Ford ya ha pisado el acelerador en el desarrollo de baterías de estado sólido propias y en 2022 empezará a desarrollar esta tecnología en EEUU. Pero la cosa no termina aquí: la firma del óvalo acaba de anunciar una inversión extra en la compañía Solid Power junto a BMW.
Estos 130 millones de dólares adicionales se usarán para comercializar baterías menos complejas, con mayor vida útil, mayor autonomía y seguridad y lo más importante de cara a la escalabilidad: más baratas.
Baterías de electrolito sólido a base de sulfuro
Con esta ronda de inversión (en la que también participa Volta Energy Technologies), Ford y BMW ya son propietarios equitativos, y representantes de Solid Power.
Se trata de un fabricante estadounidense especializado en baterías de estado sólido a base de sulfuro que está produciendo baterías de estado sólido de 20 amperios-hora (Ah) en una línea de fabricación piloto, y que describen como «absolutamente excepcional».
Según el nuevo acuerdo, Ford y BMW recibirán celdas de 100 Ah de Solid Power para probarlas e integrarlas de forma paulatina en sus futuros vehículos eléctricos a partir de 2022. Toyota, por su parte, ha prometido que tendrá un concept este mismo 2021.
«Al simplificar el diseño de las baterías de estado sólido frente a las de iones de litio podremos aumentar la autonomía del vehículo, mejorar el espacio interior y el volumen de carga y, en última instancia, ofrecer costos más bajos y un mejor valor para los clientes», han dicho desde Ford.
Aemás de esta inversión en Solid Power, Ford ya ha invertido en vehículos eléctricos conectados la friolera de 22.000 millones de dólares hasta 2025.
Y es que sin electrolito líquido, la formación de dendritas se reduce, aumenta la seguridad, disminuye el peso de la batería y además ofrecen mayor densidad de energía (y por lo tanto, más autonomía), así como cargas más rápidas.
El principal obstáculo es la escalabilidad.
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