El papa Francisco aceptó este lunes la renuncia del cardenal canadiense Marc Ouellet, prefecto del Dicasterio (ministerio) para los Obispos, presidente de la Pontificia Comisión para América Latina y acusado de agresiones sexuales, por haber alcanzado el límite de edad para la jubilación, informó el Vaticano.
El influyente cardenal, de 78 años, quien fue por diez años el responsable de los obispos de todo el mundo, será remplazado por el monseñor estadounidense Robert Francis Prevost, actual obispo de Chiclayo (Perú), quien tomará posesión del encargo en abril, informó la agencia de noticias AFP.
Prevost tendrá la responsabilidad de presidir también la Comisión para América Latina, el organismo de la Santa Sede para la región.
La salida del influyente purpurado canadiense ocurre después de que fuera acusado en agosto de tocamientos indebidos a una becaria entre 2008 y 2010, cuando era arzobispo de Quebec.
Ouellet, que ocupaba uno de los cargos más importantes del gobierno del Vaticano, «negó rotundamente» esas acusaciones, que calificó de «difamatorias» y anunció que estaba dispuesto a participar en un juicio para demostrar «su inocencia».
El papa Francisco consideró entonces que «los elementos eran insuficientes para abrir una investigación canónica» por lo que el cardenal permaneció en el cargo.
Sin embargo, la diócesis de Quebec confirmó este lunes a la agencia francesa la existencia de una segunda denuncia contra el cardenal presentada por una mujer en 2020, revelada hace apenas dos semanas por el semanario Golias.
El purpurado canadiense era considerado uno de los mayores críticos internos del papa Francisco, fue contrario a la ordenación de mujeres sacerdotes y siempre promovió las posiciones más conservadores de la Iglesia Católica sobre el matrimonio gay, el aborto y otros temas candentes.
Marc Ouellet estuvo en la lista de favoritos en el último cónclave del 2013, en el que fue elegido papa el cardenal argentino Jorge Mario Bergoglio.