En la tierra del sol naciente, Independiente buscará ratificar su condición de Rey. Allí, en el país donde logró su segunda Copa Intercontinental en 1984, al vencer a Liverpool con la infernal corrida de José Percudani, el equipo de Ariel Holan intentará dar otro paso en su reencuentro con la historia. Y el objetivo es quedarse con la Suruga Bank, un trofeo que falta en la vitrina de la sede del club. Es que hace siete años se le negó frente a Júbilo Iwata, que se impuso en los penales.
El Rojo afrontará su quinta final en Japón. Hasta aquí obtuvo dos títulos y perdió otros tantos. Se coronó campeón del mundo en 1984, en el estadio Olímpico de Tokio, bajo la conducción del Pato Pastoriza. Allí también logró la Recopa Sudamericana de 1995, dirigido por Miguel Brindisi. Luego de conseguir la Supercopa de 1994 ante Boca, gracias a un gol de José Serrizuela venció al Vélez de Carlos Bianchi, que venía de ganar la Intercontinental.
La segunda conquista de Japón
El viernes 9 de diciembre se cumplieron 32 años de la victoria del equipo de José Omar Pastoriza al Liverpool por 1 a 0 con gol de Mandinga Percudani en Japón. El Rojo ganó su segunda Copa Intercontinental y en Goles Retro recordamos esa hazaña.
La victoria de Independiente en la Recopa de 1995 en Japón
El Rojo le ganó a Vélez por 1-0.
Las vueltas olímpicas en el país asiático se cortaron al año siguiente, cuando Gremio goleó 4-1, en Kobe, al conjunto dirigido por Gregorio Pérez, que reemplazó al Zurdo López tras la consagración en la Supercopa 95. Y en 2011, tras obtener la Sudamericana 2010, se quedó con las ganas de la Suruga Bank.
El lamento del plantel en 2011. (AFP).
A seis días de la final ante Cerezo Osaka, el plantel sigue con la recuperación del viaje de 32 horas. El jet lag y el insomnio juegan su partido y provocan desgaste físico y mental. Mientras tanto, el Profesor y sus colaboradores continúan con la preparación en el Green Sakai. Acompañados por temperaturas muy altas, los jugadores se entrenan con un solo objetivo: ganar la decimoctava copa. Y ser los nuevos emperadores.
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