El gobierno de Francia anunció este domingo la suspensión de la ayuda al desarrollo y presupuestaria a Burkina Faso días después de que la junta militar del país africano declarara su respaldo a los militares que dieron un golpe en el vecino Níger.
Francia adoptó esa misma medida contra los militares nigerinos al poco de asumir el poder en el país africano, y otros países europeos tomaron similar decisión.
El comunicado tuvo lugar poco antes de que venciera el ultimátum de siete días dado a los golpistas por la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (Cedeao) para restaurar el orden constitucional, sin renunciar a una intervención armada como medida de último recurso.
Francia, de la que Níger fue colonia hasta 1960, subrayó el sábado que apoya «con firmeza y determinación» los esfuerzos de la Cedeao para revertir el golpe de Estado y estimó que estaba en juego «el futuro de Níger y la estabilidad de toda la región».
Las relaciones entre Níger y Francia se deterioraron en los últimos días.
Los golpistas se retiraron el jueves de los acuerdos de cooperación en el campo de la seguridad y defensa con Francia, que despliega en Níger un contingente militar de 1.500 soldados para la lucha antiyihadista.
Un grupo de oficiales integrados en el Consejo Nacional por la Salvaguarda de la Patria (CNSP) derrocó el 26 de julio al presidente nigerino Mohamed Bazoum, quien se encuentra retenido desde entonces, en un golpe que fue ampliamente condenado por la comunidad internacional y también a escala regional.
Los militares alegaron «el continuo deterioro de la situación de seguridad» y la «mala gobernanza económica y social» como justificaciones para tomar el poder por la fuerza.
Al día siguiente, el mando del Ejército nigerino proclamó su adhesión a los oficiales golpistas para evitar un baño de sangre y preservar la integridad física de Bazoum.
El 28 de julio se anunció que el general Abdourahamane Tchiani, excomandante de la guardia presidencial, asumía la jefatura del CNSP y las funciones de «presidente de transición» en Níger.
El 30 de julio, los líderes de 30 países de la Cedeao dieron a los golpistas siete días para restablecer a Bazoum en su cargo, sin descartar la utilización de «la fuerza» en caso de incumplimiento.
La Cedeao impuso también fuertes sanciones a Níger.