La Guardia Civil, a través del SEPRONA, ha detenido a once personas e investigado a tres empresas por cometer un fraude alimentario en la comercialización de afrazán que en realidad era gardenia modificada molecularmente. Se enfrentan a los delitos contra la salud pública, estafa, contra el mercado y los consumidores y pertenencia a grupo criminal.
La bautizada como ‘Operación Garden‘, desarrollada en las provincias de Málaga, Barcelona, Alicante, Granada y Almería, ha desmantelado así un coordinado grupo criminal que actuaba importando desde China extractos de gardenia de una fábrica de producción de colorantes, que hacían pasar por extracto de azafrán manipulando las etiquetas y la documentación.
Ya con la mercancía en España, se almacenaba y se procesaba en función de las peticiones de los clientes a los que vendían el producto manipulado, introduciéndose así en el mercado nacional a través de las grandes cadenas de distribución, poniéndose a la venta al consumidor bajo la falsa etiqueta de azafrán, con el alto precio correspondiente a este valioso condimento.
El método usado por al grupo criminal para cometer el fraude se basaba en disminuir la concentración de la única molécula que diferencia al azafrán pulverizado de la gardenia, hasta su casi total desaparición. Según informa la Guardia Civil, este sistema era indetectable según las técnicas disponibles en ese momento.
La gardenia es una flor común no reconocida como producto alimentario por la Unión Europea, por lo que esta era importada sin pasar ningún control sanitario de seguridad, cometiendo así no solo fraude, sino también incumpliendo los protocolos europeos de salud y calidad alimentaria que deben garantizar la seguridad del consumidor.
Cómo reconocer el auténtico azafrán
El azafrán es un producto muy valorado por sus pecualiares características que lo hacen único, de alta demanda y muy elevado precio. Aunque no es de los alimentos que protagonizan los mayores fraudes en la UE (aceites, pescados y miel), sí es de los más lucrativos por los beneficios que reporta.
El fraude más común que se comete con este condimento es el de importar azafrán extranjero y venderlo como si fuera nacional, generalmente iraní, de menor calidad, o también mezclar los estambres de la flor con los de otras especies e incluso teñir el producto más viejo para simular un color más llamativo y fresco.
Para evitar posibles la mayor garantía que tenemos como consumidores es evitar el formato molido, como en este caso, más fácil de adulterar, y acudir siempre a comercios de confianza y con garantías. Además conviene comprobar que el producto está correctamente etiquetado, con la fecha de producción y consumo preferente o caducidad, la empresa productora y el origen concreto.
El Azafrán de La Mancha, además, es el único reconocido como producto con Denominación de Origen por su calidad, y por tanto el único que puede comercializarse con el sello que identifica la DO, cuyo Consejo Regulador debe velar para que se cumplan los requisitos pertinentes.
Si es auténtico, el azafrán desprende su inconfundible aroma nada más sacarlo del envase; al probarlo se percibe un claro sabor amargo ligeramente astringente, muy persistente, y tiñe rápidamente cualquier líquido con el que entra en contacto, liberando aún más su intensidad aromática.
Ante cualquier duda sobre la veracidad de un producto alimentario o sospechas de fraude, podemos denunciarlo a las autoridades de control competentes en cada Comunidad Autónoma, a través de las oficinas de consumo o consejerías de sanidad.
Imágenes | Unsplash – Azafrán de la Mancha – Guardia Civil
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