Ha estado frente a «miles» de aspirantes a un empleo y estas son las tres señales de alerta que recomienda evitar en una entrevista

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Emily
Levine,
vicepresidenta
ejecutiva
de
la
firma
de
reclutamiento
Career
Group
Companies,
ha
entrevistado
a
miles
de
candidatos
a
puestos
de
trabajo
a
lo
largo
de
su
carrera,
una
experiencia
que,
ahora,
le
permite
identificar
algunas ‘red
flags’
comunes
que
deben
evitarse.

En
su
opinión,
cuando
uno
se
enfrenta
a
entrevistas
laborales,
ya
sean
presenciales
o
virtuales,
resulta
esencial
seguir
una
etiqueta
adecuada…
y
evitar
tres
de
los
principales
errores
que
pueden
arruinar
dichas
entrevistas.

1)
Llegar
demasiado
temprano
tampoco
es
bueno


Todos
sabemos
que
llegar
tarde
a
una
entrevista
puede
ser
fatal
:
puede
transmitir
desorganización
y
falta
de
respeto
por
el
tiempo
del
entrevistador.
Sin
embargo,
Levine
advierte
que
llegar
demasiado
temprano
tampoco
es
la
opción
ideal
y
que,
de
hecho,
podría
enviar
una
señal
equivocada:

«El
objetivo
es
transmitir
puntualidad
y
preparación,
no
impaciencia».
[…]
Si
llegas
demasiado
temprano,
pareces
demasiado
ansioso,
y
eso
podría
hacer
que
el
entrevistador
se
sienta
presionado
o
incómodo».

La
experta
recomienda
llegar

exactamente
10
minutos
antes

de
la
hora
establecida,
ya
que
es
el
tiempo
perfecto
para
hacer
una
entrada
profesional
sin
apresuramientos
ni
exageraciones.

Para
ello,
recomienda «asegurarnos
de
estar
preparados
en
el
edificio
entre
15
y
20
minutos»
para
poder
encontrar
el
despacho
en
cuestión.
Evita
aparecer
antes
de
eso: «usa
el
tiempo
extra
para
esperar

en
tu
coche
o
en
un
área
cercana».

2)
Proyectar
una
imagen
profesional
resulta
clave


La
primera
impresión
importa
,
y
en
una
entrevista
laboral,
la
presentación
personal
es
crucial.
Tanto
en
entrevistas
virtuales
como
presenciales,
Levine
enfatiza
la
importancia
de
evitar
ciertos
hábitos
que
pueden
restar
profesionalidad.
Entre
ellos,
menciona:


  • Masticar
    chicle
    o
    llevar
    gafas
    de
    sol
    sobre
    la
    cabeza
    :
    Estos
    detalles,
    aunque
    puedan
    parecer
    inofensivos,
    se
    perciben
    como
    excesivamente
    informales.

  • Portar
    olores
    fuertes
    :
    En
    entrevistas
    presenciales,
    no
    uses
    demasiado
    perfume
    ni
    llegues
    oliendo
    a
    tabaco
    (del
    sudor
    ya
    ni
    hablemos,
    claro).
    Muchas
    personas
    son
    sensibles
    a
    los
    olores,
    y
    esto
    podría
    generar
    incomodidad
    al
    entrevistador.
    Y
    no
    quieres
    eso.

La
idea
es
que
tu
presentación
personal
no
distraiga
de
tus
logros
y
capacidades: «Lo
que
quieres
es
que
te
recuerden
por
tu
experiencia
y
habilidades
,
no
por
tu
apariencia
o
por
tu
abrumador
perfume».

3)
Ten
cuidado
con
lo
que
dices

Hablar
de
experiencias
laborales
pasadas
es
común
durante
las
entrevistas,
pero
es
fundamental
hacerlo
de
forma
cuidadosa.
Para
ello,
Levine
nos
advierte
de
dos
errores
comunes:


  • Criticar
    a
    antiguos
    empleadores
    :
    Esto
    puede
    dar
    la
    impresión
    de
    que
    el
    problema
    podría
    haber
    sido
    tu
    actitud,
    no
    la
    organización.

  • Revelar
    información
    confidencial
    :
    Si
    un
    candidato
    divulga
    datos
    sensibles
    de
    su
    antiguo
    empleo,
    como
    detalles
    protegidos
    por
    acuerdos
    de
    confidencialidad,
    eso
    genera
    desconfianza
    en
    el
    entrevistador.

La
profesionalidad
incluye
tanto
la
discreción
como
el
respeto
por
la
privacidad
de
los
empleadores
anteriores.
Al
fin
y
al
cabo,
la
pregunta
que
se
hará
cualquier
entrevistador
es
obvia:

«Si
haces
eso
con
tu
empleador
anterior,
¿por
qué
no
lo
harías
con
nosotros?».

Imagen
|
Marcos
Merino
mediante
IA

En
Genbeta
|
«Somos
una
familia»
o «llevo
años
sin
vacaciones»:
las ‘red
flags’
en
una
entrevista
para
entender
que
no
debes
aceptar
ese
trabajo