Facebook ofrece nuevos detalles de su misterioso proyecto con el que buscan que nos comuniquemos con la mente

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Facebook leyendo los pensamientos de sus usuarios ¿qué podría salir mal? Según Facebook, nada, ya que con este proyecto se «tomaran muy en serio la privacidad».

En 2017, cuando Facebook era considerada una compañía innovadora y antes de que llegaran sus escándalos de privacidad, presentaron algo conocido como ‘Bulding 8’, un proyecto con el que buscaban desarrollar un dispositivo futurista basado en una interfaz cerebro-ordenador (BCI), el cual nos daría la capacidad de ‘escribir’ con la mente y ‘escuchar’ con la piel. Una invento que derribaría las barreras de la comunicación en muchos sentidos.

Hoy, más de dos años después de aquel anuncio, Facebook publicó novedades acerca de este proyecto, el cual ahora cuenta con el apoyo de una investigación científica de la Universidad de California, San Francisco (UCSF), que conlleva experimentos cerebrales financiados por Facebook.

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Descodificando el habla, desde el cerebro

Cuando conocimos el proyecto en abril de 2017, uno de los objetivos principales, según Facebook, era crear una especie de diadema que permitiera a la gente escribir a una velocidad de 100 palabras por minuto, simplemente pensando. Es decir, sin hablar o tocar un dispositivo, todo a través de pensar en las palabras y frases.

Ahora, poco más de dos años después, Facebook nos explica que estuvo financiando una extensa investigación universitaria sobre voluntarios humanos, desarrollada y aplicada por la UCSF, la cual sirvió para desarrollar «descodificadores del habla» capaces de determinar lo que la gente está tratando de decir mediante el análisis de sus señales cerebrales.

De hecho, a la par de Facebook, la UCSF publicó de forma independiente los primeros detalles de su investigación, dirigida por el neurocientífico Edward Chang, donde se utilizaron ‘matrices de ECoG’, que son láminas de electrodos implantados directamente en los cerebros de los voluntarios, un método altamente invasivo en pacientes que estaban siendo preparados para una cirugía de epilepsia.

Según los primeros resultados detallados en el informe, fueron capaces de recoger la actividad cerebral de los voluntarios del estudio mientras hablaban, y simultáneamente descodificar lo que decían en un monitor. En estudios anteriores de este tipo había sido posible descodificar palabras de la actividad cerebral, pero nunca en tiempo real, lo que podría ser considerado un éxito si nos basamos en lo que afirma Facebook.

Los responsables del estudio aclararon que hasta el momento sólo han sido capaces de que el sistema reconozca un número limitado de palabras y frases. Con el tiempo, afirman que su objetivo es descodificar 100 palabras por minuto con un vocabulario de 1000 palabras, todo ello manteniendo una tasa de error de menos del 17%.

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El primer prototipo hacia finales de año

El proyecto está siendo desarrollado por Reality Labs, la división de tecnología, realidad aumentada/virtual de Facebook, donde explican que la investigación está en curso y buscan restaurar la capacidad de comunicarse en una persona discapacitada con un impedimento del habla.

Lo siguiente en el proyecto, según Facebook, es fabricar una especie de auricular o «weareable no invasivo» que permita a los usuarios controlar la música o interactuar en entornos de realidad virtual/aumentada utilizando sus pensamientos. Aquí tendrían acceso a respuestas predefinidas que limitarían las opciones y ayudarían a descodificar los pensamientos, como un ‘home’, ‘select’, ‘back’ o ‘delete’.

Facebook afirma que estaríamos ante una nueva forma de interacción con sistemas de realidad virtual/aumentada, donde serían capaces de «leer» apenas una pequeña parte de todo lo que ocurre en el cerebro, pero que sería suficiente para distinguir entre un conjunto limitado de órdenes, eliminando la necesidad de tener comandos de voz o escritos.

La compañía de Mark Zuckerberg asegura que a finales de año mostraran el primer prototipo de este dispositivo, el cual sería un sistema portátil del que se desconoce su funcionamiento o capacidades.

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Facebook teniendo acceso a nuestras señales cerebrales

Más allá de los dilemas éticos que desatará este tipo de implementaciones, sin duda necesitaremos regulaciones acerca de cómo se recolectan, almacenan y usan los datos cerebrales. Un asunto delicado y más ahora cuando ni siquiera podemos ponernos de acuerdo con los datos digitales que recolectan y comercializan.

Nita Farahany, profesora de la Universidad de Duke y especializada en neuroética, lo explica de forma perfecta:

«Para mí, el cerebro es el único lugar seguro para la libertad de pensamiento, de fantasía y de disidencia. Estamos a punto de cruzar la última frontera de la privacidad en ausencia de cualquier tipo de protección.»

Y es que estamos hablando de Facebook, la misma compañía que vendió nuestros datos a terceros y tuvo varios «incidentes» de filtraciones y privacidad, lo que hace que se planteen serias dudas acerca de la seguridad de un proyecto diseñado para conectarse directamente a nuestro cerebro que estaría en la manos de Zuckerberg.

Mark Chevillet

Mark Chevillet, director de investigación de Facebook Reality Labs, se refiere así a este tema:

«No podemos anticipar ni resolver todos los problemas éticos asociados con esta tecnología por nuestra cuenta. Lo que podemos hacer es reconocer cuando la tecnología ha avanzado más allá de lo que la gente sabe que es posible, y asegurarnos de que la información se devuelva a la comunidad. El diseño neuroético es uno de los pilares clave de nuestro programa, queremos ser transparentes en lo que estamos trabajando para que la gente pueda contarnos sus preocupaciones sobre esta tecnología. Nos tomamos muy en serio la privacidad.»

Un punto curioso es que Facebook hace hincapié en que todos los datos cerebrales recabados se quedarán en la universidad, y los empleados de Facebook sólo acudirán a estudiarlos. Sin embargo, no se sabe cuánto dinero aporta Facebook a la universidad ni cuánto saben los voluntarios sobre el papel de la empresa en estas pruebas.

Al final estamos hablando de un dispositivo que, en teoría, sería capaz de ‘leer’ señales cerebrales que podrían darle mucha más información, como la forma en que la gente reacciona a ciertas publicaciones o mensajes.