La
meta
está
más
que
clara.
Ferro
se
armó
con
la
mente
puesta
en
salir
de
una
vez
por
todas
del
Ascenso.
Se
reformó
con
muchísimos
jugadores
de
jerarquía
y,
pese
a
mostrar
buenos
pasajes
de
fútbol,
no
logró
quedarse
con
la
victoria
en
Caballito.
Igualó
sin
goles
contra
Güemes
de
Santiago
del
Estero
y
se
fue
masticando
bronca
por
la
oportunidad
desperdiciada.
Después
de
un
pobre
2024
en
el
que
ni
siquiera
pudo
meterse
en
el
Reducido,
la
dirigencia
se
movió
rápido:
contrató
a
Alfredo
Grelak,
de
gran
temporada
pasada
en
San
Telmo,
y
acordó
la
llegada
de
futbolista
de
mucho
peso
como
Gonzalo
Castellani
y
Fernando
Monetti,
y
los
pibes
que
marcaron
tendencia
en
el
Candombero
(Martín
Vallejos,
Rodrigo
Ayala,
Julián
Cosi
y
Gabriel
Ramírez,
todos
titulares
en
el
estreno).
Los
roles
estuvieron
bien
definidos
desde
el
inicio.
El
Verde
plasmó
el
típico
4-3-3
que
suele
emplear
su
entrenador,
tuvo
dinámica
y
mucha
determinación
para
ir
en
busca
de
un
triunfo
en
su
casa.
Contó
con
chances,
pero
no
estuvo
fino
en
la
definición
y
le
costó
superar
a
un
duro
Gaucho,
que
llegó
a
Baires
con
la
idea
fija:
no
perder
y
llevarse
algo
al
Norte
del
país.
La
mejor
versión
de
Oeste
se
vio
en
el
primer
tiempo.
Es
que
se
fue
apagando
y
se
fue
quedando
sin
ideas
en
un
complemento
que
se
hizo
muy
cortado.
Y,
no
le
hizo
la
gauchada.

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dio
la
sorpresa
y
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resto
de
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de
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venció
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de
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tras
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igualaron
en
un
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