Sobre
el
mapa
Manzhouli
es
un
pequeño
punto
al
norte
de
Mongolia
Interior,
una
ciudad
con
una
población
parecida
a
la
de
Las
Palmas
y
una
pintoresca
plaza
llena
de
réplicas
de
monumentos
rusos
y
matrioskas
gigantes,
incluida
una
de
30
m
de
alto
que
funciona
como
hotel.
Eso
es
al
menos
es
lo
que
se
ve
a
simple
vista.
En
la
práctica
Manzhouli
es
mucho
más:
un
importante
nodo
logístico
situado
justo
en
la
frontera
entre
China
y
Rusia
que
ha
ido
ganando
peso
a
medida
que
la
economía
de
Moscú
se
distanciaba
de
Occidente
y
estrechaba
sus
vínculos
con
Pekín.
Tanto
es
así
que
hay
quien
apunta
ya
que
Manzhouli
está
jugando
un
papel
fundamental
para
mantener
a
flote
la
economía
rusa
en
tiempos
de
guerra.
En
un
lugar
del
norte
de
China…
Manzhouli
está
lejos
de
ser
la
ciudad
más
poblada,
dinámica
o
concurrida
de
China,
pero
a
lo
largo
de
los
últimos
meses
ha
llamado
la
atención
de
varios
analistas.
Hasta
allí
viajó
hace
poco
Lisa
Visentin,
corresponsal
de
The
Sydney
Morning
Post.
Y
hasta
allí
se
ha
trasladado
ahora
Keith
Bradsher,
responsable
de
la
oficina
de
The
New
York
Times
en
Pekín.
¿Qué
tiene
de
especial
esta
subprefectura
de
Mongola
Interior
de
apenas
382.000
habitantes
y
un
pintoresco
parque
temático
de
inspiración
rusa
lleno
de
edificios
rematados
en
cúpulas
similares
a
las
que
pueden
verse
en
Moscú
y
matrioskas
XL?
La
respuesta
es
sencilla:
Manzhouli
se
sitúa
en
la
frontera
entre
China
y
Rusia
y
ha
sabido
labrarse
un
papel
clave
en
la
relación
entre
ambos
países
en
un
momento
estratégico,
con
la
economía
rusa
marcada
por
las
severas
sanciones
con
las
que
Occidente
respondió
a
la
guerra
de
Ucrania,
hace
ya
más
de
tres
años.
En
el
momento
y
lugar
adecuados.
En
un
amplio
análisis
publicado
esta
semana
en
TNYT,
Bradsher
señala
que
hoy
en
día
gran
parte
del
flujo
comercial
entre
Pekín
y
Moscú
se
canaliza
a
través
de
Manzhouli,
algo
que
es
posible
gracias
en
parte
a
sus
carreteras
y
la
línea
ferroviaria
construida
a
comienzos
del
siglo
pasado
por
Rusia
y
que
transcurre
por
la
ciudad
hacia
el
noroeste
de
China.
Hoy
por
la
localidad
transitan
trenes
y
camiones
que
viajan
de
Rusia
a
China
cargados
de
madera,
tablones
y
otros
materiales
que
ayudan
a
Pekín
a
evitar
las
importaciones
procedentes
de
América
del
Norte.
De
la
localidad
china
también
salen
gran
cantidad
de
vehículos
destino
Rusia,
donde
el
mercado
sufre
las
consecuencias
de
las
sanciones
y
la
retirada
de
fabricantes
europeos.
Un
dato:
65%.
A
modo
de
referencia
y
para
entender
el
peso
económico
de
Manzhouli,
en
2022
Global
Times
(GT),
un
medio
ligado
al
Comité
del
del
Partido
Comunista
Chino,
calculaba
que
el
puerto
terrestre
fronterizo
de
Manzhouli
movía
hasta
el
65%
de
todo
el
comercio
bilateral
terrestre
entre
China
y
Rusia.
De
hecho
cuando
hace
años
Manzhouli
suspendió
durante
semanas
el
despacho
de
aduanas
para
cumplir
con
las
medidas «anti
COVID-19»,
un
empresario
local
se
lamentaba
en
GT
de
pérdidas
que
ascendían
a
cientos
de
miles
de
yuanes
diarios.

¿Cómo
es
posible?
Por
varios
factores,
aunque
hay
dos
que
destacan:
su
ubicación
e
infraestructura.
Manzhouli
es
el
principal
centro
comercial
de
China
con
Rusia
igual
que
el
de
Erenhot
lo
es
entre
China
y
Mongolia.
De
hecho
la
ciuda
está
dejando
de
ser
una «estación
de
tránsito»
de
mercancías
para
convertirse
en
un
centro
industrial.
Allí
se
procesa
por
ejemplo
la
colza
rusa
o
madera.
«Trenes
de
toda
China
llegan
a
Manzhouli,
uno
de
los
seis
puertos
ferroviarios
por
los
que
pasan
los
trenes
de
carga
China-Europa,
antes
de
dirigirse
a
Rusia
u
otros
países
de
Europa»,
recogía
en
2023
Global
Times. «Los
trenes
llegados
de
Europa
que
pasan
por
Rusia
entran
en
China
a
través
de
Manzhouli
antes
de
dirigirse
a
otras
ciudades
del
país».
Durante
el
primer
trimestre
el
flujo
de
trenes
de
carga
de
China
con
el
continente
registró
un
crecimiento
del
7,1%
en
el
puerto
terrestre.
Importa
el
dónde…
y
cuándo.
El
rol
de
Manzhiuli
es
hoy
en
día
más
importante
porque
lo
son
también
los
lazos
económicos
entre
Pekín
y
Moscú.
En
2024
las
importaciones
y
exportaciones
combinadas
de
China
con
Rusia
sumaron
cerca
de
240.000
millones
de
euros,
un
máximo
histórico.
El
dato
es
además
un
2%
mayor
que
el
de
2023,
aunque
ese
incremento
queda
lejos
del
26,3%
registrado
entre
2022
y
2023,
coincidiendo
con
el
inicio
de
la
guerra
de
Ucrania.
Bradsher
precisa
que
a
día
de
hoy
casi
el
6%
de
la
economía
rusa
se
basa
en
exportaciones
a
China
y
que
el
flujo
de
mercancías
que
sale
de
China
rumbo
al
norte
se
ha
disparado
un
71%
desde
que
las
tropas
del
Kremlin
avanzaron
sobre
Ucrania.
Pekín
se
ha
convertido
en
el
mayor
comprador
de
petróleo,
madera
y
carbón
procedentes
de
Rusia
y
en
Manzhouli
se
evidencia
una
relación
en
la
que
Moscú
provee
materias
primas
para
la
potente
manufactura
china.
¿Una
relación
perfecta?
No.
A
pesar
de
ese
estrecho
vínculo
y
que
los
empresarios
de
la
región
se
las
han
apañado
para
burlar
el
bloqueo
de
uso
de
dólares
en
las
transacciones
con
Rusia
(TNYT
habla
con
un
empresario
de
la
zona
de
Manzhouli
que
paga
madera
rusa
en
renminbi
chino
o
rublos
a
través
del
Banco
VTB),
en
la
relación
económica
entre
ambos
países
hay
también
fricciones.
Moscú
obliga
por
ejemplo
a
que
los
pinos
talados
se
conviertan
en
tablas
en
su
propio
territorio
y
hace
meses
China
aplicó
aranceles
al
carbón
ruso
para
impulsar
su
propia
producción.
Tras
el
éxito
de
los
automóviles
chinos
en
el
mercado
ruso,
Moscú
optó
por
cobra
también
una
tasa
considerable
a
los
coches
importados.
Imágenes
|
Wikipedia
1
y
2
Vía
|
TNYT





































