El chofer del Chevrolet Corsa que fue atropellado el lunes a la madrugada en Ruta 9, a un kilómetro del ingreso por calle Pedro Patat, habló este mediodía en Radio Comunicar.
Contó los detalles del siniestro que involucró a una camioneta VW Amarok conducida por un hombre totalmente borracho.
Iba en la misma dirección del Corsa: «Estábamos por llegar al ingreso por Tronco Pozo y sentimos el golpe totalmente inesperado, ni siquiera vimos la luz en el retrovisor. Giramos y terminamos contra un alambrado. Todos me dicen que fue un milagro que no nos dimos vuelta».
Asegura que venían todos con cinturón de seguridad, luces encendidas y ninguno había consumido alcohol.
«Saqué a mis compañeros del auto y cuando ya estaba la Policía vemos a un hombre que venía caminando y creíamos que era alguien que venía a ayudarnos o a preguntar y no podía hablar, que había chocado y no sabía con qué, si era un perro o qué. Yo estaba al lado cuando él decía todo esto. No se le entendía ni lo que decía», agregó.
Dijo que había tomado y que venía de una fiesta. Al principio se negó a hacerse el test y sólo quería que esté su abogado. Le dio 2,3 gramos de alcohol por litro de sangre.
«Pero no podía soplar, no sabía cómo accionar con el alcoholímetro», agregó el joven, integrante de una banda musical.
«La verdad es que me pudo haber destruido todo a mí o a alguno de mis amigos. Este tipo manejó así en la Ruta y no me quiero imaginar cómo maneja en la Colonia».
El muchacho, de 21 años, dijo que el caso no puede quedar solamente en el arreglo del automóvil. «Es una chapa con ruedas, pero el día de mañana puede pasar algo con alguna persona, ¿y yo me quedó conforme porque me pagó el arreglo? Estoy con mucha bronca. Él después del dosaje de sangre se fue libre a su casa».
La camioneta frenó porque se le salió la rueda. El chofer, ebrio, pensó que había chocado a un perro.
Así quedó el Corsa después de ser impactado lateralmente por la camioneta. Iban cuatro jóvenes, ninguno resultó herido.