Si
tienes
berenjenas
en
casa
y
ya
no
sabes
cómo
prepararlas
sin
complicarte
la
vida,
agarra
una
buena
fuente
refractaria,
enciende
el
horno
y
prepárate
para
hacer
la
mejor
receta
que
podrás
probar
usando
solo
tres
ingredientes.
Rememorando
los
sabores
italianos,
esta
versión
de
asado
de
berenjena
y
mozzarella
es
la
más
sencilla
que
hemos
probado,
igual
o
más
suculenta
que
otras
más
tradicionales,
y
perfecta
para
dar
de
comer
a
un
regimiento.
El
único
truco
que
podríamos
achacarle,
si
fuéramos
súper
puristas
y
quisquillosos,
es
que
uno
de
esos
ingredientes
que
necesitamos
es
la
salsa
de
tomate.
De
acuerdo,
es
una
elaboración
aparte
en
sí
misma,
pero
también
esta
salsa
la
consideramos
ingrediente
porque
casi
todo
el
mundo
tiene
ya
en
casa,
sea
casera
en
la
nevera
o
congelada,
sea
en
bote
en
la
despensa.
No,
no
pasa
absolutamente
nada
por
tirar
de
conservas
de
vez
en
cuando,
hay
salsas
excelentes
que
sacan
de
mil
apuros.
El
tomate
frito
también
nos
vale.
Por
lo
demás,
lo
único
que
hay
que
hacer
es
cortar
las
hortalizas
en
rodajas
y
cocinar
las
berenjenas
a
la
plancha
mientras
se
precalienta
el
horno.
Es
bien
fácil:
se
cocinan
en
plancha
o
sartén
antiadherente
con
un
poco
de
aceite
hasta
que
se
doren
un
poco
por
cada
lado.
Si
lo
prefieres,
puedes
hacerlo
al
microondas.
Y
solo
queda
montar
la
fuente
alternando
capas
de
berenjena
con
salsa
de
tomate
y
queso
mozzarella
que
funda
bien,
del
tipo
ya
rallado
o
repartiendo
una
o
dos
bolas
de
mozzarella
en
suero.
En
realidad
podríamos
usar
otros
quesos
fundentes
como
emmental,
gouda,
un
queso
de
oveja,
de
mahón…
o
mezcla
al
gusto.
Si
tienes
mozzarella
fresca,
resérvala
para
la
capa
final,
queda
mejor
una
vez
fundida.
Nada
más:
unos
20
minutos
de
horno
y
a
devorar.
A
partir
de
aquí
te
puedes
complicar
lo
que
quieras
añadiendo
también
taquitos
de
jamón,
orégano
o
albahaca,
beicon,
unas
setas…
pero
con
estos
tres
ingredientes,
berenjena,
tomate
y
queso,
ya
tendrás
un
platazo
deliciosamente
suculento.
En
DAP
|
Berenjenas
asadas
En
DAP
|
Berenjenas
fritas