El pensamiento feminista, que nació con la noble y justa finalidad de hallar la igualdad entre hombre y mujer, está cada vez más radicalizado. La búsqueda de la lógica paridad entre sexos, ha dado paso a un pensamiento psicótico que encuentra su mejor definición en el título del boicoteado libro de Alicia Rubio: ‘Cuando nos prohibieron ser mujeres y os persiguieron por ser hombres’.
La cuenta @StopMachirulos, que se encuentra actualmente suspendida, y que se había abanderado en todo un referente del feminismo en la red, publicó tres tuits que llaman poderosamente la atención.
El primero de ellos afirma que: “La erección es un mecanismo machista que el hombre tiene para violentar a la mujer con su órgano fálico”. Poco más hay que añadir a una declaración que desde las seis primeras palabras ya se opone a la biología y a las reacciones naturales del cuerpo humano.
El segundo, quizá uno de los máximos exponentes del actual pensamiento contra el hetero patriarcado, asegura: “Que tu padre te obligue a llamarlo papá es violencia machista. Es la instauración del patriarcado en su estadio más temprano”. Tachar de violenta la palabra papá hace que el disparate sea superlativo. Suponemos que la palabra mamáno será violencia matriarcal.
El tercero de los mensajes afirma que: “De hecho, el acto sexual en si es un máximo exponente de la violencia machista al producirse penetración y, como tal, debería ser delito”. Parece que para esta tuitera da igual que haya consentimiento entre el hombre y la mujer, el sexo heterosexual debería estar prohibido. Lo que no se sabe es si la penetración entre hombres también es violencia machista.
Círculos feministas abogan ahora por cambiar, incluso, la reproducción de los seres humanos. Hasta la naturaleza es facha. Consideran ‘un acto machista’ la penetración durante el acto sexual. Increíble pero cierto.
A este paso, en la nueva civilización andrógena y feminista que se avecina, vamos a tener que reproducirnos por esporas. Sí, se puede.
