El
nombre
de
Warren
Buffett
puede
que
no
le
suene
de
nada
a
mucha
gente
en
nuestro
país,
pero
quien
siga
la
actualidad
del
mundo
de
las
finanzas
y
siga
las
listas
de
los
mayores
ricos
del
mundo,
tendrá
su
figura
más
que
presente.
Este
empresario
es
además
uno
de
los
mayores
inversores
de
la
compañía
Apple,
pero
si
se
ha
hecho
tremendamente
popular
no
es
solo
por
las
cifras
millonarias
que
maneja,
sino
también
por
su
carisma
y
sus
peculiares
hábitos
de
vida.
Más
concretamente,
en
cuanto
a
la
dieta
diaria
que
le
mantienen,
aparentemente,
sano
y
lozano
con
94
años.
Hace
unos
meses
volvió
a
copar
titulares
de
la
prensa
económica
y
empresarial
cuando
vendió
por
más
de
500
millones
de
dólares
la
mitad
de
sus
acciones
de
Apple
para
reinvertirlos
en
nuevos
negocios
como
Domino’s
Pizza.
Y
conociendo
sus
costumbres
alimentarias,
no
nos
extrañaría
que
aprovechase
su
nueva
inversión
para
llevarse
unas
cuantas
pizzas
a
casa
de
vez
en
cuando.
Con
una
larga
y
muy
peculiar
vida
personal
y
trayectoria
profesional,
este
empresario
nacido
en
Omaha
(Nebraska)
en
agosto
de
1930
va
camino
de
cumplir
95
años
y
sigue
tan
activo
como
si
tuviera
cuarenta
años
menos.
Lejos
de
cuidarse
con
rutinas
o
tratamientos
sofisticados,
Buffett
sigue
disfrutando
de
la
comida
y
bebida
que
le
gusta,
alimentos
muy
alejados
de
lo
que
se
suele
recomendar
para
lograr
una
vida
larga
y
saludable:
bebe
Coca-Cola
a
diario
y
le
encantan
las
hamburguesas
de
McDonald’s.
«Decidí
comer
como
un
niño
de
seis
años»
Este
patrón
tiene
perplejos
a
sus
médicos
y
también
a
quienes
han
trabajado
con
él,
sobre
todo
en
un
mundillo,
el
de
las
tecnológicas,
donde
reina
la
obsesión
por
la
vida
sana,
lo
natural
y
la
guerra
a
los
ultraprocesados.
Recordemos
que
Tim
Cook
siempre
ha
asegurado
que
intenta
cuidar
al
máximo
su
alimentación,
mientras
que
Steve
Jobs
seguía
una
dieta
extremadamente
estricta
basa
prácticamente
solo
en
vegetales.
Todos
sabemos
cómo
terminó
el
fundador
de
Apple,
lo
que,
unido
a
la
longevidad
saludable
de
Warren
Buffet,
demuestra
que
para
tener
una
vida
larga
sin
enfermedades
la
genética
tiene
mucho
que
decir.
Buffet
no
tiene
problemas
en
compartir
sus
hábitos
y
explicar
por
qué,
según
él,
se
alimenta
como
un
niño. «Consulté
tablas
estadísticas
y
descubrí
que
la
tasa
de
mortalidad
más
baja
está
entre
los
niños
de
seis
años.
Así
que
decidí
comer
como
uno
de
ellos».
A
primera
hora
suele
arrancar
el
día
con
una
Coca-Cola
clásica,
con
azúcar,
y
normalmente
llega
a
tomar
hasta
cinco
a
lo
largo
del
día.
Y
así
lleva
además
54
años
con
la
misma
rutina
desayunando
en
McDonald’s,
siguiendo
una
curiosa
regla: «Cuando
las
acciones
bajan,
pido
el
desayuno
de
2,95
dólares.
Cuando
suben,
el
de
3,17
dólares».
En
total
van
más
de
19.000
desayunos
en
McDonald’s,
con
un
total
de
252
gramos
de
azúcares
diarios
y
700
calorías
al
día
solo
en
Coca-Cola. «Básicamente,
soy
un
cuarto
Coca-Cola»,
ha
afirmado
en
varias
entrevistas
sin
pudor.
Eso
sí,
duerme
sus
ocho
horas
diarias
para
llevar
el
ritmo
de
trabajo
que
sigue
manteniendo,
y
en
su
vocabulario
no
concibe
la
palabra
jubilación.
Asegura
que
el
descanso
y
mantenerse
activo,
sin
estrés,
es
mucho
más
importante
que
la
dieta,
algo
que,
para
desconcierto
de
sus
médicos,
se
confirma
a
través
de
sus
análisis
rutinarios,
siempre
prácticamente
perfectos. «La
salud
es
amar
tu
trabajo,
dormir
bien
y
mantener
el
estrés
a
raya».
Vía
|
Fortune