Una auténtica pena lo de ‘Los Nuevos Mutantes‘, una película que nació de los restos de la ya difunta Fox junto a la más bien pobre última entrega de los X-Men, y fue una película que mereció mejor suerte. Ya pasada la injusta oleada de odio que desató en unos tiempos en los que aún se creía que el MCU oficial de Disney iba a ser la panacea que iba a facturar continuamente películas del calibre de ‘Endgame’, podemos disfrutarla sin prejuicios en Disney+.
‘Los Nuevos Mutantes’ era una buena oportunidad de demostrar, como había hecho ‘Deadpool’ previamente, que los mutantes de Marvel están lejos de ser una monolítica fíormula superheroica, y que acoge en su seno todo tipo de enfoques, siempre bajo la nota común de los héroes marginados «por aquellos a quienes juraron proteger». En este caso, el registro es el de las películas de terror de los ochenta dirigidas al público adolescente, como ‘Pesadilla en Elm Street’.
Más concretamente, esta estupenda fantasía oscura juvenil guiña el ojo a ‘Pesadilla en Elm Street 3’ (que ya era, a su manera, una visión macabra y sangrienta de los X-Men), con un montón de adolescentes con superpoderes encerrados en un sanatorio mental. Una de ellas tiene terribles visiones relativas a un poderoso y aterrador Oso Místico que aniquiló a su familia.
Anya Taylor-Joy, Maisie Williams y Blu Hunt encabezan un estupendo reparto joven que se basa en uno de los mejores cómics de superhéroes de los ochenta, la Saga del Oso Místico de Claremont y Sienkiewicz. Y aunque no llega a los siniestros niveles de abstracción del papel, y que el accidentado proceso de postproducción acabó afectando al ritmo de la película, el resultado es un divertimento superheroico sin monsergas, y que posiblemente quede en la cuneta del olvido cuando lleguen los nuevos X-Men a Marvel. Una pena.
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