Si uno menciona la ciudad de Deventer, posiblemente haya que acudir a un mapa de Países Bajos para localizarla. Es una ciudad fuera de la brújula de los tours y visitas habituales que se hacen a estas tierras que se asientan por debajo del nivel del mar. Incluso entre los propios neerlandeses, muchos afirman de conocerla, pero pocos pueden asegurar haber estado en ella, y eso que está considerada como una de las ciudades más bellas de este país.
Al aproximarse a Deventer, el inmenso y caudaloso río Ijssel conforma un verdadero foso natural. A un lado, campos de labor, parques, pequeños bosques; al otro lado, la ciudad histórica. Su skyline medieval, con casas nobiliarias, se alza ante el viajero. Y, dominando, la inmensa torre gótica de la iglesia, que espera como faro vigía. Para entrar en la ciudad hay que cruzar esta frontera, este vasto río, en un transbordador que va y viene de orilla a orilla.
Tras bajar del embarcadero y poner pie en los añejos adoquines de Deventer, comienza una ruta pausada por los entresijos de esta bucólica y comercial villa. Siempre se recomienda en los Países Bajos que uno se mimetice con el paisaje, se haga con una bicicleta y con ella recorra las grandes ciudades, pasee por los campos de tulipanes, por sus canales y que salte de puente en puente. Pero Deventer va a contra corriente, aquí lo mejor es disfrutarla a pie.
La casa más antigua de Países Bajos
Gracias a su río navegable, Deventer fue una de las ciudades más importantes de la Liga Hanseática, la poderosa alianza comercial que unía burgos que ahora se encuentran en los países Bálticos, Suecia, Alemania, Países Bajos y Bélgica entre el siglo XII y el XV. Deventer prosperó gracias a este comercio que enlazaba las importantes rutas marinas por Europa.
El poder de la ciudad fue tal que llegó a tener su propia fábrica de monedas. Hoy solo queda la Muntentoren o Torre de la Moneda, que estuvo acuñando monedas hasta principios del siglo XVIII. Sólo las más importantes ciudades gozaban del poder y la autonomía de labrar su propio dinero. Y este pasado comercial se sigue viendo en su bullicio y comercio diario.

Casa más antigua de Países Bajos / Luis Ulargui
Otro secreto se esconde en la pintoresca callejuela de Sandrasteeg. Allí está De Proosdij. No es sólo un edificio, sino una pequeña caja del tiempo. Es el edificio de piedra más antiguo conservado en los Países Bajos, data de 1130 y fue residencia de un alto dignatario eclesiástico. Sus muros románicos aún transmiten la solidez, la riqueza y el poder religioso de Deventer durante la Edad Media.
Las calles medievales más bonitas
El Bergkwartier es el distrito histórico mejor conservado de Deventer, levantado sobre lo que fue una montaña de arena fluvial. En tiempos de la Liga Hanseática fue el barrio de los ricos comerciantes y marineros, que edificaron sus casas cerca del puerto del río Ijssel para controlar la llegada y salida de mercancías. Pasear por su entramado de calles medievales, alrededor de la iglesia de Bergkerk, es viajar en el tiempo. Se puede uno encontrar hasta el antiguo mercado donde se compraba y vendía mantequilla.

Barrio de Bergkwartier / Foto Turismo Países Bajos – Iris Van Den Broek
Perderse por este laberinto adoquinado permite descubrir las casas de mercaderes restauradas, que están llenas de historia y de historias, pero también ladrillos iconográficos que señalaban el gremio y el comercio principal de cada una de las zonas del barrio. Hoy son divertidos y grotescos, pero antaño, cuando el vulgo no sabía leer, eran la mejor forma de no extraviarse por el barrio. Lugar ideal para encontrar tiendas y boutiques originales, galerías de arte, almonedas, tiendas de diseños y librerías de viejo, o la tienda que hay que visitar sí o sí, la famosa Oude Mosterd Fabriek, una antigua fábrica de mostaza.

Calle medieval de Deventer / Luis Ulargui
Dicen que son las calles más bonitas de todo el país, pensadas para deambularlas sin prisa, entrar y curiosear en sus tiendas, cotillear por las ventanas que hacen de escaparate, averiguar lo que hay detrás de cada esquina y sorprenderse con murales por las paredes, con patios silenciosos y con pequeños jardines donde se esconden teterías. De todas las vías, una sobresale por encima de todas: Walstraat, cuyo trazado irregular recorre paralela a lo que fue la muralla de la ciudad, razón por la cual no va recta, sino que se enreda sobre sí misma.
El Gabinete de Dickens y un festival muy victoriano
En Walstraat se encuentra un edificio singular: una cárcel de mujeres. En su fachada se observa a una joven intentando escapar con las afamadas sábanas de nudos. Hoy es la sede del Dickens Cabinet, un pequeño museo dedicada al escritor inglés y su obra.

Dickens Festival de Deventer / Foto Dickens Festival – Sander Korvemaker
El origen de esta colección está en el Festival de Dickens, que se celebra desde hace 30 años siempre unos días antes de la llegada de la Navidad. Es entonces cuando el barrio medieval de Deventer desprende una atmósfera victoriana y cobra una vida distinta, convirtiéndose en un arcaico y caótico Londres del siglo XIX.
De repente, sin darse uno cuenta, aparecen Oliver Twist correteando, el egoísta Ebenezer Scrooge de Cuento de Navidad paseando con gesto avaro, deshollinadores, huérfanos y pillos, niñeras y huraños señores con sombrero de copa alta. Un sinfín de personajes y personajillos escapados de los cuentos y novelas de Dickens. Sin querer, viajamos desde un frío rincón neerlandés hasta un pintoresco Londres.
El bizcocho más secreto de Países Bajos
Deventer recibe muchos sobrenombres: una de las localidades neerlandesa más antigua, la ciudad medieval más bonita, la ciudad de Dickens y la villa de las galletas. Este último se debe al Deventer Koek, también conocido como el bollo de especias. Si se traduce correctamente la palabra neerlandesa “Koek” equivaldría en castellano a galleta, aunque aquí no estamos hablando de una cookie, sino de un curioso biscocho.

Deventer Koek / Luis Ulargui
Hay que remontarse más de 600 años, a principios del siglo XV, para encontrar la primera documentación escrita sobre este pastel. Una ordenanza que regía cómo debía hornearse, que medidas debía tener y su peso aproximado. Había que poner un orden en las tahonas de la ciudad sobre ese dulce pan de especias que se producía desde hacía, quién sabe, cuánto tiempo atrás.
De lo que no se habla es de la receta, celosamente guardada por el gremio de panaderos, que la transmitían bajo juramento a sus descendientes. Hoy, se sabe que se utiliza una base de harina de centeno, miel y una mezcla secreta de especias, bueno, ya no tan secreta: lleva jengibre, clavo, un toque de canela y nuez moscada. La ausencia de grasa alguna y de huevos, junto con el efecto conservante de la miel, garantizaban una excelente durabilidad durante meses en las alacenas.
En el siglo XVIII, el panadero Jacob Bussink impulsó su modernización a gran escala. Sus descendientes son hoy los únicos que mantienen la tradición en la histórica panadería de la plaza central. Por ella han pasado reyes, políticos y todo aquel que se detiene en Deventer. No puede uno irse de esta ciudad sin saborear la sinfonía de sabores a especias del afamado Deventer Koek.

Pastelerçia J Buik en Deventer / Foto Luis Ulargui
Entrar en la panadería de J. Bussink es abrir una cápsula del tiempo: estanterías de madera, la balanza de cobre, las cajas del afamado pastel perfectamente alineadas en el mostrador… Todo está como su creador lo dejó hace ya más de 200 años. En el piso superior, un pequeño salón de té invita a acompañar el dulce panecillo de especias con un buen humeante café o un té caliente.
Desde allí, con el bizcocho en la mano, y como chiquillo feliz, el visitante puede seguir paseando por Deventer y mostrar esa alma de pillo heredada de las lecturas a Dickens. La ruta puede finalizar en el Museo del Juguete o en el Worpplantsoen, uno de los parques más antiguos del país, creado a finales del siglo XVI. Dos lugares perfectos para cerrar un día en una de las ciudades más desconocidas, y a la vez, más bellas y distintas de Países Bajos.
Fotos: Oficina de Turismo de Países Bajos / Deventer Dickens Festival / Luis Ulargui
En DAP | Receta de pan de especias
En DAP | Casita de jengibre








































