Cuando Microsoft lanzó Windows 8 en agosto de 2012 lo hizo con muchos cambios notables, y uno de ellos fue la introducción de Configuración, la nueva herramienta desde la que controlar buena parte de los parámetros del sistema.
El problema es que aquella herramienta no hizo que desapareciera el Panel de Control de Windows de toda la vida, y de hecho ambas opciones han coexistido desde entonces. En Windows 10 parece plantearse la unificación definitiva, pero lo cierto es que el proceso se está haciendo eterno y además tiene efectos negativos para muchos usuarios.
Un pequeño pero significativo cambio
El último cambio en este sentido se anunciaba la semana pasada. Junto a los cambios en el menú de inicio Microsoft destacaba que ahora la herramienta de Configuración de Windows 10 era «mejor».
¿En qué sentido? Precisamente en el de la unificación con el Panel de Control. «Seguimos trabajando en llevar funciones del Panel de Control a la Configuración«, explicaban los responsables de la empresa de Redmond, que indicaban que ahora la información de nuestro sistema ya no estará en el Panel de Control, sino que solamente podremos llegar a él desde «Configuración → Sistema → Acerca de«.
El cambio está solo disponible en las compilaciones de Windows 10 preliminares que aún no han llegado a los usuarios de forma masiva, pero teóricamente acabará llegando. De momento esos usuarios podrán seguir accediendo tanto a esa información del sistema como a la que presentaba el Panel de Control,
Cuando el cambio se active de forma global, todos los enlaces que antes llevaban a la herramienta de información del sistema del Panel de Control nos redirigirán a la información que proporciona Configuración, desde la que además podremos copiar esos datos para pegarlos fácilmente en un documento de texto.
Guerra entre paneles de control
Esta decisión de Microsoft ha reactivado el viejo debate sobre este sistema operativo: ¿por qué seguimos teniendo dos formas de configurar y consultar parámetros en Windows 10?
A estas alturas -Windows 10 cumplirá muy pronto cinco años- parece que sería normal que incoherencias de este tipo se hubieran solucionado, pero no es así, y la culpa no es solo de Microsoft, sino de los usuarios.
Así es: la resistencia la cambio es notable y son muchos los que han declarado que deshacerse del Panel de Control y dejar todo en manos de la herramienta de Configuración es un error.
Para quienes defienden el Panel de Control hay un potente argumento en esa defensa: esta alternativa siempre ha ofrecido más opciones avanzadas, mientras que en Configuración Microsoft ha simplificado -quizás en exceso- tanto la presentación de la información como las opciones a la hora de gestionar esos parámetros.
Las protestas en comunidades como la de Reddit son numerosas, y tenemos un buen ejemplo de esas incoherencias cuando nos enfrentamos a la configuración de las propiedades de nuestras conexiones de red.
En la bandeja del sistema es posible acceder a la opción «Abrir configuración de red e Internet», y eso nos lleva a una sección de Configuración, pero si queremos ir a las opciones avanzadas (por ejemplo, «Cambiar opciones del adaptador» para deshabilitarlo o ir al «Centro de redes y recursos compartidos») el sistema abrirá el Panel de Control y esa subsección en particular para configurarla.
Y así vamos, saltando de Configuración al Panel de Control y viceversa sin que quede muy claro por qué Microsoft no se decide a implementar esas mismas opciones avanzadas en la propia herramienta de Configuración de Microsoft.
A este paso no parece que la unificación de ambas opciones esté especialmente cercana, algo que puede ser visto como una debilidad de Microsoft, que se ve muy presionada por los comentarios de sus usuarios.
Cambiar es difícil, y para Microsoft, más
Uno de los que fueran grandes responsables de esta empresa, Steven Sinofsky, ya lo mencionaba hace poco al hablar de macOS Big Sur o el salto de los Mac a chips ARM y de cómo Apple había hecho esos cambios porque esta empresa era mucho más contundente con sus decisiones a la hora de abandonar ciertos apartados de su software y su hardware.
Para los de Redmond la cosa es muy distinta, y de hecho Sinofsky explicaba cómo «es imposible deshacerse de algo en Microsoft«, refiriéndose a la dificultad de dejar atrás ciertos elementos de su sistema operativo.
No se refería explícitamente al Panel de Control, pero este es un buen ejemplo de cómo los usuarios están tan acostumbrados a esa herramienta que es muy, muy complicado deshacerse de ella aunque (muy) poco a poco van integrando algunas de sus funciones en Configuración.
Buena parte de la culpa la tiene esa resistencia al cambio de los usuarios de Windows 10 -y me incluyo-. Sinofsky ponía el ejemplo de las aplicaciones de 64 bits, que siguen coexistiendo con las de 32 bits tras 25 años de intentar dejarlas atrás. En Apple decidieron hacer la migración a aplicaciones de 64 bits (y solo de 64 bits) y completaron esa transición en 2 años, explicaba Sinofsky.
Las comparaciones son odiosas, y para Apple es mucho más viable tomar ese tipo de decisiones porque controla por completo (y ahora más que nunca) la integración de sus productos hardware con el software. Para Microsoft los cambios son mucho más difíciles porque la gente ama la retrocompatibilidad y poder seguir usando aquello que usaba hace años en equipos actuales.
Sin renunciar a cosas como esa es difícil afrontar ese tipo de transiciones, y eso hace que de nuevo parezca muy difícil ver que algún día el Panel de Control y la herramienta de Configuración se unen de forma definitiva.
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