El Bugatti Chiron Sport «Les Légendes du Ciel» es uno de los últimos retoños firmados por el exclusivo fabricante galo: otra edición limitada de su incombustible Chiron que ya ha sobrepasado las 300 unidades fabricadas. Y Bugatti ha optado por promocionarlo con un vídeo que retrata esta desmedida carrera de aceleración en la que se enfrenta a un caza de asalto.
Concretamente, el adversario de esta liza es el Dassault Rafale Marine, un jet que forma parte de la Fuerza Aérea francesa desde 2001. Precisamente aquel año el predecesor del Chiron, el Bugatti Veyron 16.4, veía la luz.
De hecho el Veyron ya se enfrentó en un drag a otra bestia del aire, el Eurofighter Typhoon. En aquella ocasión por cortesía del programa televisivo Top Gear y con Richard Hammond a sus mandos.
El Chiron se impone… sobre el asfalto
En menos de un minuto, y quizá con demasiadas imágenes evocadoras, con este lance grabado en vídeo Bugatti quiere demostrar el potencial del Bugatti Chiron Sport, en este caso el «Les Légendes du Ciel». Y de paso rendir homenaje a los pilotos los pilotos franceses de principios del siglo pasado. De hecho esta edición ya lo hace con guiños estéticos.
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Y es que pilotos de carreras que competieron para la marca, como lbert Divo, Robert Benoist y Bartolomeo “Meo” Costantini, también gobernaron el cielo prestando sus servicios a la Fuerza Aérea de Francia. Además Ettore Bugatti en parte comenzó su carrera desarrollando motores de avión y trabajó en el desarrollo de uno que quería batir récords de velocidad, pero que nunca vio la luz.
Y qué mejor que enfrentar ambos mundos para comparar en aceleración, par y frenada a estas dos bestias tan dispares que suman entre ambas más de 7.200 CV.
A los mandos del Chiron se puso Pierre-Henri Raphane, piloto oficial de la firma y precisamente quien firmó el récord de velocidad con este hiperdeportivo, y, a los del Dassault Rafale Marine, el capitán Etienne de la Fuerza Aérea francesa.
Y como ocurrió en el vídeo de Top Gear, en los primeros compases el Chiron Sport tomó la delantera, para ser superado por este caza al despegar y alzarse al cielo.
Vamos, lo esperado. Pues sobre el papel el Bugatti Chiron Sport «Les Légendes du Ciel» firma las mismas credenciales que el resto de los Chiron, salvo el Super Sport 300+. Por lo que se mueve gracias al bestial W16 de cuatro turbos, 8.0 litros, 1.500 CV y 1.600 Nm de par máximo. Su velocidad punta, limitada electrónicamente, es de 410 km/h.
Por su parte, el Dassault Rafale Marine firma los 58,550 newtons de fuerza, que equivalen a unos estratosféricos 5.727 CV, y su velocidad máxima llega a unos demenciales 1.975 km/h. Otro universo.
De esta manera, antes de despegar el Rafale Marine, el Chiron ganó metros, pues es capaz de alcanzar desde parado los 100 km/h en 2,4 segundos, y hace lo propio con los 200 km/h y los 300 km/h en 6,1 y 13,1 segundos respectivamente.
Mientras que este caza necesita de 150 m para llegar a los 165 km/h, los 250 m para los 210 km/h y despega a 260 km/h tras sobrepasar los 450 m. «Me alejé del Rafale Marine durante los primeros centenares de metros, pero después de otros tantos ya estaba a unos 20 metros por encima», comentó Pierre-Henri Raphanel.
Según el capitán Etienne, la bestia de Bugatti se acerca en sensación de aceleración a la del caza: «El Chiron Sport tiene una fuerza de aceleración increíble que se acerca mucho a la del Rafale. Lo que sientes en el Bugatti es lo que sientes en este jet, incluso al frenar», señaló el piloto de la Fuerza Aérea.
Y en lo que respecta a la frenada, el Chiron lo hizo tras cerca de 1,5 km y yendo a más de 350 km/h. En ese momento el Dassault Rafale Marine ya había desparecido en el horizonte.
Hay que señalar que el Chiron Sport requiere 491 m para detenerse si circula a 400 km/h y 247 m si va a una velocidad de 300km/h. De 100 a 0 km/h precisa de 31,4 metros. Y este caza se aproxima a la pista a unos 280 km/h, momento en el que hace contacto con el suelo, y necesita de unos 150 m para detenerse por completo.
En definitiva, dieron empate técnico a dos, que para algo el vídeo lo firma Bugatti. Aunque evidentemente nada tiene que hacer el Chiron cuando este caza se encomienda a los cielos…
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