Landon Bjornson, de siete años, tiene autismo, así que cuando tuvo que volar solo desde las Vegas a Portland para visitar a su padre, Alexa, su madre, se preocupó mucho.
Para ayudar a que el viaje le resultara más seguro, se le ocurrió escribir una carta para que el niño se lo entregara a su compañero de asiento, junto con un billete de diez dólares, explicando cómo es su hijo.
Pero Ben Pedraza, el afortunado pasajero que viajó a su lado no solo no aceptó el dinero, sino que al final del viaje envió una fotografía suya con el niño junto a un emotivo mensaje. Alexa lo ha compartido en su cuenta de Facebook, para darle las gracias. Es una madre afortunada.
El mejor compañero de viaje
“¿Hemos llegado ya?”. Es una de las frases que Landon repite constantemente cuando vuela y que figuraba en la carta que su madre Alexa pidió que entregara a su vecino de vuelo.
Y así lo hizo el niño. Pero Ben, no solo no los aceptó, sino que además envió una foto de los dos junto con este emotivo mensaje:
“Alexa, mi nombre es Ben. Fui el vecino de asiento de Landon en su vuelo a Portland. Preguntó muchas veces si ya habíamos llegado, pero fue un compañero genial. Nos hemos divertido mucho jugando varias veces a piedra, papel o tijera. Él es un niño genial y tú eres una madre con mucha suerte”.
“Agradezco los 10 dólares, pero no son necesarios. Los he donado a Autism-Society.org en honor a Landon”.
Alexa decidió publicar el mensaje en su cuenta de Facebook, para agradecer su gesto, congratulándose por comprobar que «todavía hay gente amable en el mundo que marca la diferencia, como yo mismo intento hacerlo».
Y es que, como dicen los comentarios en la publicación, necesitamos noticias así, que nos recuerden que hay mucha gente de buen corazón, aunque solo sean titulares las noticias malas. ¡Ojalá nos encontremos con muchos Ben y Landon!
Puedes ver el reportaje que hicieron sobre esta publicación viral en la televisión local Katu 2, donde Ben pide que centren la atención en Landon y en el autismo, no en él. Según cifras de la Organización Mundial de la Salud, uno de cada 160 niños tiene un Trastorno del Espectro Autista (TEA), que implica problemas de neurodesarrollo y de funcionamiento cerebral, dificultando sus interacciones sociales.
Vía | Katu 2
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