El pasado 29 de mayo falleció a los 73 años Raúl Graziosi, reconocido paracaidista e instructor miembro de la Brigada de Paracaidismo «Aero Club San Francisco». Su amigos, familiares y compañeros se reunieron para realizar un emotivo homenaje donde colocaron plaquetas y cumplieron su última voluntad.
Graziosi tenía una gran pasión por el paracaidismo y como deportista tuvo buenos rendimientos en varios campeonatos, que lo llevaron a representar a nuestro país en varias oportunidades. Fue integrante también de la primera gran formación en Caída Libre homologada en el país de 10 allá por el ’86, indicaron desde la institución.
Familiares, amigos y compañeros de la Brigada compartieron un emotivo texto para despedirlo:
En este día tan especial, en donde se celebra el día del padre, también nos reunimos para hacer realidad la última voluntad de nuestro querido viejo. La Brigada, tu familia, amigos y compañeros del aeroclub queremos brindarte este merecido homenaje e inmortalizarte en este muro para la posteridad.
Quedarán en el recuerdo de todos los integrantes de esta Brigada e institución, su ronca voz, su risa contagiosa, su actitud, su forma de relacionarse, su trato humano, sus charlas, sus consejos enseñanzas e indicaciones.
Quedará en nuestra memoria la imagen de verlo caminar con sus manos atrás entrelazadas y echando humo con un cigarro en la boca. Para nada esta demás querer agradecerle todo el tiempo que le brindó a la Brigada, a sus alumnos, y sus amigos, colaborando en cada momento con todo lo que se le pidiera. Agradecemos sus logros, que le dieron prestigio a esta Brigada e institución, representándonos en nivel nacional e internacional.
Se lo va extrañar, se va a extrañar su grata compañía. Se van a extrañar sus aciertos, sus ideas ,sus errores y contradicciones. Se va a extrañar verlo llegar en su Yamaha levantando tierra por el camino Se va extrañar compartir con él esas 2 o 10 cervezas. se va a extrañar al cayo del Pancho (su perro) babeándonos a todos con su pelotita. Se va extrañar compartir con él, los viajes y los asados. Se va a extrañar esa mirada cómplice cuando se salía con la suya. Se va a extrañar «cagarlo a pedos» para que no fume arriba de la lona. Se va a extrañar verlo observar por horas el mapa en la oficina de la torre. Se la va a extrañar verlo caminar por la plataforma esperando los aterrizajes sus compañeros. Se lo va a extrañar mirando para arriba, extrañando su cielo. Se lo va a extrañar… verlo vivir la vida a pleno como la vivió.
Hoy vamos a hacer realidad su deseo, de quedarse aquí por siempre, en su primer hogar. Sin dudas, su primer hogar. Hoy vas a realizar tu último vuelo viejito y descansarás aquí en paz, donde pasaste la mayor parte de tu vida. VIEJO QUERIDO, RAUL!! Podrás haber escapado de nuestra vista, pero jamás de nuestros corazones.
