico se opuso con vehemencia, pero se siguió adelante y revolucionó la forma en que la monarquía interactuaba con los medios de comunicación.
La forma de comunicarse y saludar durante los compromisos públicos con la población también cambió con Isabel II, ya que las antiguas monarquías rara vez entraban en contacto con sus súbditos.
No hace muchos años, abrió al público los palacios de Buckingham y Windsor, donde suele residir habitualmente, para usarlo en ceremonias oficiales, visitas de Estado y visitas turísticas.
La actitud de la monarquía británica hacia el divorcio fue otro de los grandes cambios que se impusieron a partir de los nuevos miembros de la familia real.
A diferencia de su tío Eduardo VIII, que se vio obligado a abdicar al trono en 1936 por la oposición que tuvo para casarse con una mujer divorciada, la estadounidense Wally Simpson, el casamiento entre Harry y Meghan simbolizó una nueva visión de la monarquía, ya que rompieron con diferentes tradiciones.
Más de 2.000 eventos por la reina
Reino Unido celebrará desde este jueves y durante cuatro días el jubileo de platino de la reina Isabel II, que marca sus 70 años en el trono, con más de 2.000 eventos públicos y fiestas en las calles, además de desfiles y hasta un mega concierto de música pop con grandes figuras del espectáculo de todo el mundo.
El jueves por la mañana, más de 1.200 soldados de la guardia real marcharán por una zona céntrica de Londres, cerca del Palacio de Buckingham, en el tradicional Trooping the Colour o «Desfile del Estandarte», que desde hace más de 250 años conmemora anualmente el cumpleaños oficial de la reina.
Cancelado en 2020 y 2021 debido a la pandemia, este año se estima que convocará a una gran multitud, entre ellos muchos turistas.
Se espera que la monarca aparezca en el balcón del palacio, además de otros miembros de la realeza, para el tradicional saludo y desde donde podrán apreciar una exhibición aérea de los aviones de la Real Fuerza Aérea Británica.
Hasta hace poco, la reina saludaba a las tropas ella misma montada a caballo. Pero este año, con 96 años y graves problemas de movilidad, será remplazada por su heredero, el príncipe Carlos, que a sus 73 años va poco a poco asumiendo más funciones en una progresiva transición monárquica.
Quedaron excluidos del balcón el príncipe Harry y su mujer, Meghan Markle, que dieron un paso atrás dentro de la realeza y se mudaron a Estados Unidos, así como el príncipe Andrés, hijo de la reina de Inglaterra, apartado recientemente de sus responsabilidades después de haber alcanzado un acuerdo extrajudicial con Virginia Giuffre, la mujer que lo acusó de abusos sexuales cuando era menor de edad.
Por la noche, los miembros de la familia real asistirán al encendido del faro principal del palacio, una escultura de 21 metros de altura.
Se encenderán además más de 3.000 antorchas en todo el Reino Unido, así como en las islas del Canal de la Mancha, la isla de Man en el mar de Irlanda, los territorios británicos de ultramar y 54 ciudades de la Commonwealth en los cinco continentes.
También se iluminarán nueve puentes que cruzan el río Támesis en el centro de Londres, la emblemática torre de BT (British Telecom) de la capital y varias catedrales inglesas.
El viernes de 3 de junio habrá un servicio de «Acción de Gracias» por el reinado de la reina en la catedral de San Pablo, en el centro de Londres.
Para la ocasión, se hará sonar excepcionalmente la mayor campana de iglesia del país, bautizada Gran Pablo y fundida en 1882, que desde su restauración el año pasado, es la primera vez que suena para una ocasión real.
En tanto, el 4 de junio la monarca participará de una carrera de caballos en el hipódromo de Epsom Downs en Surrey, en el sur de Inglaterra.
A su vez, los miembros de la familia real participarán de un concierto en vivo al aire libre frente al Palacio de Buckingham, a las 20 horas (16 argentina), que será transmitido por la BBC.
El concierto tendrá como principales figuras a Diana Ross, Elton John, Rod Stewart, Andrea Bocelli, Sigala y contará también con las actuaciones del guitarrista de Queen, Brian May, así como Adam Lambert, Duran Duran, Craig David y Alicia Keys, entre otros.
Finalmente, el domingo 5 de junio se llevará a cabo «The Big Lunch», un evento que invita a la población a compartir almuerzos y festejos con los vecinos en las calles o en los jardines de Londres y distintas ciudades de Reino Unido.
Por la tarde, los británicos disfrutarán de un desfile de carnaval que se celebra en el centro de Londres, en el que participan miles de personas, incluyendo marionetas, celebridades y homenajes a las siete décadas de reinado de la reina.
El final contará con la actuación del cantante británico Ed Sheeran y la entonación del himno nacional frente a la residencia oficial de la Reina.
Un reinado de 70 años en los que fue testigo desde guerras hasta escándalos familiares
La soberana comenzó a reinar el 6 de febrero de 1952, el mismo día en que murió su padre, Jorge VI, de 56 años, a causa de un cáncer de pulmón.
Sin embargo, recién fue coronada el 2 de junio de 1953 en la Abadía de Westminster, en el centro de Londres, donde se realizan todas las coronaciones de reyes británicos desde 1066.
Nacida el 21 de abril de 1926 en la casa número 17 de Bruton Street en Mayfair, Londres, Isabel II fue la primogénita del entonces príncipe Jorge, duque de York, padre también de la princesa Margarita.
La futura monarca de Inglaterra no estaba destinada a reinar el Reino Unido, pero la abdicación de su tío Eduardo VIII, para casarse con la estadounidense Wallis Simpson, cambió la sucesión y su padre asumió el trono en diciembre de 1936, de manera que Isabel se convirtió en heredera con solo diez años.
La muerte del rey Jorge sorprendió en Kenia a Isabel, de 25 años, quien había viajado en un tour de la Commonwealth con su esposo Felipe de Edimburgo, con el que había contraído matrimonio en 1947.
Winston Churchill la recibió en Londres, vestido de riguroso luto, al pie de la escalerilla del avión que la había transportado, convirtiéndose así en el primero de los 14 primeros ministros con los que Isabel II hablaría en los próximos 70 años.
Además de Isabel II, solo dos monarcas en la historia alcanzaron los 70 años en el trono: Luis XIV, rey de Francia, que reinó durante 72 años y 110 días desde 1643 hasta 1715, y el rey Bhumibol Adulyadej de Tailandia (70 años y 126 días desde 1946 hasta 2016).
En sus 70 años como monarca, Isabel II, madre de cuatro hijos, tomó incluso un rol protagónico en algunos de los conflictos que ocurrieron durante su reinado, como el de Irlanda del Norte, donde ayudó a normalizar las relaciones anglo irlandesas, mientras que llegó a prometer que defendería la ocupación militar británica en Gibraltar y de las islas Malvinas.
«Mi gobierno garantizará la seguridad, buena gobernanza y desarrollo de los territorios de ultramar, incluida la protección del derecho de los habitantes de las Falklands (Malvinas) y de los gibraltareños a determinar sus futuros políticos», declaró la reina en 2013 al presentar ante el Parlamento el programa legislativo del gobierno.
En 1977, Isabel II celebró su Jubileo de plata con grandes fiestas y desfiles en todo Reino Unido y la mancomunidad británica. En medio del aniversario se generó una fuerte polémica después de que los Sex Pistols lanzaran la canción «God Save the Queen», en la que califican a la monarquía de «régimen fascista».
Unos años después, en 1981, asistió al casamiento del príncipe Carlos con la princesa Diana Spencer, una pareja cuyos escándalos dieron varios dolores de cabeza a la monarquía.
El 25 de diciembre de 1992, la reina pronunció su tradicional discurso navideño del «annus horribilis», marcado por las separaciones de sus hijos Carlos y Andrés, el divorcio de la princesa Ana de Inglaterra, y un incendio en el Castillo de Windsor.
Carlos y Diana se divorciaron finalmente en 1996 y el heredero al trono se casó en 2005 con su amante Camila Parker Bowles.
El 31 de agosto de 1997, la muerte de la princesa Diana y de su entonces pareja, el magnate egipcio Dodi Fayed, en un accidente automovilístico en el túnel del Puente del Alma, en París, mostró a la soberana distante y fría, en contraste con el dolor de la población, lo que causó fuertes críticas entre los británicos y alimentó las hipótesis conspirativas que corrían por entonces sobre el trágico episodio.
El 9 de abril 2002, Isabel recibió otra dura noticia cuando falleció su hermana Margarita, de 71 años, y menos de dos meses después, el 30 de marzo, la reina madre a los 101 años.
A fines de abril de 2011, su nieto Guillermo, segundo en la línea sucesoria, se casó con su novia, Catalina, en otra súper boda de la monarquía británica.
En mayo del mismo año, Isabel II realizó una visita histórica de reconciliación a la República de Irlanda, la primera de un monarca británico desde la independencia en 1922.
En junio de 2012, la reina británica presidió cuatro días de celebraciones fastuosas para conmemorar el 60º aniversario de su ascenso al trono con el llamado Jubileo de diamante.
El 9 de septiembre de 2015, Isabel II se convirtió en la monarca británica más longeva de la historia de ese país al superar a su tatarabuela Victoria.
El 19 de mayo de 2018, su nieto Enrique -conocido popularmente como Harry- se casó con la actriz estadounidense Meghan Markle, lo que fue considerado por algunos analistas como un símbolo de la modernización de la monarquía, aunque en marzo de 2020 la pareja se apartó y criticó públicamente a la familia real, llamando «racista» a algunos de sus miembros.
El 9 de abril de 2021, la reina de Inglaterra sufrió otra noticia devastadora: falleció su compañero de toda la vida, el príncipe Felipe de Edimburgo.
Las apariciones públicas de la monarca británica son menos frecuentes desde que su salud comenzó a degradarse a fines de octubre y tras dar positivo por covid en febrero de este año.
El 6 de febrero, al cumplir sus 96 años, la reina expresó en un mensaje dirigido a la nación su «sincero deseo» de que Camila, la esposa del príncipe heredero Carlos, sea la reina consorte.
Hasta ahora, se daba por hecho que la segunda esposa del príncipe Carlos, de 73 años, sería solo princesa consorte.
A lo largo de sus siete décadas de reinado, la monarca británica ha sido caracterizada por su buen y agudo sentido del humor.
«Reírse de las cosas ha sido una importante técnica de supervivencia», según el historiador británico real Robert Lacey, quien asegura que si bien se toma su trabajo en serio, al mismo tiempo no impide que pueda tener un sentido de humor bien desarrollado.
La reina tampoco está alejada de la tecnología y participa de las redes sociales, en las cuales comparte sus momentos más memorables. The Royal Family Channel es una de las cuentas que utiliza en la red Tik Tok.
Para el Jubileo de platino, Reino Unido celebrará desde mañana y durante cuatro días los 70 años del reinado de Isabel II con más de 2.000 eventos públicos y fiestas en las calles, además de desfiles y hasta un mega concierto de música pop con grandes figuras del espectáculo de todo el mundo.