En octubre de 2021 Netflix hizo máximo histórico en bolsa. Sus acciones se cotizaban a 690 dólares. Desde entonces la caída ha sido espectacular, y en el cierre de ayer esas mismas acciones habían caído a 387 dólares. En lo que llevamos de año Netflix ha perdido un 35,19% de su valor, y no es la única. Prácticamente todas las grandes tecnológicas están sufriendo: Amazon ha caído un 15,18%, Microsoft un 11,47%, Apple un 11,20% y Tesla un 22,49%. ¿Qué está pasando? Veamos.
Inflación. En Estados Unidos la inflación está por las nubes —no es que aquí estemos mejor— y los expertos apuntan a esta como una de las grandes razones de que las empresas lo estén pasando mal. En The Motley Fool explicaban cómo ese factor hace que los gastos aumenten, pero es que si las tasas de interés suben para contrarrestar la inflación —y eso tiene su aquel—, eso también reduce las estimaciones de crecimiento de las empresas.
Las tecnológicas, entre las que más sufren. La inflación no afecta igual a unas y otras. El sector energético, por ejemplo, tiende a hacerlo bien en etapas de elevada inflación. Las tecnológicas en cambio lo pasan mal o muy mal: el índice FANG+, que reúne a las 10 tecnológicas más importantes, ha caído un 13,92% en lo que llevamos de año, algo extremadamente raro que solo puede compararse con lo que ocurrió con el confinamiento —del que se recuperaron a lo bestia—. El NASDAQ ha caído un 12,49% en estas tres semanas y pico, pero si vamos metiendo otras industrias los índices dejan claro que las pérdidas se centran en el sector tech. El S&P lo ha hecho menos, un 8,06% , y el Dow Jones aún menos, un 6,07%. Nuestro IBEX 35 —con poco peso de las tecnológicas— un 3,59%.
Netflix, caída en picado. Probablemente el caso más llamativo de esa caída de las grandes tecnológicas es el de Netflix, que como decíamos ha caído de forma espectacular y está en niveles de abril de 2020. El pasado viernes sus acciones se desplomaron un 22%, pero no solo por la inflación, sino porque los resultados trimestrales mostraron que el número de suscriptores ya no crece tan rápido. No me extraña, sobre todo cuando las alternativas cada vez están más fuertes y cuando el precio de Netflix ya empieza a ser prohibitivo. Vamos, que no todas caen de igual forma, y hay elementos que influyen y precipitan aún más esa caída de valor de las acciones.
¿Súperburbuja…?. El runrún de la burbuja bursátil viene sonando desde hace tiempo —con especial exuberancia de valores tecnológicos—, y hay quien defiende que estamos no ya en una burbuja, sino en una súperburbuja. Jeremy Grantham, un influyente gestor de fondos de inversión, cree que estamos en medio de una de ellas y que esto no acabará bien. Acertó en 2000 y 2008, y ahora nos desea buena suerte a todos porque «la necesitaremos».
¿…o más que burbuja, globo? Otros son menos alarmistas y afirman que esto no es una burbuja, sino más bien un globo. M.G. Siegler, escritor e inversor, habla de «El gran desinflado» de este globo hiperhinchado que de hecho llevamos viendo desde hace meses. Las tecnológicas han perdido valor en los últimas semanas, pero lo han hecho a menudo sin grandes caídas —lo de Netflix sería la excepción a la norma— y para él seguiremos viendo caídas frecuentes del 1, 2 o 3% en los precios de las acciones tecnológicas. «Los mercados estaban sobrecalentados, y ahora se están enfriando. Esto es racional».
Imagen | Cameron Venti