El mítico circuito de Indianápolis está luchando por regresar a la Fórmula 1. Así lo ha admitido el nuevo dueño del circuito, y de toda la IndyCar, Roger Penske. El magnate estadounidense ha asegurado que ya han mantenido conversaciones con Chase Carey, el CEO de Liberty Media, para que Indianápolis vuelva a la Fórmula 1.
Penske está empeñado en devolver la Fórmula 1 a Indianápolis más de una década después de su marcha. El objetivo sería que entrase en 2022, aunque todavía queda mucho por negociar. Además, tampoco descarta la posibilidad de que los hiperdeportivos de IMSA y WEC corran en Indianápolis en un futuro.
Ya ha habido reuniones entre Penske, el nuevo dueño de Indianápolis, y Chase Carey
«Mi hijo Greg se reunió con Chase Carey y han tenido conversaciones preliminares durante las últimas dos semanas», decía Penske en una reciente entrevista con la revista Racer, en la que reconocía que le interesaba regresar a la Fórmula 1 pero que ahora valoran si es viable económicamente.
En cualquier caso, Penske es contundente y afirma que «quiero que la Fórmula 1 regrese en algún momento, pero no antes de 2022″. Esa temporada se producirá el cambio de reglamento técnico en la Fórmula 1, ya que ha tenido que ser retrasado debido a que la pandemia del coronavirus mantiene las fábricas cerradas.
Indianápolis no acoge una carrera de Fórmula 1 desde 2007, cuando Lewis Hamilton se llevó la victoria tras una lucha cuerpo a cuerpo con Fernando Alonso, ambos en McLaren. El Gran Premio de Estados Unidos en Indianápolis quedó herido de muerte en 2005, tras aquella famosa carrera con solo seis coches en pista y los Michelin destrozándose en el óvalo.
Pero además, Penske va más allá y también reconoce conversaciones con John Doonan, el presidente IMSA, para organizar carreras de resistencia. «Indianápolis es para los ‘purasangre’ y queremos que sea especial. Queremos que vengan los deportivos. Creo que hay buen potencial para correr una carrera de resistencia en el Speedway», dijo Penske.
Hay que recordar que IMSA y ACO han acordado unificar su reglamento técnico para que los coches de una y otra categoría sean iguales y puedan correr ambos certámenes. Es decir, podríamos ver a los hiperdeportivos del WEC corriendo una carrera de resistencia en Indianápolis. Sería absolutamente espectacular.
«En definitiva, queremos crear carreras más espectaculares. Queremos cosas que duren mucho tiempo, que nuestros fieles seguidores vengan al circuito con sus amigos y familiares. Es una gran oportunidad para que marquemos la diferencia», concluía un Penske que tiene pensada una revolución profunda en el óvalo más famoso del mundo, Indianápolis.
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