Netflix despidió el año pasado en lo cinematográfico con dos películas tan dispares entre sí como ‘Cielo de medianoche’ y ‘Superniños’, una demostración de que en la plataforma pueden encontrarse propuestas para todos los gustos. Eso incluye hasta largometrajes con aspiraciones al Óscar, que es lo que sucede en el caso de ‘Fragmentos de una mujer’, la cual estrena este jueves 7 de enero.
‘Fragmentos de una mujer’ viene precedida por la Copa Volpi a la mejor actriz conseguida por Vanessa Kirby en el Festival de Venecia de 2020. Netflix adquirió la película apenas apenas horas después de que eso sucediera, pero ha habido que esperar hasta hoy para poder ver este emocionante drama en el que la actriz brilla con intensidad pese a que la película no siempre termina de dar con el tono necesario para transmitir el duelo que sufre su protagonista.
Una base imbatible
El director húngaro Kornél Mundruczó ya había llamado la atención de la cinefilia con sus anteriores trabajos, pero es con ‘Fragmentos de una mujer’ cuando tiene a su alcance la posibilidad de llegar a un público mucho más amplio. Y es que ‘Fragmentos de una mujer’ perfectamente podría ser una película de Óscar, aunque todo apunta a que sus posibilidades reales de nominación se reduzcan casi en exclusiva a Kirby.
Con eso no quiero decir que ‘Fragmentos de una mujer’ sea una película que supedite tanto su interés al trabajo de su protagonista que el resto carezca de interés. De hecho, casi nada más empezar la función encontramos un potentísimo plano secuencia de más de 20 minutos con un cuidado trabajo de puesta en escena para ir captando las diferentes emociones que van sufriendo los tres personajes presentes en lo que debería haber sido un parto en casa sin grandes complicaciones.
Ese plano secuencia cuenta más que otras muchas películas y justifica por sí mismo el visionado de la película, ya que en ningún momento da la sensación de ser mero virtuosismo -de hecho, los movimientos de cámara tienden a ser bastante suaves y reducidos, centrándose más en lo que transmiten los actores-, sino una forma de sumergirnos de lleno en lo que sucede y no soltarnos -¿spoiler?- hasta su trágica conclusión.
Además, Mundruczó había sabido aprovechar antes muy bien el libreto de Kata Wéber para sentarse las bases de la relación entre ese matrimonio y la molesta presencia de la madre de ella en sus vidas. Las bases estaban sentadas para desgarrar (aún más) las emociones del espectador con lo que viniera a continuación, pero ahí es donde la película se pierde un poco, perdiendo así capacidad de impacto.
Cierta indecisión
Era de esperar que la relación entre los personajes interpretados por Kirby y un también estupendo Shia LaBeouf se resintiera tras lo sucedido, e inicialmente se transmite de forma eficiente ese distanciamiento que hay entre ellos y que no deja de ir a más, siento entonces cuando aparece cierta sensación de deriva emocional, consecuente con las emociones de la protagonista, quien parece no tener muy claro cómo sentirse ante el escenario al que ha de hacer frente.
El problema está en que Mundruczó no está igual de atinado exprimiendo ese viaje emocional de la protagonista de una entregadísima Kirby. Es verdad que el guion de Wéber parece apostar por alguna solución demasiado convencional a la hora de abordar los temas que plantea, pero los actores ponen todo de su parte para compensarlo con creces, siendo determinante que el trabajo de su director parezca centrarse más en mantener un ritmo sosegado y cierta delicadeza a la hora de encuadrar la cámara que en decidir qué es exactamente lo que busca más allá de ciertos simbolismos no especialmente brillantes.
Como apuntaba antes, eso es algo que se compensa con el trabajo de Molly Parker, Ellen Burstyn, LaBeouf y, sobre todo, Kirby, pero la dispersión que sufre la película tras su primera hora la sitúa varios escalones por debajo de su arranque. Finalmente sí se llega a una conclusión satisfactoria para el arco principal, pero para entonces uno había pasado de estar dentrísimo de lo que sucedía en pantalla a cierto distanciamiento emocional. Una pena.
En resumidas cuentas
‘Fragmentos de una mujer’ arranque con muchísima fuerza y cuenta con un gran trabajo de su reparto, en especial de una Kirby que debería estar sí o sí nominada a los próximos Óscar, y es que su interpretación sería muy destacable incluso en un año normal. Luego la película muestra cierta indecisión y eso limita su alcance, pero sigue mereciendo la pena pese a que pueda resultar ligeramente frustrante por lo que podía haber sido y no supo o quiso ser.