Ante
la
sensación
de
picazón
o
molestias
en
los
ojos
suele
ser
frecuente
que
usemos
nuestros
dedos,
y
especialmente
los
nudillos,
para
frotarnos
los
ojos.
Este
hábito
que
parece
inofensivo
puede
ser
muy
peligroso
para
la
visión.
Los
riesgos
de
frotarse
los
ojos
Si
bien
resulta
muy
placentero
y
frotarse
los
ojos
puede
aliviar
momentáneamente
las
molestias
y
la
picazón
ocasionado
por
sequedad
o
alergias,
también
puede
resultar
considerablemente
riesgoso.
En
primer
lugar,
frotarse
los
ojos
puede
generar
infecciones,
ya
que
nuestros
dedos
y
manos
cargadas
de
bacterias
y
microorganismos
patógenos
pueden
alcanzar
el
interior
de
nuestros
ojos
y
ocasionar
por
ejemplo
conjuntivitis,
blefaritis
u
otras
infecciones.
De
igual
forma,
si
frotamos
con
demasiada
fuerza
los
ojos
podemos
afectar
la
estructura
de
la
córnea
y
ocasionar
una
deformación
progresiva
de
la
misma
que
puede
llegar
a
generar
queratocono
como
señala
la
Clínica
Mayo,
que
en
última
instancia
afecta
nuestra
visión.
Si
hemos
tenido
cirugías
oculares,
el
frotado
de
los
ojos
también
puede
afectar
los
resultados
de
la
misma
y
provocar
microlesiones
en
la
córnea,
especialmente
si
la
práctica
se
realiza
con
demasiada
fuerza
y
de
forma
recurrente,
ya
que
se
traduce
en
sucesivas
erosiones.
Para
Tara
Carr,
alergista
y
directora
del
programa
de
alergias
para
adultos
de
la
Facultad
de
Medicina
de
la
Universidad
de
Arizona,
en
Tucson,
lo
peor
es
que
frotarse
los
ojos
no
reduce
la
inflamación
causada
por
las
alergias
sino
que
al
contrario,
el
traumatismo
ocular
que
provocamos
al
frotarlos
puede
agravar
el
proceso
inflamatorio.
Por
otro
lado,
Andrew
Rothstein,
optometrista
y
profesor
adjunto
de
la
Facultad
de
Optometría
de
la
Universidad
de
Alabama,
en
Birmingham,
afirma
que
una
cornea
lisa
y
con
forma
de
cúpula
es
ideal
para
una
visión
óptima,
por
lo
tanto
si
con
el
frotado
constante
y
fuerte
deformamos
la
misma
y
esta
adquiere
forma
de
cono
como
en
el
queratocono,
puede
distorsionarse
considerablemente
la
visión.

Por
todo
esto,
en
su
reemplazo
se
recomienda
utilizar
gotas
oftálmicas
antihistamínicas
en
caso
de
que
la
picazón
derive
de
alergias
y
sino,
hidratar
nuestros
ojos
con
lágrimas
artificiales
si
las
molestias
se
deben
a
los
ojos
secos.
Para
aliviar
la
inflamación
también
podemos
aplicar
compresas
de
agua
fría
sobre
los
ojos;
y
si
sentimos
una
necesidad
urgente
de
frotarnos
los
mismos
y
no
podemos
evitarlo,
lo
mejor
es
hacerlo
suavemente
y
colocando
los
dedos
en
los
párpados
superiores,
para
movilizar
el
ojo
sin
comprimir
el
mismo.
Sin
darnos
cuenta
al
frotarnos
los
ojos
podemos
estar
perjudicando
notablemente
nuestra
visión;
por
eso
es
importante
conocer
las
consecuencias
que
este
hábito
genera
y
evitarlo
siempre
que
sea
posible.
Imagen
|
Vitaly
Gariev
y
foto
1:
MART
PRODUCTION








































