El Partido Socialista (PSOE) que gobierna España se imponía ajustadamente en las elecciones generales de este domingo, según los primeros cómputos oficiales, que revelaban una paridad relativa y dejaban tanto a esa fuerza como al Partido Popular (PP), el mayor opositor, en dificultades para encabezar el próximo gobierno.
El PSOE obtenía 133 de las 350 bancas totales del Congreso de los Diputados, seguido por el PP, con 128 escaños, cuando se había completado 30,35% del escrutinio, informó el Ministerio del Interior en su página web.
En tanto, el partido de extrema derecha Vox, potencial aliado del PP -aunque líderes de ambos negaron una eventual alianza-, se ubicaba tercero, con 32 bancas, y Sumar, el principal aliado del PSOE, obtenía 29.
Poco después de que cerraran los colegios electorales en la mayoría del país -en las islas Canarias estuvieron activos hasta una hora después, debido a que allí rige otro huso horario-, una encuesta a boca de urna señaló al PP como triunfador.
De acuerdo con ese sondeo de la firma Gad3, el PP obtendría 150 bancas, de todos modos sin mayoría propia, y solo podría encabezar el gobierno si pactara con Vox, que ganaría 31 escaños.
Esa encuesta, divulgada por el grupo Mediaset, asignó 112 bancas al PSOE y 27 a Sumar.
Qué y cómo se vota
Los votantes renovarán el Parlamento, que a su vez elige al Ejecutivo y a su primer ministro.
España tiene una forma de Gobierno parlamentaria, así que ejerce el poder el partido o la alianza de partidos que logre mayoría en el Parlamento, es decir 176 bancas del total de 350.
Por lo general, la agrupación más votada es la primera en tener la oportunidad de formar Gobierno. Si no llegó a los 176 escaños, podrá aliarse con otro partido para hacerlo.
Desde 1982, el PSOE y el PP ocuparon alternativamente el Gobierno de España, con mayoría absoluta o con el apoyo externo de otros grupos políticos menores, y con el otro partido como principal grupo de la oposición.
El bipartidismo comenzó a horadarse en 2013 con la aparición de Podemos y luego en 2014 con la del partido de centroderecha Ciudadanos, y el Gobierno saliente de Sánchez es el primero de coalición desde el retorno a la democracia.
El PSOE y un nuevo movimiento llamado Sumar que incluye a 15 partidos de izquierda esperan poder hacerse con el poder. Sumar es liderado por la vicepresidenta segunda saliente, Yolanda Díaz, la única mujer entre los cuatro principales candidatos.
Como ningún partido llegaría a la mayoría absoluta, las alternativas son, básicamente, otra coalición progresista o una alianza entre la derecha y la extrema derecha.
Abascal dijo que esperaba una «movilización masiva (de votantes) que permita a España cambiar de dirección». Su partido, Vox, es una escisión del PP surgida en 2013.
Tras las elecciones de mayo, PP y Vox pactaron gobiernos locales y regionales en los que la extrema derecha mantuvo sus posturas más polémicas.
En los días previos a las elecciones, Feijóo dijo que una coalición con Vox «no es lo óptimo».
Sánchez ha dicho que tal posibilidad sería «un retroceso para España», con la derecha y la extrema derecha prometiendo revertir buena parte de los logros legislativos de estos últimos años.
Podemos, el socio incómodo de Sánchez desde inicios de 2020, fue absorbido y sustituido este año por Sumar, la formación de Díaz, que es comunista y fue ministra de Trabajo en el Gobierno saliente.
Ciudadanos, que tiene nueve diputados en el Parlamento saliente, está en franco declive, y no presentó candidatos.