Los
animales
vertebrados
no
presentan
la
inmensa
diversidad
que
otros
grupos
de
animales,
como
los
insectos,
si
consideramos
el
número
de
especies.
A
pesar
de
ello
las
especies
de
vertebrados
resultan
singularmente
diversas
en
un
aspecto:
el
tamaño.
GEMINI.
Ahora
un
nuevo
proyecto
quiere
investigar
cómo
este
grupo,
que
incluye
no
solo
a
mamíferos
sino
también
a
anfibios
o
aves
entre
otros
grupos
taxonómicos,
llegó
a
abarcar
tal
diversidad
de
tamaños.
Una
diversidad
que
va
desde
los
animales
más
grandes
conocidos
tanto
sobre
tierra
como
bajo
el
mar,
hasta
diminutos
seres
de
tamaño
milimétrico.
Es
precisamente
en
esta
punta
del
espectro,
la
de
los
animales
diminutos,
donde
el
nuevo
proyecto
GEMINI
quiere
enfocarse.
Un
proyecto
que
contará
con
una
financiación
de
1,5
millones
de
euros
por
parte
del
European
Research
Council,
según
anunciaba
hace
unos
días
la
Universidad
de
Copenhague.
La
diversidad
animal.
Los
grandes
animales
son
bien
conocidos:
la
ballena
azul
no
solo
es
el
animal
más
grande
en
habitar
nuestro
planeta,
también
creemos
que
es
el
animal
más
grande
en
evolucionar
jamás.
Los
animales
terrestres
tienen
mayores
limitaciones
para
aumentar
en
tamaño
pero
tenemos
constancia
de
dinosaurios
de
hasta
26
metros
de
longitud,
y
probablemente
no
fueran
los
más
grandes
en
caminar
sobre
tierra.
En
el
otro
lado
del
espectro
conocemos
una
gran
diversidad
de
vertebrados.
Animales
diminutos
que
sobrepasan
por
poco
el
medio
centímetro
de
longitud.
Ranas
como
la
Mini
mum,
peces
como
Pandaka
pygmaea
e
incluso
mamíferos
como
el
murciélago
nariz
de
cerdo
de
Kitti
(Craseonycteris
thonglongyai),
están
entre
las
especies
mencionadas
por
el
equipo
de
la
Universidad
de
Copenhague
que
liderará
el
estudio.
Buscando
respuestas.
Los
mecanismos
biológicos
detrás
de
estos
procesos
de
miniaturización
son
aún
un
misterio.
El
equipo
detrás
del
nuevo
proyecto
quiere
crear
una
suerte
de
“plantilla
genética”
que
ayude
a
explicar
qué
ocurre
en
las
especies
que
encojen
en
este
nivel.
“En
varios
estudios
independientes
que
analizaron
los
genomas
de
animales
miniaturizados,
[se
observaba
que]
tienen
lugar
un
[proceso]
de
limpieza
e
innovación,
en
el
que
los
genomas
se
hacen
más
pequeños”,
señalaba
en
una
nota
de
prensa
Mark
Scherz,
quien
encabezará
el
proyecto.
“Esto
ocurre
en
los
fragmentos
repetitivos
del
genoma
a
los
que
llamamos
‘ADN
basura’.
Pero
parte
ocurre
también
en
otros
genes,
que
es
de
lo
que
queremos
saber
más”,
añadía
Scherz.
Una
rana
diminuta.
El
trabajo
no
parte
de
cero.
En
2019
Scherz
y
su
equipo
encontraron
y
catalogaron
todo
un
género
de
ranas
minúsculas,
género
al
que
denominaron
Mini
y
en
el
que
se
pueden
encontrar
tres
especies:
Mini
scule,
y
Mini
ature,
además
de
la
antes
mencionada
Mini
mum.
En
2021,
Scherz
explicaba
en
un
artículo
para
The
Conversation,
algunos
de
los
mecanismos
que
podrían
estar
detrás
de
los
procesos
de
miniaturización.
Entre
ellos
señalaba
por
ejemplo
la
posibilidad
de
explicar
nuevos
recursos
como
nuevas
fuentes
de
alimento
o
nuevas
localizaciones
menos
accesibles
a
animales
de
mayor
tamaño.
Otro
factor
podría
tener
que
ver
con
la
competición
con
otros
animales:
dividirse
en
distintos
tamaños
podría
permitir
a
varias
especies
coexistir.
Islas.
También
sabemos
bastantes
detalles
sobre
los
procesos
externos
que
influyen
en
esta
minuaturización
evolutiva.
Uno
de
los
más
conocidos
es
el
llamado
enanismo
insular
y
es
el
motivo
por
el
que
en
las
islas
(incluso
en
las
enormes
como
Madagascar)
se
encuentren
tantas
especies
diminutas.
Es
en
Madagascar
donde
puede
hallarse
el
primate
más
pequeño
conocido,
los
lémures
ratón
(Microcebus)
y
donde
en
2019
el
equipo
halló
las
diminutas
Mini.
Las
islas
son
ecosistemas
más
o
menos
cerrados
en
los
que
presiones
ecológicas
como
las
descritas
por
Scherz
tienen
especial
protagonismo.
El
término
“islas”,
cuando
hablamos
de
enanismo
insular,
no
solo
se
interpreta
de
forma
literal.
Es
decir,
en
este
contexto,
una
“isla”
puede
ser
cualquier
ecosistema
aislado
en
su
entorno:
una
cueva,
un
lago,
una
dolina
o
un
tepuy.
El
vertebrado
más
pequeño.
Si
alguien
se
ha
quedado
con
la
dura,
el
vertebrado
más
pequeño
del
que
tenemos
constancia
es
la
rana-pulga
(Brachycephalus
hermogenesi).
El
récord
fue
anunciado
en
febrero
de
este
año,
aunque
la
especie
fue
descubierta
en
2011
en
el
estado
brasileño
de
Bahia.
Fue
tras
estudiar
varios
ejemplares
de
la
especie
que
un
los
expertos
pudieron
“otorgar”
el
récord
a
esta
especie.
Estas
ranas
miden
un
promedio
de
siete
milímetros,
pudiendo
las
hembras
alcanzar
los
8,15
mm.
Imagen
|
Scherz
et
al.,
2019