Pesar en la música cordobesa por el fallecimiento de Manuel “Manal” Gigena, líder del Grupo “La Pata de la Tuerta”. Falleció sorpresivamente en las primeras horas del 2021.
Brinkmann tuvo el privilegio de contar con la Banda, en oportunidad de la realización de la Fiesta de San Patricio, llevada a cabo en el año 2018, y de la cual UniversalMedios fue protagonista. El mejor de los recuerdos…
Así lo recuerdan desde Dougherty ´s Irish
Buena gira por los cielos!!!!
Nota La Nueva Mañana
Cualquier persona que haya asistido a un concierto de La Pata de la Tuerta difícilmente pueda olvidar el ingreso de la banda en pleno, cuando entremezclándose entre el público al ritmo de La Marchita se dirigían al escenario que se preparaba para explotar. Por lo general a cargo del bombardino, o esporádicamente responsable de algún elemento percusivo, Manu Gigena se abría paso a la par de sus compañeros. De vida, de canciones, de escenarios. Ahí arriba, también agarraba la guitarra; y cantaba.
La muerte de “Manal” sorprendió a una gran parte del mundo artístico cordobés. Miembro de una de las cofradías más querida y reconocida de la música hecha desde la capital provincial, Manu brillaba con su propia luz. Alto y flaco, de esos que se distinguen entre la multitud, siempre sonriente y danzarín, su presencia era una de esas que se destacaba ente la docena de caras y cuerpos ardientes que La Pata de la Tuerta exponía (debemos decir “expone”) en cada uno de sus rituales musicales.
Un ataque de asma que no pudo ser controlado lo atacó en la madrugada del 1 de enero y su muerte, tan absurda como temprana, tiño de oscura una jornada en la que muchos buscaban renovar la esperanza. “La muerte siempre es una locura -escribió Tebi Giordano en su cuenta personal de Facebook- recordarte con alegría es la premisa porque sos la sonrisa en el recuerdo de las personas que te queremos, siempre vas a estar presente, nos debemos un abrazo mas, te quiero mucho flaco“.
“Tristeza infinita… Buen viaje manu querido”, dijo su familia musical al momento de confirmar una noticia que ya se había desparramado con la velocidad que las emociones fluyen en las redes sociales.
