«Venimos
a
jugar
de
esta
manera
por
la
jerarquía
que
tiene
Racing.
Generaron
situaciones
en
el
primer
tiempo,
una
que
le
quedó
a
Salas,
pero
después
no
me
acuerdo
otra.
El
planteo
iba
a
ser
muy
bueno
si
no
nos
hacían
el
gol
en
la
última
jugada.
Nos
faltó
viveza,
si
tirábamos
la
pelota
al
lateral,
el
partido
moría
ahí.
Estamos
generando,
tenemos
que
mejorar
en
eso.
Y,
como
dije
siempre,
el
fútbol
es
para
vivos»,
analizó
respecto
a
la
estrategia
usada.
Y
para
justificar
lo
que
hizo
su
equipo,
apeló
a
una
comparación
boxística:
«¿Si
boxearas
contra
Tyson,
cómo
te
defenderías?
Pese
al
lado
sentimental
de
su
familia,
el
Ogro
dejó
en
claro
que
quería
ganar
a
toda
costa: «No
me
interesa
que
mi
familia
sea
de
Racing,
amo
a
mi
familia
pero
hoy
quería
hacer
15
goles.
Quiero
ser
feliz
yo,
no
hacer
feliz
a
mis
tíos «.
Para
culminar,
le
preguntaron
por
su
calentura
en
el
final.
Si
bien
bajó
los
decibeles,
fue
contundente:
«Sé
perder,
nunca
me
van
a
ver
metido
en
un
problema.
Aprendí
mucho
de
jugador.
Mastico
la
mierda,
todo
vuelve».
