El
salón
es,
probablemente,
la
estancia
más
significativa
de
cualquier
hogar.
Es
el
espacio
donde
se
recibe
a
los
invitados,
donde
se
comparten
momentos
de
descanso
y
donde
se
proyecta
gran
parte
de
la
identidad
de
quienes
lo
habitan.
Decorarlo
con
acierto
es
un
ejercicio
de
equilibrio
entre
estética
y
funcionalidad,
entre
lo
práctico
y
lo
bello,
entre
lo
que
se
quiere
mostrar
y
lo
que
se
necesita
en
el
día
a
día.
Ahora
bien,
a
menudo
pensamos
en
el
salón
como
un
lugar
de
tránsito:
un
sofá,
una
mesa,
quizá
una
estantería
y
listo.
Pero
las
tendencias
más
actuales
en
interiorismo
han
demostrado
que
un
salón
bien
diseñado
no
solo
transforma
la
casa,
sino
también
la
manera
en
la
que
se
vive
en
ella.
Un
espacio
luminoso,
elegante
y
coherente
invita
al
bienestar
y
a
la
convivencia.
Un
salón
descuidado,
por
el
contrario,
transmite
caos
y
resta
valor
incluso
al
resto
de
estancias.
Es
un
bluf
total.
Lo
mejor
es
que
no
hace
falta
embarcarse
en
reformas
interminables
para
conseguir
un
salón
de
revista.
Con
una
serie
de
cambios
estratégicos
—una
nueva
paleta
de
color,
una
pieza
protagonista
o
la
forma
de
colocar
los
muebles—
el
ambiente
puede
ganar
amplitud,
frescura
y
modernidad.
No
es
imposible
dar
el
salto
hacia
un
salón
moderno,
elegante
y
funcional.
1.
Cómo
decorar
un
salón
con
estilo
1.1.
La
importancia
de
la
iluminación
Un
salón
sin
luz
es
un
salón
sin
vida.
La
iluminación
es
uno
de
los
recursos
más
poderosos
para
definir
la
atmósfera.
No
se
trata
solo
de
contar
con
una
lámpara
central:
lo
ideal
es
trabajar
diferentes
capas
de
luz.
Lámparas
colgantes
para
el
comedor,
focos
empotrados
para
zonas
de
paso,
lámparas
de
pie
en
rincones
de
lectura
y
luces
indirectas
que
aporten
calidez.
La
luz
natural,
por
supuesto,
es
el
mejor
aliado:
cortinas
ligeras
y
espejos
estratégicamente
colocados
pueden
multiplicarla
y
dar
una
sensación
de
amplitud
inmediata.

1.2.
Diseño
que
fluye
El
diseño
de
un
salón
actual
no
se
entiende
sin
versatilidad.
Hoy
los
espacios
son
cada
vez
más
abiertos,
por
lo
que
el
salón
convive
con
la
cocina
o
el
comedor.
Esto
exige
pensar
en
un
mobiliario
adaptable:
sofás
modulares,
mesas
que
se
desplazan
con
facilidad,
muebles
auxiliares
con
ruedas
o
estanterías
que
delimitan
sin
cerrar.
La
clave
está
en
lograr
fluidez,
un
espacio
que
se
adapte
a
diferentes
momentos
y
que
conserve
siempre
un
aspecto
coherente
y
ordenado.
1.3.
Suelos
que
definen
el
carácter
El
suelo
suele
ser
uno
de
los
grandes
olvidados,
pero
es
lo
que
da
unidad
al
conjunto.
Los
materiales
continuos
como
el
microcemento
o
los
porcelánicos
XXL
marcan
tendencia,
aportando
modernidad
y
limpieza
visual.

Para
quienes
buscan
calidez,
la
madera
sigue
siendo
imbatible,
especialmente
en
tonos
claros
o
medios.
Y
si
lo
que
se
pretende
es
separar
ambientes,
una
buena
alfombra
puede
actuar
como
frontera
decorativa
y
aportar
textura
acogedora.
1.4.
Paredes
con
personalidad
Atrás
quedaron
los
salones
con
paredes
completamente
blancas.
El
papel
pintado
con
motivos
geométricos,
los
paneles
de
madera
o
incluso
los
revestimientos
de
piedra
ligera
son
recursos
cada
vez
más
usados.
Otra
tendencia
es
elegir
una
pared
como
protagonista
y
pintarla
en
un
color
profundo
como
el
azul
petróleo,
el
verde
bosque
o
el
burdeos.
Esa
pared
de
acento
genera
contraste
y
aporta
una
sensación
de
profundidad
muy
efectiva.
1.5.
Superficies
y
encimeras
Aunque
solemos
pensar
en
encimeras
solo
para
la
cocina,
cada
vez
es
más
común
ver
superficies
de
mármol,
granito
o
cuarzo
en
salones.
Una
mesa
de
centro
en
mármol
veteado
o
un
aparador
con
tapa
de
piedra
se
convierten
en
elementos
protagonistas,
elevando
el
conjunto.

El
secreto
está
en
combinarlas
con
materiales
más
cálidos,
como
textiles
de
lino
o
muebles
de
madera.
El
contraste
genera
una
armonía
sofisticada
y
un
ambiente
contemporáneo
y
elegante.
1.6.
Muebles
bien
elegidos
El
exceso
recarga
y
resta
amplitud.
Menos
piezas,
pero
de
mayor
calidad,
es
la
máxima
de
la
decoración
actual.
Sofás
amplios
de
líneas
depuradas,
butacas
auxiliares,
mesas
de
centro
ligeras
y
aparadores
suspendidos
son
ejemplos
de
mobiliario
que
suman
sin
saturar.

Las
estanterías
abiertas,
por
ejemplo,
permiten
ordenar
sin
restar
ligereza,
como
ya
vimos
en
este
artículo
sobre
estanterías
prácticas
de
Ikea,
con
un
gran
abanico
de
opciones
para
almacenar
tus
objetos
de
una
manera
ordenada.
1.7.
La
paleta
de
colores
Los
colores
dictan
el
tono
emocional
del
salón.
Los
neutros
—blancos
cálidos,
beiges,
grises
suaves—
siguen
siendo
la
base
preferida,
pero
se
enriquecen
con
pinceladas
de
tonos
más
intensos.

Los
azules
profundos,
verdes
naturales
o
incluso
un
mostaza
elegante
aparecen
en
cojines,
cuadros
o
alfombras,
pero
también
pueden
ser
protagonistas
de
una
pared
entera.
No
se
trata
de
llenar
de
color,
sino
de
introducirlo
estratégicamente
para
marcar
carácter.
1.8.
Materiales
que
inspiran
Madera,
lino,
ratán,
lana
o
cerámica:
los
materiales
naturales
siguen
dominando
la
escena.
Frente
a
ellos,
pequeños
toques
de
metal
en
negro
mate
o
dorado
satinado
añaden
sofisticación.

El
éxito
está
en
mezclar
texturas:
un
sofá
de
lino,
una
mesa
metálica,
cojines
de
terciopelo
y
una
lámpara
en
ratán
crean
un
salón
rico
en
matices,
atractivo
y
equilibrado
a
la
vista.
2.
Ideas
de
salones
modernos
para
inspirarte
2.1.
Un
techo
con
personalidad
Instalar
molduras
o
trabajar
con
iluminación
perimetral
LED
puede
convertir
un
techo
plano
en
un
auténtico
espectáculo.
Los
techos
con
personalidad
son
tendencia,
con
una
lámpara
llena
de
detalles,
y
aportan
un
aire
escenográfico
que
cambia
por
completo
la
percepción
del
espacio.

2.2.
Sofá
modular
protagonista
Los
sofás
modulares
son
el
corazón
de
los
salones
actuales.
Permiten
adaptarse
a
reuniones
familiares,
tardes
de
película
o
visitas
improvisadas.
Además,
su
diseño
moderno
y
su
capacidad
de
transformación
lo
convierten
en
una
pieza
tan
estética
como
funcional.

2.3.
Pared
de
acento
en
color
profundo
Un
recurso
sencillo
pero
muy
eficaz
es
destacar
una
de
las
paredes
con
un
color
oscuro.
El
contraste
no
solo
añade
carácter,
sino
que
también
genera
sensación
de
profundidad,
ideal
para
salones
pequeños
que
necesitan
un
golpe
de
efecto.

2.4.
Estanterías
abiertas
Las
estanterías
abiertas
y
modulares
permiten
organizar
sin
saturar.
Además,
se
adaptan
bien
a
salones
integrados
con
la
cocina,
como
ya
comentamos
en
este
artículo
sobre
ideas
para
cocinas
modernas.
Una
manera
de
unir
estética
y
practicidad.

2.5.
Mesa
de
centro
de
mármol
Una
mesa
baja
en
mármol
o
piedra
se
convierte
en
el
punto
de
atención
inmediato.
Contrasta
con
el
sofá
y
eleva
el
nivel
del
salón
sin
necesidad
de
grandes
artificios.
El
resultado:
un
espacio
con
un
aire
sofisticado
y
actual.

2.6.
Suelo
de
madera
clara
La
madera
clara
amplía
visualmente
el
espacio
y
aporta
frescura.
Si
se
combina
con
alfombras
de
fibras
naturales,
el
salón
gana
un
aire
nórdico,
minimalista
y
acogedor
que
invita
al
descanso
tranquilo.

2.7.
Galería
de
arte
en
casa
Convertir
una
pared
en
galería
con
varias
láminas,
fotos
o
cuadros
enmarcados
aporta
dinamismo
y
personalidad.
Es
una
opción
económica
y
flexible:
puedes
cambiar
las
piezas
y
actualizar
la
atmósfera
del
salón
cuando
quieras.

2.8.
Ventanales
abiertos
Dejar
los
ventanales
libres
de
cortinas
pesadas
o
con
estores
ligeros
potencia
la
luz
natural.
Esta
decisión
convierte
al
exterior
en
parte
del
salón,
borrando
límites
y
haciendo
que
el
espacio
parezca
más
grande
y
abierto.

2.9.
Propuesta
monocolor
Una
propuesta
monocolor
es
una
idea
perfecta
para
transmitir
toda
la
personalidad
del
hogar
con
un
solo
mensaje.
Se
puede
apostar
por
blancos
inmaculados,
tonos
pastel,
colores
crema
u
opciones
más
atrevidas.
El
resultado
es
espectacular.

2.10.
Alfombra
XXL
Una
alfombra
grande
no
solo
viste
el
suelo:
delimita
visualmente
las
zonas
de
estar
y
comedor,
especialmente
en
salones
abiertos.
Aporta
textura,
absorbe
sonido
y
genera
una
sensación
de
confort
inmediato.

2.11.
Salón
integrado
en
cocina
Cada
vez
más
hogares
optan
por
abrir
el
salón
a
la
cocina.
Esta
distribución
multiplica
la
luz,
aumenta
los
metros
útiles
y
favorece
la
convivencia.
Como
vimos
en
las
ideas
de
cocinas
pequeñas,
lo
importante
es
mantener
un
hilo
conductor
entre
los
dos
espacios
para
que
todo
respire
armonía.

2.12.
Revestimiento
en
madera
Panelar
una
pared
con
lamas
de
madera
verticales
añade
textura
y
calidez.
El
efecto
es
moderno
y
acogedor
a
la
vez,
perfecto
para
quienes
buscan
un
salón
de
líneas
limpias
pero
no
frías.

2.13.
Lámpara
escultural
Una
lámpara
llamativa,
ya
sea
colgante
o
de
pie,
se
convierte
en
una
pieza
protagonista.
Funciona
como
elemento
decorativo
y
funcional,
dando
carácter
al
salón
sin
necesidad
de
añadir
demasiados
accesorios.
Una
escultura
luminosa.

2.14.
Plantas
de
gran
formato
Las
plantas
grandes
suavizan
los
espacios
y
aportan
frescura.
Un
ficus,
una
monstera
o
incluso
un
olivo
de
interior
son
tendencia
y
funcionan
como
pieza
central
en
la
decoración.
La
naturaleza
se
convierte
en
parte
del
diseño
moderno.

2.15.
Sofá
en
color
vibrante
Romper
la
neutralidad
con
un
sofá
en
tono
atrevido
—verde
botella,
mostaza
o
azul
profundo—
puede
ser
la
clave
para
un
salón
único.
Los
textiles
neutros
en
torno
al
sofá
refuerzan
el
impacto
cromático.

2.16.
Muebles
suspendidos
Los
muebles
colgados
liberan
espacio
visual
y
dan
ligereza.
Aparadores
flotantes
o
muebles
de
TV
suspendidos
generan
orden
y
son
ideales
en
salones
reducidos
donde
cada
centímetro
cuenta.

2.17.
Combinación
de
texturas
El
juego
de
texturas
es
lo
que
da
riqueza
a
un
salón.
Mezclar
lino
con
terciopelo,
madera
con
metal
o
cerámica
con
fibras
naturales
crea
un
ambiente
sofisticado
y
envolvente.
La
clave
está
en
no
recargar
y
buscar
un
equilibrio
visual.

2.18.
Minimalismo
absoluto
Un
salón
minimalista
al
máximo
transmite
serenidad
y
amplitud.
Para
evitar
frialdad,
se
combinan
distintos
matices
de
blanco
y
colores
crema
y
se
añaden
textiles
suaves
que
aporten
calidez.
Una
propuesta
arriesgada,
pero
con
un
resultado
atemporal
y
elegante.

2.19.
Rincón
multifuncional
Incluir
un
pequeño
escritorio
integrado,
una
zona
de
lectura
junto
a
la
ventana
o
un
banco
con
almacenaje
permite
sacar
más
partido
al
salón.
Los
espacios
modernos
no
se
limitan
a
mirar
la
televisión:
son
rincones
de
vida.

2.20.
Detalles
metálicos
Los
toques
metálicos,
ya
sea
en
dorado
mate,
latón
o
negro,
marcan
la
diferencia.
Desde
lámparas
hasta
marcos
de
espejo,
estos
pequeños
acentos
aportan
sofisticación
y
un
aire
contemporáneo
sin
recargar.
El
detalle
final
que
hace
que
todo
encaje.

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