En
junio
nos
hicimos
eco
de
una
noticia
que
había
saltado
a
los
titulares
asegurando
que
«16.000
millones
de
contraseñas»
habían
quedado
expuestas
en
lo
que
se
calificaba
como
una «filtración
histórica».
Pero
Troy
Hunt,
famoso
por
ser
el
creador
de
Have
I
Been
Pwned
(el
sitio
web
de
referencia
a
la
hora
de
comprobar
si
nuestras
credenciales
han
sido
filtradas),
ha
analizado
una
muestra
significativa
de
ese
material
para
separar
los
hechos
de
la
hipérbole.
Su
conclusión:
el
impacto
real
es
muchísimo
menor
que
la
cifra
que
se
ha
difundido
y,
además,
no
se
trata
de
una
única
brecha,
sino
de
recopilaciones
de
credenciales
previas
ya
conocidas
y
redundantes.
utilizar
la
nemotecnia
para
crear
y
recordar
contraseñas
complejas
y
seguras
De
dónde
sale
el
titular
de
los «16.000
millones»
La
dinámica
es
conocida:
los
medios
compiten
por
presentar «la
mayor
filtración
jamás
vista»,
buscando
una
cifra
que
supere
a
la
anterior.
En
este
caso,
el
bulo
(del
que
se
habían
hecho
eco
incluso
las
compañías
de
ciberseguridad)
tomó
tracción
y
en
su
momento
llevó
incluso
a
un
pico
de
búsquedas
de
Have
I
Been
Pwned,
a
pesar
de
que
HIBP
aún
no
había
cargado
ningún
dato
de
esa
supuesta «megafiltración».

El
asunto
es
que
no
hay
una
única
fuente
de
exposición: «Bob»,
un
investigador
reputado,
explicó
a
Hunt
que
lo
que
circulaba
eran
diferentes
conjuntos
de
datos
de
infostealers
que
se
habían
hecho
públicos
a
lo
largo
del
año,
a
veces
retirados
y
a
menudo
reempaquetados.
Los
stealer
logs
se
generan
máquina
a
máquina
cuando
un
dispositivo
comprometido
roba
credenciales
almacenadas
o
introducidas
en
el
navegador;
con
el
tiempo,
se
agrupan
y
redistribuyen.
Presentarlo
como «una
filtración»
es,
por
tanto,
engañoso.
Lo
que
analizó
HIBP:
tamaño
real,
estructura
y
depuración
Hunt
recibió
de «Bob»
10
archivos
JSON
que
sumaban
775
GB
y
2.700
millones
de
filas
de
datos.
Una
comprobación
rápida
mostró
que
más
del
90
%
de
las
direcciones
ya
figuraban
en
HIBP
y,
en
el
caso
de
viejos
stealer
logs,
coincidían
los
mismos
dominios.
Es
decir,
mucho
material
visto
previamente.
Hunt
resume
tres
motivos
por
los
que
los
números «de
portada»
se
inflan
de
forma
sistemática:
-
Duplicación
entre
ficheros
(el
mismo
dato
aparece
en
varios
paquetes). -
Duplicación
dentro
del
mismo
fichero
(repeticiones
crudas
de
filas). -
Métrica
engañosa:
una «fila»
no
equivale
a «una
persona»;
una
sola
víctima
puede
generar
decenas
o
cientos
de
filas
(cuenta
×
servicio).
Aplicando
su
proceso
de
limpieza
y
parsing,
de
esas
2.700
millones
de
filas
se
extrajeron
325
millones
de
entradas
únicas
procedentes
de
stealer
logs
(filas
válidas
con
web
+
email
+
contraseña).
Al
consolidar
individuos,
el
total
quedó
en
109
millones
de
direcciones
de
correo
únicas,
que
son
las
que
han
acabado
incorporándose
a
HIBP.
En
otras
palabras:
se
ha
pasado
de
2.700
millones
de «filas»
a
109
millones
de «personas»:
una
reducción
del
96
%.
Sin
embargo,
la
muestra
dada
por «Bob»
representa
apenas
una
séptima
parte
de
la
cifra
de
los
titulares,
¿pudiera
ser
que
el
resto
de
credenciales
no
muestren
cifras
tan
infladas?
Hunt
es
claro:
no
se
puede
saber
con
certeza.
Pero
apuesta
a
que
la
caída
sería
mayor
aún.
Las
cifras
que
importan
(y
lo
que
significan)
-
Direcciones
de
correo
únicas
nuevas:
pese
a
la
gran
redundancia,
es
cierto
que
finalmente
se
incorporaron
4,4
millones
de
direcciones
que
no
estaban
previamente
en
HIBP.
Es
relevante…
pero
no
justifica
titulares
de «la
mayor
de
la
historia». -
Contraseñas
únicas:
se
identificaron
231
millones
de
contraseñas
únicas
en
entradas
válidas;
el
96
%
ya
era
conocido
por
HIBP
y
su
servicio
Pwned
Passwords
(con
recuentos
de
prevalencia
actualizados).
Son
consultables
en
la
web
y
la
API
de
HIBP.
Por
qué
hay
que
quitarle
hierro
al
asunto
-
No
es
un
solo
incidente:
presentar
un
agregado
de
logs
de
malware
como «una
brecha
récord»
pervierte
el
concepto
de «brecha»
(que
implica
una
fuente
concreta
y
un
evento). -
La
métrica
basada
en
filas
infla:
hablar
de «filas»
o «credenciales»
en
bruto
sobrerrepresenta
el
daño.
Lo
que
cuenta
es
personas
únicas
y
credenciales
válidas
tras
deduplicar.
En
el
corpus
analizado,
la
inflación
fue
del
96
%. -
El
material
no
es «fresco»:
mucha
de
esta
información
llevaba
circulando,
por
lo
que
el
riesgo
no
es
nuevo
frente
a
lo
ya
conocido.
¿Qué
debes
hacer
si
te
preocupa
tu
seguridad?
-
Comprueba
tu
correo
en
HIBP
y
activa
las
alertas. -
Cambia
contraseñas
allí
donde
reutilizaste
o
donde
el
gestor
indique
riesgo.
Usa
generadores
aleatorios
y
almacenado
en
gestor
de
contraseñas. -
Activa
MFA/2FA
en
los
servicios
críticos:
correo,
banca,
redes
sociales,
trabajo.
Aunque
una
contraseña
se
filtre,
el
segundo
factor
bloquea
la
mayoría
de
abusos. -
Limpia
y
actualiza
tus
equipos:
los
stealer
logs
existen
porque
malware
robó
tus
credenciales.
Pasa
antimalware,
actualiza
sistema
y
navegador,
revisa
extensiones
sospechosas.
Imagen
|
Marcos
Merino
mediante
IA
En
Genbeta
|
Si
usas
una
de
las
contraseñas
de
esta
lista,
tienes
el
récord
del
inicio
de
sesión
más
hackeable
de
Internet





































