La
capacidad
(y
la
demanda)
de
almacenamiento
de
datos
parece
crecer
exponencialmente
cada
año
que
pasa,
pero
ahora
ha
llegado
al
mercado
un
dispositivo
ha
surgido
que
parece
desafiar
esta
tendencia.
Se
trata
de
una
anomalía
cuyo
atractivo
no
reside
en
su
capacidad
de
almacenamiento,
absolutamente
ridícula
a
estas
alturas
del
desarrollo
tecnológico
(sólo
8
KB),
sino
en
su
absolutamente
impresionante
longevidad…
…según
sus
fabricantes,
es
capaz
de
superar
los
200
años,
superando
muy
ampliamente
a
todas
las
unidades
de
almacenamiento
USB
hoy
en
día
a
la
venta.
No
lo
has
leído
mal,
este
pendrive
(bautizado
como ‘Blaustahl
Storage
Device‘)
promete
conservar
tus
datos
durante
más
de
dos
siglos,
una
hazaña
que
es
posible
gracias
a
la
tecnología
de
memoria ‘ferroelectric
random
access
memory’
(FeRAM),
un
tipo
de
memoria
no
volátil
que
supera
con
creces
las
capacidades
de
retención
de
datos
de
la
memoria
flash
NAND
convencional.
Bien
es
cierto
que
tiene
truco:
puede
mantener
la
integridad
de
los
datos
durante
ese
tiempo
si
mantenemos
el
dispositivo
a
temperaturas
de
hasta
35°C…
y
se
reduce
a ‘sólo’
95
años
si
éstas
alcanzan
los
55°C.
Eso
sí,
el
dispositivo
cuenta
con
una
impresionante
resistencia
a
los
ciclos
de
lectura
y
escritura,
soportando
hasta
10^12
ciclos
a
85°C,
lo
que
lo
hace
prácticamente
indestructible
en
condiciones
de
uso
normales.
Un
dispositivo
para
usos
(muy)
específicos
Aunque
la
capacidad
de
almacenamiento
de
8KB
pueda
parecer
totalmente
insuficiente
en
comparación
con
los
estándares
actuales,
este
dispositivo
está
diseñado
para
situaciones
donde
la
longevidad
y
la
seguridad
de
los
datos
son
prioritarias.
Se
presenta
como
una
especie
de
cápsula
del
tiempo
digital,
ideal
para
almacenar
información
crítica
que
necesita
perdurar
en
el
tiempo,
como
contraseñas,
claves
de
criptomonedas,
notas
personales
importantes
o
datos
de
geocaching.
Para
facilitar
su
uso,
el
Blaustahl
Storage
Device
incluye
un
editor
de
texto
integrado,
accesible
a
través
de
programas
de
como
PuTTY
o
Tera
Term.
Esto
permite
a
los
usuarios
gestionar
y
actualizar
la
información
almacenada
sin
necesidad
de
software
externo,
reforzando
la
seguridad
y
la
simplicidad
del
dispositivo.
El
corazón
de
este
pendrive
es
un
procesador
Raspberry
Pi
RP2040
de
doble
núcleo
Cortex-M0+,
que
opera
a
133 MHz
y
está
respaldado
por
264
KB
de
SRAM.
Aunque
la
memoria
principal
sea
de
sólo
8
KB,
el
dispositivo
también
cuenta
con
4MB
de
memoria
NOR
flash,
destinada
al
firmware.
Esto
es
relevante
porque
Machdyne,
la
empresa
detrás
de
Blaustahl,
ha
prometido
futuras
actualizaciones
de
firmware
que
incluirán
capacidades
de
cifrado,
lo
que
añadirá
una
capa
adicional
de
seguridad
a
un
dispositivo
ya
de
por
sí
robusto.
Para
aquellos
interesados
en
personalizar
o
experimentar
con
el
dispositivo,
Machdyne
ha
hecho
públicos
el
firmware,
los
esquemas
y
los
archivos
de
diseño
en
GitHub,
lo
que
abre
la
puerta
a
modificaciones
y
mejoras
por
parte
de
la
comunidad.
Además,
se
comercializa
a
un
precio
de
29,95
euros.
Imagen
|
Marcos
Merino
mediante
IA
+
Foto
de
Machdyne