Hay que comer más conejo, y esta receta de la abuela demuestra por qué es un clásico insuperable

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Al
haberme
criado
entre
campos
de
caza
de
conejos
en
una
tierra
donde
el
recetario
tradicional
incorpora
a
este
mamífero
en
muchos
de
sus
platos
más
típicos,
no
deja
de
resultarme
llamativo
que
hoy
día
sea
poco
común
en
casi
toda
España.
Ignoro
si
los
precios
actuales
tendrán
algo
que
ver,
pero
esta

carne
sana
y
sabrosa

se
merece
un
hueco
en
nuestros
menús
de
vez
en
cuando.

Es
una

carne
muy
nutritiva
,
rica
en
proteínas
de
alta
calidad
y
con

muy
poca
grasa

y
poco
colesterol,
de
rico
sabor
y
además
suave
que
suele
gustar
mucho
a
los
niños,
 fácil
de
comer

y
amable
en
la
digestión.
Y
tiene
la
ventaja
añadida
de
que
no
requiere
mucho
tiempo
en
cocinarse,
adaptándose
tanto
al
horno
como
a
recetas
de
arroces,
guisos
o
salsas
sencillas
de
toda
la
vida.

El

conejo
al
ajillo

es
una
de
esas
recetas,
de
toda
la
vida,
de
las
que

se
merecen
el
calificativo
de
‘receta
de
la
abuela’
,
muy
fácil
de
preparar
y
que
asegura
dejar
platos
limpios
en
la
mesa.
Es
un
platazo
de
ingredientes
humildes
que
invita
a
comerlo
con
las
manos
para
chuparnos
bien
los
dedos,
pero
si
somos
más
decorosos
lo
que
no
puede
faltar
es
una
buena
hogaza
o
barra
de
pan
para
mojar
esa
deliciosa
salsa.

Para
acompañar
el
conejo
al
ajillo
la
guarnición
clásica
son
las

patatas
asadas

o
unas
infalibles

patatas
fritas
,
si
bien
también
le
va
estupendamente
el
típico

arroz
blanco
.
Una
ensalada
o

gazpacho

de
primer
plato,
y
tenemos
un
menú
completo
bien
fácil
y
rico.

En
DAP
|

Conejo
en
guilindorro

En
DAP
|

Conejo
en
escabeche