Jodie Marsh es una ‘celebrity’ británica que, en 2004, trabajando de stripper, saltó a la fama tras afirmar haberse acostado con un futbolista del Chelsea: al año siguiente (con 26 años) publicó su biografía, mientras iniciba su carrera como modelo e iba saltando de ‘reality’ en ‘reality’.
Su momento de mayor fama terminó hace ya una década, pero nunca ha terminado de abandonar el foco mediático (en España habría sido una habitual de ‘Sálvame’).
Ahora, vuelve a los titulares en su país de origen por una iniciativa que está muy alejada (y al mismo tiempo no tanto) de su trayectoria previa. Retrocedamos al 2020, cuando Marsh inagura lo que definió como su «gran sueño»: Fripps Farm, un refugio para animales situado en Essex que actualmente alberga a más de 400 ejemplares (con todo tipo de especies, de pavos hasta alpacas).
Nada que ocultar por una buena causa
Pero, ¿cómo pudo pagar Marsh la puesta en marcha del refugio, así como las reformas y ampliaciones que ha tenido que emprender recientemente? Pues, según sus propias declaraciones a la BBC, gracias a OnlyFans:
«Sólo en OnlyFans pude encontrar los recursos para mantenerlo abierto: requiere alrededor de 16.000 libras mensuales».
Así paga, afirma, desde los medicamentos y el veterinario hasta el alimento de los animales, o el herrado de los burros y ponis.
De este modo, OnlyFans, la plataforma conocida por ofrecer contenido para adultos (erótico o pornográfico, vaya) directamente monetizado por los propios ‘modelos’, se ha convertido en una herramienta esencial para Marsh: cobra 11,99 dólares al mes a sus suscriptores y, aunque el número de éstos no es público, su perfil cuenta con más de 52.000 ‘likes’.
De hecho, fue lo que le permitió cubrir los salarios de su personal durante el primer año de su puesta en marcha («Todos bromean y dicen ‘tus tetas pagan nuestro salario'», afirma).
Ahora que ha tenido que financiar la construcción de nuevas instalaciones, Marsh ha optado por regresar a OnlyFans «a tiempo completo», recurriendo incluso a un fotógrafo profesional y al cameo de alguna antigua conocida de sus tiempos de faranduleo.
La historia de Jodie Marsh constituye un ejemplo de cómo la monetización mediante plataformas digitales (ya sean para adultos, como en este caso, o no), está permitiendo a creadores de contenidos individuales financiar proyectos personales, tanto empresariales como altruistas.
Vía | BBC
Imagen | Basado en original de Fripps Farm