En Madrid ya no quedaban hoteles económicos, pero quedaba un espacio «virgen» para los turistas: los polígonos

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Como
la
mayoría
de
las
grandes
urbes
del
planeta,
los
precios
para

alojarse
en
Madrid
,
ya
sea
por
un
tiempo
largo
como
por
una
estancia
corta,
se
han
disparado.
Si
nos
centramos
en
los
alojamientos
turísticos,
ya

lo
contamos

hace
poco:
no
es
una
sensación,
los
hoteles
están

más
caros
que
nunca

en
España,
y
en
ciudades
como
la
capital

están
prohibitivos
.
De
hecho,
los
turistas
están
comenzando
a
buscar
otros
destinos

como
Marruecos
.

La
solución
para
los
hoteleros
está
en
los
alrededores:
los
polígonos.


El
nuevo
rostro.

Hace
cosa
de
tres
años
ya
se
veía
venir.
Entonces,
contaba
en
un

reportaje
el
ABC

que
a
las
afueras
de
la
M-30,
donde
muchos
aún
creen
que
Madrid
se
difumina
en
naves
grises
y
calles
vacías
al
caer
la
tarde,
el
polígono

Julián
Camarillo

ofrecía
una
imagen
radicalmente
distinta.
Este
enclave
de
casi
200
hectáreas,
ubicado
entre
las
estaciones
de
Ciudad
Lineal
y
Suanzes,
había
comenzado
a
transformarse
en
una
zona
vibrante,
acelerada
y
polifacética,
reflejo
de
una
ciudad
en
mutación
constante.

Sus
calles
combinan
vestigios
industriales
de
los
años
50
a
80
con
nuevas
construcciones,
hoteles,
cervecerías
artesanas,
espacios
gastronómicos,
centros
tecnológicos
y
una
incipiente
vocación
cultural.
Como
ocurrió
antes
en
barrios

como
Shoreditch

en
Londres
o
el

Distrito
22@
de
Barcelona
,
el
polígono
parecía
posicionarse
como
un
laboratorio
urbano
donde
lo
postindustrial
da
paso
a
lo
pretendidamente
moderno.


Destino
turístico.

Tres
años
después,

contaba
El
País

que
en
Julián
Camarillo,
el
que
una
vez
fue
territorio
marcado
por
oficinas
medio
vacías,
edificios
industriales
envejecidos
y
solares
sin
uso,
se
está
gestando
un
fenómeno
tan
inesperado
como
imparable:
su
transformación
en
un
incipiente
distrito
hotelero.
Sí,
lo
que
a
primera
vista
parecía
un
entorno
poco
hospitalario
se
ha
convertido
en

un
filón
turístico

gracias
a
su
cercanía
con
el
centro
de
Madrid
y
al
bajo
coste
del
alojamiento.

Aquí
aparece
un
nombre
propio:
el
empresario
catalán
Óscar
Sánchez,
fundador
de
la

cadena
Bestprice
,
ha
sido
uno
de
los
pioneros
en
apostar
por
el
enclave,
describiéndolo
como

un
“pozo
petrolífero”

por
el
potencial
que
ofrece
a
quienes
se
arriesgan.
Sus
hoteles,
ubicados
a
solo
ocho
paradas
de
metro
de
la
Puerta
del
Sol,
atraen
a
visitantes
jóvenes
que
priorizan
el
precio
sobre
la
estética
del
entorno.
Las
cifras
lo
avalan:
desde
2020
se
han

inaugurado
ocho
hoteles

en
la
zona
y
hay
al
menos
otros
siete
en
proyecto.


De
loft
ilegales
a
hoteles
funcionales.

Al
parecer,
los

intentos
previos

por
redefinir
la
zona
no
prosperaron
con
igual
éxito.
A
principios
de
siglo
se
intentó
replicar
el
modelo
del
SoHo
neoyorquino
con
la
moda
del
loft,
y
luego
se

promovió
el
término
MadBit

para
atraer
a

empresas
tecnológicas
.
Ambas
iniciativas
chocaron
con
la
falta
de
regulación
y
una
débil
demanda
corporativa.
En
cambio,
los
hoteles
han
crecido
sin
necesidad
de
campañas
institucionales
ni
nombres
de
marca
para
el
barrio.

La
agencia
inmobiliaria
especializada
en
la
zona

confirmaba
al
País

que
muchos
promotores
de
oficinas
están
transformando
sus
proyectos
en
establecimientos
turísticos
ante
la
evidencia
de
que
la
demanda
de
alojamiento
supera
ampliamente
a
la
de
espacio
de
trabajo.
Este
auge
coincide
con
algo
que
hemos

ido
contando
:
el

endurecimiento
normativo

hacia
las
viviendas
turísticas
tipo
Airbnb
y

el
récord
histórico

de
visitantes
en
Madrid,
donde
se
alcanzaron
los
10,4
millones
de
turistas
en
2024.

Piscina Exterior Node Madrid Carabanchel


Fiebre
urbanita.

De
fondo,
consultoras
internacionales
han
confirmado
la
efervescencia
del
sector.

Colliers
ha
identificado

más
de
60.000
metros
cuadrados
disponibles
para
nuevos
proyectos
hoteleros
en
Julián
Camarillo,
aunque

advierte

que
los
límites
urbanísticos
ralentizan
el
ritmo,
por
lo
que
muchos
de
los

nuevos
establecimientos

son
pequeños
y
funcionales,
con
menos
de
cien
habitaciones.

La
mayoría
se
clasifican
como
hoteles
de
una
estrella,
y
juntos
suman
más
de
1.500
habitaciones
activas.
Mientras
tanto,
cadenas

como
Ibis
o
Spark
by
Hilton

se
suman
al
modelo
iniciado
por
Bestprice,

consolidando
la
zona

como
la
que
más
interés
despierta
entre
inversores.
Otras
consultoras,

como
Engel
&
Völkers
,
observan
una
tendencia
similar
en
polígonos
industriales
de
otras
ciudades
como
Valencia,
Bilbao
o
Barcelona,
donde
los
precios
del
suelo
y
la
falta
de
alternativas
en
el
centro
empujan
al
sector
hotelero
a
colonizar
espacios
tradicionalmente
relegados
a
la
actividad
fabril.


Alojamiento
asequible.

El
triunfo
de
este
modelo
se

entiende
solo
.
La
lógica
detrás
de
esta
transformación
se
debe
a
que
cada
vez
hay

menos
fábricas
activas
,
las
oficinas
no
absorben
suficiente
demanda
y
el
turismo
necesita

espacio
asequible
,
bien
comunicado
y
funcional.
Con
tarifas
de
entre
60
y
70
euros
por
noche
y
a
20
minutos
del
centro
de
Madrid,
los
hoteles
en
polígonos
como
Julián
Camarillo
llenan
ese
hueco.


Carabanchel
se
suma.

Algo
parecido
también
está
ocurriendo
al
sur
de
la
capital,
aunque
aquí
con
el
objetivo
de
dar
una
alternativa
habitacional
a
jóvenes
creativos
a
un
paso
de
la
ciudad.
Lo

contaba
El
Mundo
.
En
el
corazón
de
Carabanchel,
un
barrio
cada
vez
más

asociado
al
arte
urbano
,
se

inauguró
Node
Carabanchel
,
un
hotel
de
media
estancia
que
redefine
el
concepto
de
alojamiento
flexible
con
mil
habitaciones
diseñadas
para
jóvenes
creativos,
estudiantes,
nómadas
digitales
“y
personas
en
transición
vital”.

Con
una

inversión
de
100
millones

de
euros,
el
gigantesco
complejo
incluye
estudios
y
apartamentos
totalmente
equipados,
y
ofrece
una
experiencia
comunitaria
centrada
en
el
arte,
la
música
y
el
coworking,
con
espacios
como
salas
de
ensayo,
de
podcast,
de
teatro,
gimnasio,
piscina,
pistas
deportivas
y
un
escenario
en
la
azotea
para
conciertos
y
eventos
culturales.


Replicando
otros
modelos.

Node
aspira
no
solo
a
alojar,
sino
a
integrarse
activamente
en
el
tejido
local

mediante
colaboraciones

con
escuelas,
galerías
y
artistas
del
barrio,
fomentando
una
comunidad
viva
y
compartida.
Impulsado
por
la

empresa
Node
Living

con
el
respaldo
de
Bain
Capital,
este
es
su
tercer
proyecto
en
Madrid
y
forma
parte
de
una
expansión
internacional
que
replica
un
modelo
nacido
en
Brooklyn
y
ya
presente
en
ciudades
como
Nueva
York,
Los
Ángeles,
Londres
y
Barcelona.


Barrios
mutantes.

Sea
como
fuere,
todas
estas
propuestas
tienen
un
común
denominador:
Madrid
se
hace

grande

y
se
reinventa
porque
su
centro
neurálgico
se
ha
convertido
en

un
parque
temático

de

coto
cerrado
.

Eso
sí,
la
espontaneidad
con
que
han

crecido
polígonos
como
Julián
Camarillo

a
modos
de
distrito
turístico,
reflejan
una
oportunidad,
aunque
también
una
alerta.
El
éxito
no
garantiza
la
sostenibilidad,
y
convertir
un
polígono
industrial
en
una «ciudad
de
vacaciones»
funcional
requiere
más
que
una
moda
para
no
morir
de
éxito.

Imagen
|

Javier
Martin
,

Carissa
Rogers

En
Xataka
|

España
se
ha
convertido
en
un
destino
tan
rematadamente
caro
que
los
turistas
británicos
le
han
buscado
sustituto:
Marruecos

En
Xataka
|

Si
tienes
la
sensación
de
que
los
hoteles
están
más
caros
que
nunca
en
España,
los
datos
te
dan
la
razón