Un buen proyecto de fin de semana en casa es preparar tu propio hojaldre casero, mejor aprovechando para preparar una buena cantidad para congelar, pero tampoco pasa nada por emplear uno comercial. El rectangular es nuestro favorito en casa, muchísimo más versátil y que nos soluciona la cena en un santiamén, a menudo tirando de sobras.
En la receta de cipolline catanesi, típica de Sicilia, tenemos un formato estupendo para cenar delante de la tele, en la terraza o alrededor de una mesa más completa con picoteo, dándoles forma de paquetes que en esta versión italiana se rellenan con salsa de tomate y cebolla, jamón y queso mozzarella.
Solo hay que cortar la masa en cuadrados, disponer el relleno en el centro y cerrar cada unidad doblando las esquinas llevando cada extremo al mismo punto central, superponiendo cada pliegue. Esto nos permite jugar y cambiar el interior, por ejemplo con el relleno del hojaldre de jamón York y queso, del delicioso pastel de bonito y champiñones o de la clásica empanada de atún de lata.
Caliente o frío, el hojaldre salado nunca falla y suele gustar a todo el mundo, en porciones más grandes o formatos mini de picoteo. Eso sí, hay que procurar que sea un relleno bien jugoso, pero sin pasarse, que la masa húmeda no es muy recomendable.
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